Futbol
El Nàstic se hace de oro en Vigo (0-1)
Los grana dan un golpe sobre la mesa con una victoria trabajada en defensa en la cual brilló la conexión entre Marc y Pablo Fernández
El Nàstic lo volvió a hacer. Los grana mostraron que son el equipo más en forma de la categoría sumando la cuarta victoria consecutiva al campo del líder en un partido trabajado bajo la lluvia. Por una parte, la conexión Fernández entre Marc y Pablo aportó la magia para marcar el gol y, por la otra, los grana mostraron una faceta más de su estilo de juego aguantando el chubasco de ocasiones del Celta Fortuna con seguridad para certificar una victoria que consolida el equipo en las posiciones de play-off.
El duelo empezó marcado por el chubasco que estaba cayendo. La lluvia constante hizo que el césped de Barreiro generara charcos de agua que dificultaban la propuesta futbolística de los dos equips. De hecho, los primeros minutos de partido pasaron sin ningún peligro en cabeza de las dos áreas, como si los dos equipos analizaran qué podían hacer bajo la lluvia.
La primera acción del partido la tuvo el Celta Fortuna. Es el equipo más goleador de la categoría y demostró por qué. Con tres pasadas rápidas se plantaron al área grana. Raúl Blanco, el capitán, era el eje conector de todo el ataque grana. Todas las pelotas pasaban por sus piernas y por un motivo bien concreto. La visión de juego de Blanco era excepcional y, sólo levantando el campo un instante, localizaba un agujero para habilitar el juego de sus compañeros. Con todo, el Nàstic salió más que serio en defensa. Domingo volvió de su lesión y resultó más que necesario por la banda derecha. Trigueros y Nacho alzaron un muro que conseguía tapar las acciones del Celta.
Después del primer cuarto hora del partido, el Nàstic empezó a dar un paso adelante en ataque. Les acciones vinieron por la banda izquierda con un Concha especialmente activo. A pesar de eso, el único tiro entre los tres palos lo tuvo Jaume Jardí, pero su remate desde la frontal fue demasiado blando hacia las manos de César. Después de esta acción, el Celta contestó con rapidez. En un contragolpe de manual Javi Domínguez encontró un espacio dentro del área en un punto olvidado tanto por Concha como por Joan Oriol. El lateral del Celta hizo un centro envenenado que, por suerte y por poco, no llegó a rematar a Dani González. De esta manera, el filial gallego mostró que no se les podía dejar ni una rendija, porque las aprovechan para generar ocasiones de gol.
La lluvia seguía cayendo y el Nàstic recibió un golpe. David Concha sintió molestias y pidió el cambio. Marc Fernández lo sustituyó, sin embargo, sin El extremo de Santander, los grana perdieron su mejor herramienta. El Celta lo aprovechó para coger la iniciativa para bombardear la portería de Varo con acciones de todos los tipos. Con todo, el Nàstic aguantó el chubasco con confianza y envió el partido al descanso con el empate a cero en el marcador.
La lluvia desapareció en la reanudación para dar paso al sol y, también se iluminó el juego del Nàstic. Vidal movió fichas para controlar el medio del campo dando paso a Gorostidi, pero los protagonistas de los primeros minutos fueron la pareja Fernández. Marc recuperó sensaciones con un remate potente desde la frontal. Este fue sólo un aviso, porque el de Corbera de Llobregat salió enchufado. Poco después, pillo, Fernández interceptó una pasada a la defensa rival y, delante del regalo, cedió la ocasión a Pablo. La conexión se estableció en el instante, el asturiano no dudó y, al primer toque, envió la pelota al fondo de la red. Diez minutos después la acción casi se repitió. Marc volvió a birlar una pelota y Pablo, con un movimiento de calidad, se deshizo de los defensores para rematar en portería, pero el portero rival estuvo atento.
El Celta puso una marcha más para buscar el empate, y el Nàstic se defendió con todo lo que tenía. En primera línea, Vidal cargó el centro del campo con Montalvo y, después, Recio y Dufur establecieron otro muro con una defensa de seis hombres. Cuando el Celta consiguió superar los dos, apareció el héroe. Varo volvió a volar para salvar el equipo deteniendo un remate de falta directa que se iba a colar por la escuadra para certificar la cuarta victoria consecutiva del Nàstic.