Las remontadas: la asignatura que todavía tiene pendiente el Nàstic

El Nàstic sufrió el domingo pasado una derrota especialmente dolorosa. Al hecho de verse superados por el colista de la categoría, se le suma la pérdida del liderato de grupo, el hecho de sumar la primera derrota de la temporada en el Nou Estadi delante de la afición grana y el sabor amargo de no haber podido responder al primer golpe del Teruel después de un inicio de partido bueno del Nàstic. Y es que el partido contra el Teruel empezó con un equipo de Dani Vidal enchufado con el encuentro y propositivo que no tardó en amenazar la portería de un Taliby que se hizo enorme bajo los tres palos.

Sin embargo, el primer golpe no tardó en llegar con una jugada desafortunada en el área grana que acabó con el primer gol de los visitantes antes del minuto 10 de partido, pillando a los granas por sorpresa. El equipo continuó en busca del empate, pero un segundo gol visitante en un error defensivo acabó de hundir a un Nàstic que ya no supo centrarse y trató de darle la vuelta al marcador.

«Poca mandíbula»

Y es que si una cosa le ha estado faltando al Nàstic, desde ya hace un tiempo, es mandíbula para encajar los golpes. De los últimos 21 partidos en los que el equipo se ha visto por detrás en el marcador, incluyendo el partido de Copa del Rey del curso pasado contra Osasuna, el equipo grana no ha conseguido remontar ninguno. De hecho, de estos 21 encuentros, sólo en cinco ha sido capaz de acabar igualando el marcador después de ponerse por detrás.

Esta temporada sólo lo ha conseguido en el partido anterior al del Teruel en Sestao, en la visita de la Real Sociedad B y en el Cerro del Espino en un partido en el que se vio por detrás casi desde el primer minuto. La temporada pasada también consiguió igualar los partidos contra el Amorebieta y el Alcoyano, después de que el rival se adelantara en el marcador. Sin embargo, en ninguno de ellos se acabó el trabajo y no se completó ninguna remontada.

La última vez que sí que se consiguió fue el 19 de noviembre de 2022, ahora hace 466 días (más de un año y tres meses), cuando los goles de Joan Oriol y Javi Bonilla, desde el punto de penalti, le dieron la vuelta a la tortilla a la diana inicial de Manu Sánchez, del Castellón. Justo un mes antes, los granas también habían conseguido cambiar el marcador en la visita del Real Murcia en Tarragona, en la que son las dos únicos remontadas del Nàstic la temporada pasada, ambos conseguidas desde la dirección técnica de Raül Agné.

Durante este tiempo, en cambio, el Nàstic sí que ha sufrido remontadas en contra. Hasta cuatro veces ha visto cómo a su aventaja inicial le daban la vuelta. Si el Nàstic quiere seguir optando a liderar el grupo en Primera Federación y aspirar, por lo tanto, al ascenso directo, tendrá que aprender a gestionar mejor estas situaciones en las que se ve, momentáneamente, por detrás del marcador y con la necesidad de cambiarlo, consciente que el reloj corre en contra suya, pero que un gol cambia el escenario del parido por completo. Una situación que también podría ser importante en una hipotética promoción de ascenso.