Alan Godoy, el ‘rayo’ que necesita el ataque del Nàstic en el tramo final de temporada

Dos finales para conseguir la segunda posición y el play-off. Después de alcanzar matemáticamente la fase de ascenso el último fin de semana, el Nàstic se prepara para encarar el tramo decisivo de la temporada. En estos partidos son los que requieren la mejor versión de cada jugador y, contra el SD Logroñés, volvió a enchufarse una pieza más que necesaria para el equipo: Alan Godoy. El canario volvió a mostrar su velocidad para romper la defensa rival con la fuerza de un rayo y marcar el 1-0 en su mejor partido de grana.

El delantero llegó a Tarragona en el mercado de invierno como una herramienta más para reforzar el ataque. Los grana necesitaban goles, es la gran tarea pendiente de esta temporada, y el canario prometía ser el revulsivo que el equipo necesitaba. De hecho, el año pasado llegó en las mismas circunstancias al Atlético Sanluqueño de Segunda Federación. Su entrada propulsó el equipo andaluz y, con siete goles en trece partidos, alcanzó el ascenso en Primera Federación y también se ganó la oportunidad de dar el salto a Segunda División.

El canario llegó al Nàstic para reproducir esta épica y así lo hizo durante el primer mes. Godoy fue el jugador desequilibrante, veloz y habilitador que permitió revolucionar la parte ofensiva del equipo. Aterrizó en Tarragona con la fuerza de un rayo. En los tres primeros partidos sumó una asistencia y un gol que lo propulsaron hacia el once inicial. Sin embargo, con el paso de las jornadas, su impacto en ataque se diluyó. Godoy no perdió la intensidad. Ejecutó su papel como acompañante de Pablo añadiéndose a la presión grana, aunque a veces fue desmesurada y le hizo acumular cuatro tarjetas amarillas. A pesar de eso, los delanteros viven del gol y su papel quedó relegado al del revulsivo y, finalmente, se quedó en segundo plano.

El último sábado, contra el SD Logroñés, Godoy se decidió a volver a ser el protagonista. El delantero canario volvió a brillar en su punto fuerte: la velocidad. De esta manera, va consiguió su segundo gol con la camiseta grana, rompiendo doce partidos de sequía.

El canario recibió una pasada filtrada de Jaume Jardí y se plantó en el área rival con sólo un defensor entre la portería y la pelota. El delantero sacó su arsenal técnico y dribló, buscó el espacio y puso la pelota en un agujero al que el portero visitante no podía llegar. Con el gol Godoy rompió la sequía general del Nàstic y también ganó en confianza. Marcar fue una liberación y se notó en el resto del partido. El canario se mostró más eléctrico y preciso, incluso marcó el segundo haciendo un sombrero al portero, aunque la jugada fue anulada por fuera de juego. Incluso, en la segunda mitad se animó a ejecutar un remate acrobático que salió fuera por bien poco.

El sábado, Godoy volvió a ser el rayo que el Nàstic necesitaba. De hecho, también lo lleva en su peinado. Ahora tiene que mantenerse enchufado en el tramo de la temporada en el que brillan los jugadores decisivos.

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