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Nàstic-Deportivo: una jornada de categoría superior

El Nou Estadi rugió en apoyo del su equipo en un partido que inició con la previa dos horas antes del silbido inicial

El Nou Estadi Costa Daurada, lleno.Gerard Martí Roig

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Ayer se vivió en el Nou Estadi Costa Daurada una jornada de categoría superior. Los partidos duran noventa minutos, pero el Nàstic-Deportivo ya hacía una semana que había empezado. El calor de partido especial se había empezado a crear a las redes en el esperado enfrentamiento entre los dos mejores equipos de la categoría. Primero, los dos conjuntos chocaron a las redes sociales, a través de sus seguidores. Se creó una sensación de no querer perderse un partido crucial, aunque no sea así a la clasificación, y, desde el miércoles, las entradas ya estaban agotadas.

Ayer, en el día D, el ambiente en el Nou Estadi Costa Daurada empezó a caldearse desde más de un par de horas antes de que el árbitro silbara el inicio del duelo. Se sabía que este sería un partido especial cuando, a pesar de la antelación, ya había retención en los accesos al Vall de l'Arrebassada, tanto por la nacional como por la Vía Augusta. De hecho, los vados de los caminos en torno al Nou Estadi Costa Daurada empezaban a llenarse de vehículos. Estos eran los de los conductores más astutos que querían evitar el colapso posterior, pero ninguno de ellos se podía avanzar a una retención que castigaría a todo el mundo por igual. Con todo, los intrépidos que decidieron madrugar para llegar temprano al estadio obtuvieron el premio de poder aparcar, porque, quien tuvo el desacierto de llegar una o media hora tarde, se encontró los accesos cortados por la Guardia Urbana porque los parkings estaban completos. Días como estos hacen que uno alce una ceja i pensar cómo se lo hará la gente para poder ir a ver el Nàstic con su vehículo cuando las obras del PMU-34 estén en marcha y lo que es ahora el gran parking del día de partido se convierta en otro edificio de hormigón y una zona, previsiblemente, pintada de verde. Y más todavía teniendo en cuenta la ausencia de los autobuses especiales de día de partido.

Una vez en las puertas del Nou Estadi Costa Daurada se podía sentir en el aire el hervor de la previa del partido. En la zona, teñida de grana con pequeñas manchas azules representadas por la afición del Deportivo, se sentía el rumor nervioso de alabanzas y análisis precisos del equipo rival por parte de los aficionados y, finalmente, las ineludibles porras de cómo acabará el encuentro. Los alrededores del Nou Estadi sumaban progresivamente más protagonistas, porque el goteo de aficionados era constante. De esta manera, se empezó a formar una imagen que representaba más que Tarragona. El escudo del Nàstic va más allá que la misma ciudad, y es que ayer se unieron habituales y tempranos que llegaban desde el Vendrell y las Tierras del Ebro, así como Cambrils, Vila-seca y de los barrios tarraconenses. Todos estos vestidos de grana para animar el equipo de su corazón. Por otra parte, también se hacía notar la afición visitante. El duelo no sería especial de no contar con un amplio apoyo de deportivistas. Más de un millar de seguidores del club blanquiazul visitaron el Nou Estadi Costa Daurada para dar apoyo a su equipo. En las puertas del estadio, la calma y la complicidad reinaban, las disputas se aplazaron hasta llegar al interior del recinto con el partido en marcha.

Esta calma tensa se rompió con la llegada del autobús del Deportivo. Los aficionados del Nàstic no tardaron en darles la bienvenida con cánticos y gritos. Este fue el último ingrediente para crear un partido como ningún otro esta temporada.

De hecho, la entrada fue de absoluto récord. 13.873 espectadores llenaron las graderías del Nuevo Estadio. Esta cifra entra en el top 3 entre el final del play-off de ascenso a Segunda contra el Huesca el año 2015 y el partido de casa contra el Osasuna el año 2016 cuando el Nàstic se jugaba el ascenso a Primera División.

Justo antes del silbato inicial, el Nàstic tuvo amor en el fútbol. Una pareja alemana se declaró matrimonio durante el calentamiento inicial, hecho que acabó con el ‘sí’ y la ovación del público del estadio y con el protagonista besando el escudo del Nàstic de su camiseta y también el césped. El Gol de Montaña, la peña Orgull Grana preparó un tifo representando la Vidalneta adelantando a sus competidores en el camino a Segunda División, el ‘Camino a Gloria’ se podía leer en la pancarta.

Cuando la pelota empezó a rodar sobre el césped, las graderías del Nou Estadi Costa Daurada acompañaron su equipo desde el primer minuto rugiendo diferentes cánticos para dar aliento en su equipo y también protestante las decisiones arbitrales. Además, aparecieron cuando el equipo más los necesitaba, cuando el Deportivo se adelantó en el marcador, para levantar su equipo del suelo con su calor y acabaron celebrando con euforia el gol de Pablo Fernández, haciendo vibrar todo el Nou Estadi Costa Daurada. Finalmente, como su equipo, se quedaron con ganas de más, pero se va el resultado más importante fue el vínculo y la comunión que se mostró entre equipo y afición. Esta unión que tiene un mismo destino, el ascenso a Segunda, y toda la aficionada grana ya está dentro de la Vidalneta.

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