Fútbol
Dani Vidal necesita recuperar la figura del jugador revulsivo del ataque del Nàstic
La última vez que el banquillo impactó en un resultado fue contra el Deportivo con la asistencia de David Concha
En los últimos cinco partidos el Nàstic ha perdido una figura importante para solucionar los partidos cuando estos se ponen difíciles: el revulsivo. El jugador que ostenta este papel es aquel que sale a la segunda mitad para reactivar el ataque de un equipo y buscar el gol para empezar un remontada o para romper un empate.
Al principio de la temporada, la profundidad del banquillo tenía un valor incalculable y, de hecho, los revulsivos dieron más de una alegría al equipo. Por ejemplo, Ander Gorostidi salió al segundo tiempo y marcó el gol de la victoria contra el Barça Atlètic, Jaume Jardí consiguió el 2-0 contra el Sabadell y Mario Rodríguez revolucionó el duelo contra el Rayo Majadahonda y marcó el 2-1 contra el Tarazona.
La última vez que un jugador salido desde el banquillo marcó fue hace quince partidos, cuando Marc Fernández hizo el 3-0 contra el Cornellà en el Nou Estadi Costa Daurada. A pesar de eso, el papel de un revulsivo no sólo se valora con los goles, sino en la capacidad de generarlos. Alan Godoy y Álex Mula fueron cruciales para la reacción grana contra la Real Sociedad B (0-2) y el Sestao River (1-1). Finalmente, el último suplente que impactó en un resultado fue David Concha, que asistió a Pablo Fernández en el 1-1 contra el Deportivo de la Coruña, hace seis partidos.
El último domingo el Nàstic necesitaba piernas e ideas frescas para remontar contra el Tarazona, pero ni Mario Rodríguez, Alan Godoy ni Gorka Santamaría consiguieron hacer cosquillas a la férrea defensa local. Andy Escudero fue más proactivo, pero, en este caso, faltó el acierto.
Durante esta segunda vuelta, las rotaciones al ataque grana han sido habituales, y jugadores como Jaume Jardí y Marc Fernández han pasado de suplentes a titulares para buscar diferentes alternativas. Con todo, cuando estos dos han sido protagonistas ha sido desde el once inicial y no tanto desde el banquillo. En el último partido en casa, contra el Fuenlabrada, Pablo Fernández cogió el rol de revulsivo por primera vez esta temporada. El delantero asturiano se quedó en el banquillo y salió al segundo tiempo para ganar duelos a la defensa y ofrecer control de zona. Con todo, ni siquiera él, uno de los jugadores con más impacto de la temporada, pudo cambiar la dinámica del partido.
Este domingo el Nàstic vuelve al Nou Estadi Costa Daurada para jugar contra el Celta Fortuna, el tercer clasificado. De la misma manera que en el partido de la primera vuelta, se espera un duelo largo y disputado y, por eso, el equipo necesita recuperar aquel factor diferencial con la figura del revulsivo.
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