Oportunidad perdida (1-1)
El Nàstic se dejó dos puntos contra un combativo Osasuna Promesas y desperdicia la ocasión de colocarse en el más alto de la clasificación
El Nàstic no pudo alargar el idilio con la victoria contra el Osasuna Promesas y no conseguir la sexta. Los grana se dejaron dos puntos ayer en el Nou Estadi y también perdieron la oportunidad de recuperar el trono en el más alto de la clasificación después de empatar contra un sólido Osasuna Promesas. Los grana fueron de más a menos, dominando absolutamente el partido al final de la primera parte, con golazo de Andy Escudero incluido, y también al inicio de la segunda parte. Un juego sólido que exigía más premio en el resultado y a la clasificación. Con todo, los grana no pudieron matar el partido ni con la pelota en el palo de Marc Fernández ni con el remate de cabeza del debutante Alan Godoy. El Promesas fue más efectivo en el juego directo e, incluso, tuvo una última ocasión por marcar el 2-1.
La racha de victorias decía cosas positivas del equipo. Si alguna cosa funciona, no hay que cambiarla y así lo hizo Dani Vidal repitiendo once con respecto a la victoria contra el Lugo. El técnico grana avisó del potencial del Osasuna Promesas a la hora de forzar un juego directo, sin embargo, el filial navarro consiguió impactar el primer tramo del partido. Con cinco defensores y una alta presión a los mediocampistas del Nàstic, el Promesas dificultaban el juego del Nàstic. Durante los primeros veinte minutos, los grana se veían incapaces de formular más de tres pasadas. De hecho, los intentos de sacar la pelota jugada desde de atrás se veían frustrados y el Osasuna Promesas lo aprovecharon con centradas laterales y con uno tímido remate desde el punto de penalti que acabó en manos de Varo.
El Nàstic buscaba la manera de romper la formación defensiva del Promesas y los primeros intentos vinieron, precisamente, a base de pelotazos. Un rechazo de Nacho González pasó entre los dos defensores en medio del campo directo hacia Pablo. El delantero grana no dudó y se hizo un autopase por encarar la portería rival. El asturiano perdió el duelo de velocidad con el defensor, pero lo superó con fuerza. Con todo, el árbitro señaló falta y evitó la primera situación de uno contra uno del Nàstic. En la portería grana, Yoldi era quien llevaba más quebraderos de cabeza. Con todo, Pol Domingo, que se mostró valiente también en ataque, lo tenía controlado.
Con el paso de los minutos, Nàstic se hizo el dominador absoluto del partido. El Osasuna se cerraba, pero los de Dani Vidal empezaban a ponerlos a prueba para ver qué grieta podría provocar la desfallecida del muro defensivo navarro. En medio del campo, Óscar Sanz ya había recuperado el control y los ataques empezaron a florecer por la izquierda. Entre Marc Fernández, Andy Escudero y Joan Oriol hicieron un camino por el cual las ocasiones aparecían. Primero, Pablo Fernández recibió la pelota para rematar a la media vuelta con potencia. El remate era bueno, pero la pelota la desvió en córner. El Nàstic había conseguido acomodarse sobre el césped, y eso fueron malas noticias para el Osasuna Promesas. Pablo Fernández, astuto, ganó en velocidad el duelo al defensor y forzó una falta lateral peligrosa. Estaba enganchada al área y en un lateral, perfecta para una centrada, pero Andy Escudero tenía otros planes. El alicantino alzó la cabezay visualizó la jugada. Con un remate contundente, Escudero sacó las telarañas de la portería de gol de montaña sorprendente a todo el Nuevo Estadio Costa Daurada. Era lo que necesitaba el Nàstic, un auténtico golazo para romper el hielo y hundir completamente la defensa del Promesas. Andy Escudero, mostró, una vez más, que su calidad con la pierna izquierda va más allá de las asistencias, también sirve para los goles de la jornada.
El gol hizo daño al Promesas y el Nàstic lo aprovechó. Jaume Jardí armó un contraataque de manual. Él mismo condujo el esférico desde el medio del campo hasta la frontal del área. Allí lo esperaba Marc Fernández que, con un toque, se acomodó el esférico y chutó con potencia, pero su tiro se estrelló contra el palo.
En la reanudación, los de Dani Vidal volvieron a pisar el césped con la intensidad que dejaron al descanso. Los grana pillaron fríos a los navarros y el duelo se convirtió en un asedio en la portería de Stamatakis. Marc Fernández tuvo una segunda oportunidad desde la frontal del área, pero el portero la paró. Pablo Fernández, Joan Oriol y Jaume Jardí tuvieron también sus oportunidades, pero o aparecía un defensor para interceptar el tiro, o la pelota acababa saliendo fuera lamiendo el palo. El Osasuna Promesas no estaba muerto y lo demostró muy pronto. Acto seguido de la triple ocasión grana, Svensson puso a prueba Varo con un tiro cruzado desde dentro del área, pero el Águila de la Canonja lo paró a mano cambiada.
Poco a poco, el Osasuna Promesas se reactivaba. El filial navarro tiene jugadores explosivos con talento y así lo mostró. Vidal vio que necesitaba matar al rival e hizo debutar a Alan Godoy. Con todo, el Promesas ya estaba dentro del partido de nuevo y Ander Yoldi, apareció. Domingo aguantaba el extremo, pero, finalmente, el navarro encontró un espacio. Yoldi buscó un agujero hacia la frontal y centró en el primer palo con un toque suave. La pelota superó a tres jugadores grana, el último Pablo Trigueros, que sólo pudo ser el invitado de piedra del gol de Eneko Aguilar. El mediocampista ya marcó en la ida y, con un golpe de palo en el primer palo, marcó el empate y rompió la racha de cuatro porterías a cero de forma consecutiva.
El Nàstic necesitaba fuerza y Vidal movió ficha para dar entrada a Gorostidi. El mediocampista vasco aportó un punto más de energía en ataque e, incluso, elaboró un par de jugadas dignas de un extremo. Los grana querían la victoria y Alan Godoy tuvo el 2-1. Jaume Jardí, de nuevo liderando un contraataque, centró en el primer palo y el delantero canario ejecutó un coscorrón que salió fuera por bien poco.
Los minutos pasaban y el Osasuna era el equipo que estaba más cerca de romper el empate. De hecho, tuvo la más clara del partido con un contraataque claro que Aguirre, a solas casi en el área, malbarató enviando la pelota fuera. El Nàstic esquivó una bala, pero también perdió la oportunidad de recuperar su trono en el más alto de la clasificación.