El Nàstic es un equipo más temible con el Nou Estadi Costa Daurada lleno

El Nàstic adquirió el billete para la final del play-off de ascenso por la puerta grande. El duelo contra el Ceuta del último domingo dejó varias imágenes para la historia, pero la más destacable fueron la de las 13.972 almas en las gradas del Nou Estadi Costa Daurada. A pesar de no ser el definitivo, el ambiente en el estadio fue de auténtica final: empezó dos horas antes del partido con un eufórico recibimiento al autobús del Nàstic, se hizo valer durante los más de 90 minutos animando al equipo y se acabó de hacer evidente con la comunión con los jugadores celebrando el triunfo. Además, se volvió a mostrar la evidencia de que, con el estadio lleno, el Nàstic es más contundente.

En la última década, el Nou Estadi ha superado el techo de los 13.000 asistentes en siete ocasiones y, de estas, seis han acabado con victoria y sólo una en un empate. Este fue el duelo de liga regular del último 10 de marzo contra el Deportivo de la Coruña. Los grana dominaron el equipo gallego, pero no pudieron llevarse los tres puntos a pesar de merecerlo. Entonces fueron 13.873 personas, de las cuales más de 1.500 fueron aficionados del Deportivo.

El duelo del domingo contra el Ceuta se situó en el top 3 con 13.972 personas y la proporción de aficionados Nàstic fue mucho más elevada, porque el Ceuta sólo llevó más de 200 personas a la grada visitante. Este partido sólo ha sido superado por dos partidos de Segunda División, contra el Elche (13 de junio de 2010) y contra Osasuna (25 de mayo de 2016). Los dos superaron el límite de las 14.000 personas y acabaron con victoria por 3-1 y 1-0, respectivamente.

El impacto del Nou Estadi Costa Daurada fue más que evidente. Los jugadores de Dani Vidal salieron enchufados en el partido y, más allá de una ocasión aislada de Rodri Ríos, los grana sometieron al Ceuta en todas y cada una de las zonas del campo. El partido en el Alfonso Murube pareció un espejismo porque, los mismos 11 jugadores, con la única novedad de David Concha, dominaron sus marcas con comodidad. Óscar Sanz y Ander Gorostidi pasaron por encima de Uche y Meléndez y Pol Domingo y Joan Oriol controlaron con más contundencia los veloces Cedric y Aisar. Con respecto a Rodri Ríos, Pablo Trigueros y Nacho González no le sacaron el ojo de encima.

En ataque, el Nàstic fluyó y acabó por resolver gracias a dos genialidades. En los partidos importantes, las individualidades marcan la diferencia y el domingo brillaron con una luz especial Alan Godoy y Joan Oriol. El canario realizó un control orientado exquisito por colarse entre los dos centrales para hacer el 1-0 y, poco después, Joan Oriol dribló hasta tres jugadores visitantes para dejar el gol en bandeja a Borja Martínez.

Dani Vidal destacó en el postpartido que «la afición ha empujado el equipo en los buenos momentos y los animo a que estén a nuestro lado porque con ellos es más fácil». Esta es una realidad porque, en los grandes escenarios, el Nàstic brilla y se espera que el último duelo del 22 de junio a las 21 horas, el estadio vuelva a sumar un nuevo récord para la historia.

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