El Nàstic sigue la estrella (3-0)

El Nàstic recibió el regalo de reyes por anticipado. Nacho González, con un golazo con la derecha, Jaume Jardí, con un chute preciso desde la frontal, y Marc Fernández, convirtiéndose en killer dentro del área, hicieron añicos el plan defensivo del Cornellà y brindaron una victoria plácida que refuerza a los grana a la clasificación.

El Cornellà llegó a Tarragona con el autobús y lo instaló sobre el césped. Gonzalo Riutort apostó por una línea de cinco defensores y un medio del campo cargado de piernas con la intención de trabar el partido. Y lo consiguió.

Desde los primeros minutos, la conjunta grana sufrió la fórmula barcelonesa con una presión elevada y una telaraña defensiva que dificultaba el ataque del Nàstic. El equipo tenía complicada la salida de pelota y Dani Vidal tuvo clara la solución. Con un grito que oyó todo el Nou Estadi, pidió juego directo y Trigueros lo captó en el instante. El central envió la pelota al área rival con una patada y Jaume Jardí generó la primera ocasión del partido con un chute cruzado que bloqueó a un defensor del Cornellà.

Coger desprevenida la defensa rival no era fácil, y, el siguiente cuarto de hora, el duelo volvió a coger el ritmo que impuso el Cornellà: juego enfangado, sin ocasiones y poca circulación de la pelota.

Los barceloneses también buscaban acercarse a la portería de Varo, pero Óscar Sanz, ayer de nuevo en el once, fue omnipresente y sometió el medio del campo.

El Nàstic no encontraba la manera de romper el muro del Cornellà y las centradas en el área. Si no se podía por dentro, se tenía que probar por fuera. Después de una jugada tapada, la pelota quedó muerta a unos metros de la frontal. Por unos segundos, el partido giró en torno a Nacho González. El central controló el esférico, y vio el agujero cuando levantó la cabeza. Con un golpe de derecha, Nacho envió un misil que perforó la portería de Yari. El golazo hizo añicos el plan de Riutort i el juego del Nàstic empezó a germinar y acabó la primera mitad dominando.

A la reanudación, el partido ya había cambiado. El Nàstic controlaba plácidamente y las líneas ofensivas empezaban a fluir. El gol no tardó al llegar, Concha puso en bandeja una pasada a Jaume Jardí que, con un toque grácil, buscó el agujero para marcar el segundo con uno remate desde la frontal.

El partido se convirtió en una fiesta grana. El Cornellà estaba roto y el Nàstic lo aprovechó para hacer la herida mayor. Jaume Jardí, generoso, cedió el tercero a Marc Fernández con la pasada de la muerte dentro del área y el delantero lo aprovechó para marcar el 3-0. Fernández necesitaba el gol después de la lesión que le privó el estreno contra el Sestao. De esta manera, el Nàstic adelantó el regalo de reyes para establecerse al play-off.