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Un SUV sorprendentemente ligero y ágil fabricado sobre la plataforma del Ibiza
El Seat Arona es el más pequeño de la gama de ‘crossovers’ de la marca: el Ateca y el Tarraco.
Seat está preocupada al tener un vehículo adecuado para cada uno de nosotros y se ha convertido de la noche a la mañana en un especialista en SUV, observando en todo momento las evoluciones del mercado automovilístico. Y el mercado ha dictado en los últimos tiempos que le gustan tanto los «crossovers», que a menudo olvidamos que los turismos y los monovolúmenes también existen. Sólo hay que mirar las calles y las carreteras para darse cuenta de ello. Si Seat tenía en el mercado un líder en ventas como el Ibiza y el mercado pide SUVs... ¿se os ocurre alguna cosa? Efectivamente, crear un «crossover» compacto basado en el Ibiza, aunque en vez de hablar de modelos hermanos, tendríamos que hablar de plataformas idénticas, más conocidas como chasis. Ya hace tres años que la firma automovilística presentó la plataforma MQB A0, que sería la base sobre la cual se construirían algunos modelos de Seat y Volkswagen. Y se está dando la circunstancia de que todos estos modelos están siendo un éxito de ventas. Eso demuestra que la firma de Martorell lo ha acertado con su última estrategia.
El hermano mayor del Ibiza
Seat Arona es el «pequeño» de la nueva época de la marca, le siguen el Ateca y posteriormente el Tarraco. Se trata de ver qué necesidades de espacio, de motorización y de os necesitamos para saber cuál de los tres SUV nos irá bien. En estas páginas ya hemos probado el Tarraco y el Ateca, nos faltaba el Arona.
En un lenguaje coloquial definiríamos el Arona como el más bufón del trío, también es el más urbano y ágil. Ya sabemos que Nissan arrasa con su Juke y que no hay joven que no se gire delante de un RAV4 corto. Situaríamos al pequeño de la Seat en este segmento. Nos recuerda a su hermano gemelo, el Ibiza, pero con un talante más versátil. Comparten algunas medidas, como la anchura y la distancia entre ruedas, algo lógico al compartir plataforma, pero en el Arona no tenemos un turismo, sino un todo-camino y este hecho compuerta ciertas ventajas y pocas desventajas. Interiormente son muy similares, pero el Arona tiene un maletero más mayor, que llega a los 400 litros (45 más que su hermano pequeño) y la habitabilidad es más ancha, como es normal en este tipo de vehículo. El espacio del cual disponen a los pasajeros es, en cuanto a distancia hasta el techo y el espacio entre asientos, muy superior que en el Ibiza, no en balde es siete centímetros más largo y once centímetros más alto.
Ágil y maniobrable
Nos han sorprendido especialmente su agilidad y su capacidad de maniobra, que lo convierte quizás en el SUV de la marca más indicado para una conducción urbana. Ayuda también la reducción del consumo gracias a dos fórmulas muy estudiadas de motorización de bencina y tres cilindros (de 95 y 115 caballos de potencia) que disponen de un turbocompresor que los mujer una cierta alegría en revoluciones bajas. También disponemos de versiones diésel, estas de cuatro cilindros, que dan la misma potencia que los de bencina. Sin embargo, a estas motorizaciones se les tienen que añadir las versiones hibridas de Gas Natural, que hacen que el coste de circulación se reduzca de forma drástica. Además, con esta opción tendremos la deseada etiqueta ECO, que nos permitirá acceder al centro de ciudades como Madrid o Barcelona.
Existe una versión más deportiva, denominada FR, con un motor de 150 caballos, que hará felices en los conductores más exigentes. Y que tampoco sufran los amantes del cambio automático, ya que también han creado versiones con la caja DSG típica de la marca. En las versiones de 95 y 115 cv. de bencina no encontraremos carencias, excepto que cargamos el maletero y ocupamos las plazas de detrás en un viaje largo. El Arona es el hermano gemelo del Volkswagen T-Cross y comparten con él la mayoría de los detalles, al provenir también de la MQB A0.
Con el Arona no tenemos que sufrir si hacemos un recorrido suave por pistas del suelo en alguna excursión, pero, como en todos estos SUVs de moda, no podemos esperar los resultados off-road de un todoterreno. De hecho, en el fabricante ya no le sale a cuenta tener una versión 4x4 (tracción en las cuatro ruedas) porque el tanto por ciento de compradores de esta versión es mucho reducida. En este pequeño crossover de Seat lo tenemos todo, pero con mesura. El interior es correcto y bonito, aunque está fabricado en esta estética de plásticos duros que no gusta a todo el mundo y que, a veces, da una sensación de poca consistencia y de acabados que se podrían mejorar. Y llegamos al precio. Aquí se tendrá que estar atento a las ofertas, ya que de los 18.000 euros de salida en la versión básica, se podrían conseguir reducciones que pueden llegar a dejarlo por debajo de los 15.000 euros. En cambio, si buscamos la versión más potente y equipada, la gama|gamma de precios llega hasta los 26.000 euros.