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Lluís Fàbregas: «No subir a Segunda supone seguir aportando recursos propios y queremos optar por el ascenso»

El presidente ejecutivo del Nàstic repasa en el Diari Més la actualidad económica, deportiva y social de la entidad

El nuevo presidente ejecutivo del Nàstic, Lluís Fàbregas, en el Nou Estadi Costa Daurada.Gerard Marti Roig

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¿Qué significa el Nàstic para usted?

«El Nàstic es una parte muy importante de mi vida. Desde muy joven, mi aspiración era poder ser futbolista del primer equipo. Crecí deportivamente de la mano de este club y tuve la gran suerte de poder defender el escudo sobre el césped durante dos años. Y he seguido vinculado toda mi vida».

Toda la vida dedicada al Nàstic.

«Con un buen amigo creamos una empresa de gestión deportiva y en el 2004 fuimos proveedores del Nàstic a través de la marca Umbro. Finalmente, lideré el departamento de marca durante cuatro años y, posteriormente, ocupé el cargo de director general desde diciembre del 2009 hasta la semana pasada. Así que, sí, el Nàstic es gran parte de mi vida».

De director general a presidente. ¿Por qué aceptó?

«Conozco muy bien el club desde diferentes vertientes y creo que eso es muy enriquecedor e importante. Desde la parte del vestuario y del campo, hasta la parte que supone generar recursos y formar parte de la estructura importante del club. De hecho, hace años que he participado y he trabajado representando al club en Madrid y en la Liga. Ahora toca dar el paso de asumir la presidencia ejecutiva de la SAD, que es un cargo que nunca me había imaginado. Entiendo el nivel de responsabilidad institucional que supone, que va más allá de la que había tenido hasta ahora sin dejar de lado la parte ejecutiva, que es trabajar por el bien de la entidad. Hace muchos años que me dedico a tomar decisiones, y, ahora, las tengo que continuar tomando de la misma manera. De esta manera, no cambiará mi manera de actuar con respecto a ser director general o ser presidente».

Ahora estará en primera línea.

«Sí, aunque la gente ya me conoce después de estar tantos años en una posición de responsabilidad como es la de director general. Al final, todo el mundo te identifica tanto por lo bueno como por lo malo. Ahora toca pasar a esta primera línea, que es un reto complejo porque el listón está muy alto después de una gestión impecable y de prestigio como la de Josep Maria Andreu. Además, tantos años trabajando a su lado me ha servido para aprender mucho a la hora de cuándocómo tomar decisiones. El hecho de que él y el resto del Consejo me haya dado confianza es una satisfacción enorme y estoy convencido de que no les decepcionaré».

Josep Maria Andreu ha dejado el cargo, pero sigue formando parte del Consejo de Administración. ¿Tendrá en cuenta su consejo?

«Por descontado. Una de las condiciones para poder aceptar esta propuesta era que Josep Maria estuviera presente en el Consejo de Administración. Él es el máximo accionista de la SAD a día de hoy y sigue formando parte del órgano directivo, del Consejo, de lo que valida, como el resto de compañeros, la política y la estrategia a seguir en el corto, medio y largo plazo. El hecho de no encontrarte solo y no tener que construir una cosa nueva hace que me sienta cómodo y acompañado. Eso significa que no hemos acabado el proyecto y el objetivo que se marcó este Consejo en el año 2012 cuando entró. Saneamos la entidad con una gestión responsable y volvimos a la categoría profesional. Ahora nos encontramos donde estamos y hemos llegado a dos finales en tres años, que se tiene que tener en cuenta. Seguiremos luchando para salir de esta categoría insostenible».

Fredrik Wester es uno de los accionistas más importantes y miembro del Consejo. ¿Cuál es su relación con él?

«Tenemos muy buena relación, como la de un miembro más del Consejo de Administración. Es una persona que durante tres años ha dado confianza al Consejo, principalmente a Josep Maria Andreu y, ahora, a mí. Nos acompaña en las decisiones, mostrando su punto de vista y preocupándose para que esta entidad siga creciendo. Fredrik Wester ha ocupado una posición clave como lo hizo en su momento Promosport, un socio externo que acompañó a Josep Maria en su gestión, aunque ahora ya no está. Hace unos años, Josep Maria y yo nos reunimos con Fredrik Wester, él analizó el club, hizo una due diligence para constatar que todo lo que le dijimos era real y se sumó al proyecto. Estamos muy contentos con que esté con nosotros en este camino».

