Tarragona decidirá (2-2)

El duelo se decidirá en Tarragona. El Nàstic tuvo que dar un paso adelante en coraje para remontar en dos ocasiones dos goles de un acertado Rodri Ríos que superó la defensa grana. Primero, una chilena perfecta de Alan Godoy y, después, un estelar Ander Gorostidi en el descuento pusieron el 2-2 en un partido digno de play-off.

El inicio del partido fue un pulso entre los dos equipos. En primera instancia, el Nàstic fue el victorioso. Los grana consiguieron la primera ocasión del partido en el primer minuto. Alan Godoy lideró un contraataque ganándole la espalda a la defensa local y el canario decidió servir en bandeja la ocasión a Pablo Fernández. El delantero, solo en la frontal, perdonó con una definición blanda. En un play-off, no se puede perdonar las ocasiones claras y el Nàstic lo acabó pagando.

Como la llegada de una tormenta inesperada en verano, la marea cambió y las olas del Ceuta se convirtieron en un tsunami que superó por completo el Nàstic. Los de José Juan Romero empezaron a coger velocidad con la pelota. Al primer toque, con rapidez y decisión, deshabilitaron por completo el medio del campo grana con un Crisantus Uche superior. En cuestión de minutos, esta victoria en la medular se transformó en ocasiones y el Ceuta no hizo como el Nàstic y no perdonó.

Alberto Varo detuvo un remate de Uche desde la frontal, pero dejó la pelota viva en la banda derecha. El Ceuta la recogió y la centró al punto de penalti. Como un tiburón que ha detectado la sangre, Rodri Ríos estaba completamente solo ante Varo y marcó el 1-0 a placer. En menos de 10 minutos, la mejor defensa de la categoría fue superada con relativa facilidad.

El gol dejó el Nàstic en lona y el Ceuta lo aprovechó para apretar el acelerador. El conjunto local deshabilitaba la presión grana con facilidad y juego veloz. Con tres pasadas, se plantaban delante de la portería de Varo para generar peligro. Los grana no podían hacer más que sacar agua como podían. De hecho, el Ceuta marcó el segundo, pero Uche estaba en fuera de juego. Poco a poco, los grana van recomponer, pero fue el Ceuta el encargado de cerrar la primera mitad con uno remado de cabeza de Rodri Ríos que salió fuera.

Era el momento de la charla motivacional. Y funcionó. El Nàstic salió a la reanudación conectado, con la mano en el timón y, en poco tiempo, sacó petróleo con un córner que fue clave. Sin Borja, Jaume Jardí puso el esférico en el segundo palo. Allí, Trigueros alargó la jugada con un golpe de cabeza y la magia llenó el ambiente. Alan Godoy ejecutó a una chilena perfecta para poner el 1-1 en el marcador. Godoy no es un rayo, es una estrella.

Con el empate, el Nàstic volvió a poner calma al partido, pero el Ceuta fue un experto a la hora de romperla. En un momento blando Aisar condujo el esférico de punta a punta de la frontal del área para dejarla a Cedric. El extremo, sin presión, se detuvo y centró en el segundo palo. Allí estaba Rodri Ríos, en un sándwich grana entre Nacho y Joan Oriol. Con todo, el delantero consiguió rematar y poner el 2-1. La mejor defensa de la categoría, ayer, no sufrió grietas con facilidad.

Tocaba empezar desde cero y el Ceuta lo puso más fácil. Cristian Rodríguez pecó de novato y, después de un golpe, le dio en el pecho de Nacho sin la pelota en juego y delante de el árbitro. El colegiado no dudó y lo expulsó con roja directa dejando el Ceuta jugando con un hombre menos durante un cuarto de hora.

El Nàstic volvió al trabajo con superioridad y Nacho empató en un córner, sin embargo, el árbitro lo anuló por una falta dudosa. Los grana no se rindieron y siguieron hasta el final. Y el premio llegó. David Concha puso la magia de nuevo en el primer palo. De la nada, Ander Gorostidi salió para poner la cabeza y, en el descuento, poner el 2-2 final. El Nàstic salió vivo del Ceuta y se ha ganado decidir la eliminatoria en Tarragona.