Fútbol
Una crisis de lesiones en el Nàstic deja a Dani Vidal con los efectivos justos
El partido del domingo evidenció la falta de recursos en el ataque, con Santamaría y Marc lesionados
El partido contra el Unionistas de Salamanca del último domingo evidenció los efectos de una plaga que ha asolado a la plantilla del Nàstic: las lesiones. Con todo, este no fue el principal motivo de la derrota. Dani Vidal destacó en la rueda de prensa posterior al duelo que «tal como hemos salido a jugar, ya podemos tener a los 23 jugadores disponibles que no ganaremos en ningún campo». Al principio de temporada, una de las principales virtudes del Nàstic era que tenía una plantilla larga. Ahora, con seis bajas, hay demarcaciones en alerta roja.
La crisis por falta de jugadores se evidenció cuando Pablo Fernández tuvo que ser sustituido. En un córner, el delantero remató con la cabeza en el segundo palo con la mala fortuna de chocar con un defensor. Este choque le provocó una hemorragia en la nariz que acabó obligando a Dani Vidal a cambiarlo en la primera mitad.
Posteriormente, se confirmó que el delantero sufrió una fractura que, a falta de algunas pruebas más durante esta semana, podrían llegar a obligar a Pablo a jugar con una máscara protectora. Sin el asturiano desde la primera mitad y con un 2-0 en contra, Dani Vidal dio entrada a Ander Gorostidi y a Óscar Sanz, a dos mediocampistas defensivos. La situación en el banquillo era dramática, ya que no había ningún jugador para suplir a Pablo.
El único atacante era Maurizio Pochettino, pero el extremo también tenía que cubrir a Tirlea en el lateral derecho. También estaba presente David Concha, pero no fue una opción para evitar riesgos. El extremo de Santander ha sido baja por lesión los últimos dos partidos y viajó a Salamanca sin estar completamente recuperado. Así que, con un 2-0 en contra y sin Pablo, Vidal no contaba con herramientas para despertar la faceta ofensiva del equipo.
La alarma se ha encendido especialmente en la delantera. Ni Marc Fernández ni Gorka Santamaría han vuelto a jugar desde el partido contra el Sestao River ahora hace tres semanas. El primero sufrió una rotura fibrilar en el isquiotibial mientras que el segundo sufre molestias en el bíceps que lo dejaron fuera contra la Cultural Leonesa y el Unionistas. La reaparición de los dos contra el Tarazona es poco probable. Con este panorama, reforzar esta posición en invierno es indispensable.
La defensa tampoco está en el mejor momento. Pol Domingo sufrió una factura en el cúbito izquierdo la última semana durante un entrenamiento y estará fuera de combate, como mínimo, hasta enero del año que viene. Eso deja a Tirlea como el único lateral con la alternativa de Pochettino. Nacho González viajó a Salamanca, pero todavía se está acabando de recuperar de la luxación del hombro que le ha dejado KO durante tres partidos. Además, también está la baja de larga duración de Marc Álvarez.
Reforzarse con jugadores de la Pobla de Mafumet no es una opción para Dani Vidal y más teniendo en cuenta la dinámica negativa del filial grana. Así que el técnico tendrá que hacer funcionar las piezas disponibles para recuperar al equipo contra el Tarazona el domingo.