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Óscar Sanz rescata un punto contra el Sestao (1-1)

Los de Dani Vidal esquivan la derrota en el tiempo añadido después de un partido gris y se mantienen líderes en solitario

Pablo Fernández intentando rematar una jugada.Sestao River

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Si no puedes ganar, se tiene que empatar. Este lema lo siguió el Nàstic a la perfección después de un partido difícil en el campo del Sestao River. Óscar Sanz rescató un punto en el tiempo añadido en un duelo que parecía perdido en el cual el conjunto vasco impuso su ley. La conjunta grana no mostró su mejor versión, incluso llegó a ser inferior, pero tuvo el oficio de sumar un punto que lo mantiene líder en solitario, en dos del Deportivo.

Para solucionar el problema defensivo, Dani Vidal escogió la pareja de Unai Dufur e Iker Recio. También hubo un cambio más. Óscar Sanz le cogió la posición a Montalvo en medio del campo. El objetivo de este movimiento estaba claro, el técnico grana sabía que lo esperaba un partido duro y con poca circulación de la pelota y necesitaba más contundencia y menos toque en la medular.

El Sestao River mostró pronto sus cartas. En la casa suya, los vascos ofrecieron un juego controlado y directo, buscando, a menudo, la superioridad aérea. El conjunto de Aitor Calle controló los primeros minutos mientras que el Nàstic se acababa de adaptar al terreno de juego. Recio y Dufur, pareja no habitual, salieron con las ideas claras y no quisieron arriesgar ni un pase. Aunque el Sestao River empezó a pisar área grana pronto, el Nàstic se mostró sólido rehusando cada pelota con contundencia y sin arriesgarse.

El paso de los minutos evidenció la realidad del partido. La pelota no circulaba por el suelo y el duelo se transformó en un partido de voleibol a base de pilotadas arriba, coscorrones y centradas.

El conjunto vasco se encontraba cómodo en este escenario y encontró el espacio en el segundo palo. Después de una centrada lateral, Gaizka ganó la espalda de Dufur y remató a bocajarro. Dani Parra reaccionó en el instante y, por instinto, se hizo grande para tapar el máximo posible y, de esta manera, paró el remate con la cara.

Esta acción sirvió para despertar de golpe el Nàstic, que dio un paso adelante en ataque y consiguió hacer daño a pelota parada. Borja Martínez y Andy Escudero ejecutaron una jugada ensayada habitual esta temporada. Los lanzadores de simular la centrada en dos ocasiones para forzar el movimiento de los rematadores y funcionó. Pol Domingo la envió dentro, pero la jugada quedó anulada por fuera de juego y los grana fueron al descanso con empate a cero.

A la reanudación el Sestao River salió más fuerte y eso se tradujo en ocasiones de gol. Dani Parra tuvo que actuar pronto para salvar el equipo en dos ocasiones. Primero desviando un remate ajustado al palo y, después, reaccionando para interceptar con el brazo un chute desde el interior del área que había encontrado un espacio entre la multitud de piernas de los defensores. El Nàstic se vio sorprendido por la intensidad local y su juego disminuyó contra un Sestao protagonista. Finalmente, la insistencia tuvo premio. Kaxe recibió una pasada filtrada demasiado sencilla entre Recio y Dufur para plantarse ante Dani Parra. En un intento por driblar al portero grana, perdió el ángulo de remate, pero Parra, ingenuo cometió un penalti evitable. El delantero no perdonó y transformó la pena máxima. Poco después, podría haber llegado el segundo. En una transición, Guruzeta remató a solas en la portería, pero Dani Parra sacó la mano para evitar el gol y redimirse de la acción anterior.

Con el trabajo hecho, el Sestao River se recogió en defensa y el partido, como el tiempo de ayer en Sestao, se oscureció. Empezó a llover a cántaros y el Nàstic, a pesar de recuperar la pelota, se notaba perdido sin saber concretar las ocasiones. Eso se arregló con la entrada de Mula. El fichaje grana empezó a despertar el ataque grana y las centradas estériles se convirtieron en ocasiones de gol. Precisamente, una centrada de Mula la remató Marc Fernández en el fondo de la red, sin embargo, de nuevo, estaba fuera de juego. El Nàstic había vuelto, el ambiente era diferente y los grana extrajeron su espíritu de lucha. Como no podía ser de otra manera, el gol llegó de pelota parada. En el tiempo añadido, Dani Parra envió la pelota al área y, como una carrera de relevos, el gol llegó en tres instantes. Primer Dufur peinó redirigir la pelota al punto de penalti, allí Dufur, con el nuca, la acomodó al primer palo y la cabeza de Óscar Sanz apareció, milagrosa, para enviar la pelota al fondo de la red.

De esta manera, el Nàstic rescató un punto de Sestao y se mantiene líder.

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