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El Nàstic recupera el trono (2-1)

Los goles de Joan Oriol y Alan Godoy a la primera mitad y el pinchazo de la Ponferradina ponen a los de Vidal líderes en solitario

Borja durant el partit contra el Real UniónNàstic

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El Nàstic de Tarragona ha recuperado su trono. Después de meses alejado y una mala dinámica, los grana han devuelto a la primera posición de la categoría superando por 2-1 el Real Unión en el Nou Estadi y aprovechando el empate de la Ponferradina contra el Unionistas. Los grana supieron superar un duelo difícil contra un Real Unión combativo que supo poner contra las cuerdas en el equipo a la segunda mitad. Con todo, los grana se adaptaron a las circunstancias para alargar su buena racha con la recompensa del liderazgo y con el punto amargo de la quinta amarilla a Trigueros y a Nacho.

Dani Vidal apostó por hacer movimientos al once. Parra entró por el lesionado Varo y Alan Godoy sumó su primera titularidad en sustitución de Marc Fernández. Por otra parte, Marc Montalvo mantuvo su lugar en el once aunque Óscar Sanz ya estaba disponible.

El Unión no se acobardó en la visita al campo del líder. De hecho, los vascos empezaron dominando el partido. Durante los primeros diez minutos, la velocidad y las ideas del esquema de Íñigo Idiakez superaron un Nàstic que empezó el duelo con una presión desordenada y a destiempo. Los grana estaban fríos y así lo aprovecharon los vascos para plantarse al área grana. Con todo, sus intentos de remate se estrellaron contra la defensa grana.

El Nàstic supo pronto cuál era su papel. Tocaba esperar la oportunidad y la primera que tuvo la aprovechó. Marc Montalvo birló con contundencia el esférico en campo contrario y, con un movimiento precioso, se deshizo de su defensor para brindar la pelota en bandeja de plata a Joan Oriol en la frontal. El capitán grana se llenó de confianza y probó un remate raso y potente desde la misma línea del área rival. Charly, el portero vasco, se estiró, pero no fue contundente en el paro y después de chocarle en el brazo se coló dentro. Este detalle fue un pequeño detalle, pero los errores en el campo del líder se pagan. Joan Oriol tiró por el suelo el buen fútbol de los primeros 10 minutos de los de Idiakez con el 1-0.

El Nàstic aprovechó el impulso para brotar su juego. Andy Escudero cocinó una jugada preciosa desde el medio del campo. Del extremo, la pelota fue al primer toque desde la defensa, con Joan Oriol como protagonista, hasta el área rival con la centrada de Jaume Jardí. Los grana mantuvieron viva la ocasión y, finalmente, acabó con un remate de cabeza de Pol Domingo que salió lamiendo el palo derecho. Con comodidad y confianza, los grana mostraron un juego asociativo, veloz y contundente. Los de Dani Vidal disfrutaban con la pelota.

El Real Unión vino al campo con valentía y, después de aguantar la presión del gol, reconstruyó su juego. El partido volvió al punto inicial, con un Nàstic más defensivo, pero los grana volvían a esperar su oportunidad. Después de aguantar minutos intensos, los grana consiguieron un córner al gol de montaña. Aquel punto exacto ha visto tres jugadas Sant Magí ejecutadas a la perfección y le tocó ver otra. Borja Martínez centró en el primer palo hacia el grueso del ataque grana y, de entre todas las cabezas, apareció la de Godoy que, sin saltar, puso el 2-0.

A la reanudación, el Nàstic mantuvo el ritmo de Carnaval con oportunidades como el remate cruzado de Pablo Fernández, pero la tranquilidad desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Asier Benito puso agua en el vino del Nàstic con un golazo desde la frontal del área. El delantero del Real Unión encontró el espacio al vértice del área y, con uno remate potente, envió el esférico a la escuadra, imposible para Dani Parra.

El gol fue gasolina para el Real Unión que, poco a poco, encontró la portería grana más a menudo. Los vascos subieron una marcha más y, revolucionados, también contribuyeron al hecho de que se calentara el partido. Les faltas eran habituales y Vidal vio cómo su pareja de centrales veía tarjetas amarillas. De esta manera, ni Nacho ni Trigueros podrán jugar el siguiente partido. El duelo también se trabó cuando el árbitro detuvo el juego unos minutos.

El partido se transformó en el instante. Del cómodo festival de Carnaval a la supervivencia y desorden por la lucha por la pelota. Los minutos pasaban y el Real Unión ponía el Nàstic contra las cuerdas con faltas laterales. Con todo, los grana aguantaban como podían, incluso en los siete minutos de añadido. Al final hubo apriete. En el otro partido que se disputaba al mismo tiempo, el Unionistas marcó el gol del empate contra la Ponferradina y, de esta manera, el Nàstic recuperó su trono al frente de la Primera Federación.

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