La transición es más fácil cuando ya está involucrado en el proyecto. ¿Con qué Nàstic se encuentra?

«Me encuentro con todo aquello en lo que he podido participar para llevar al club donde está ahora: una entidad plenamente saneada, con unas finanzas realmente sólidas aportadas por los accionistas. Hace una semana aprobamos una ampliación de capital de 3.020.000 euros. Eso significa que las personas que forman parte de esta entidad ponen recursos de su bolsillo a disposición del club para que no haya deudas. Por lo tanto, hace que seamos una entidad muy bien referenciada y con crédito. No es la misma foto la de hoy que la que encontré cuando entramos la última vez. Entonces había 8 millones de deuda, no se podía pagar la seguridad social, ni hacienda, ni a los jugadores. Además, teníamos una amenaza real de desaparición del club. Gracias a la aportación de los accionistas resolvimos la situación y nos ha dejado como estamos a día de hoy».

¿Qué supone no subir a Segunda División económicamente?

«Supone seguir aportando recursos propios. Si quieres tener un presupuesto competitivo y estar a la altura de los grandes para poder optar para dejar la categoría, te obliga a cubrir el presupuesto para no dejar ninguna deuda. Nosotros cerraremos las finanzas de este año con el presupuesto aprobado en la Junta General con un desfase de 1.300.000 euros, que creemos que, incluso, puede ser menor. La manera de hacer de este Consejo fue aportar el dinero que faltaba y no hacer que el que venga detrás se lo encuentre. Por eso hicimos la ampliación de capital y por eso tenemos previstas más ampliaciones en el futuro si hace falta. Tenemos otra opción, que es hacer un presupuesto en base a lo que generamos. Otros clubs como el Cornellà lo han hecho y han acabado descendiendo y perdiendo dinero igualmente. Nosotros luchamos por la otra opción. Sólo hay que ver qué equipos han subido este año: Castellón, Deportivo, Málaga y Córdoba. Entidades históricas con masas sociales enormes y muchas instituciones detrás suyo. Clubs que apuestan fuerte por subir».

¿El Nàstic puede sobrevivir un año, dos o tres económicamente en Primera RFEF?

«El Nàstic puede seguir subsistiendo escogiendo el modelo de optar a dejar esta categoría siempre que se aporten recursos, lo que comporta que los accionistas autoricen y estén dispuestos a la ampliación de capital. Cuando digan que no, este modelo no podrá ser sostenible y se tendrá que pasar al modelo en base a lo que se genera. Esta categoría es insostenible, los equipos que forman parte acumulan 40 millones de déficit y eso sin tener en cuenta a los filiales, que tienen unos recursos y condiciones con las que nos es imposible competir, porque tienen el apoyo de equipos en categorías profesionales. Nosotros siempre hemos dicho que no tendrían que optar al premio del ascenso. Al mismo tiempo, creemos que entre los 40 equipos que forman parte hay una gran diferencia entre clubs y estructuras. La Federación se tendría que repensar el número de equipos participantes y el hecho de los ingresos».

Destacó durante la Junta de Accionistas que el Nàstic es uno de los equipos que más ingresa de la categoría.

«Sí, somos de los 7 o 8 equipos que más ingresan y eso es gracias al equipo que no se ve, pero que trabaja incansablemente para obtener recursos. Desde los socios, las facilidades que se dan y el precio que se estipulan en consecuencia al espectáculo deportivo que se da, hasta la fiabilidad que da el Nàstic de Tarragona a las empresas. Las entidades no quieren estar asociadas con gente con mala reputación o las que no cumplen sus responsabilidades. Cualquiera de las empresas y las instituciones que renuevan el patrocinio con nosotros lo hacen porque confían en nosotros y porque quieren formar parte de la entidad. Hasta ahora, la figura de Josep Maria Andreu era la que reunía estos condicionantes y daba esta fiabilidad. Él no se marcha a ningún sitio y seguirá aportando. Creemos que es un activo muy importante para nosotros y nos ayuda al hecho a que las cosas sean más fáciles».

Una de las novedades de este año es que habrá un nuevo patrocinador principal en la camiseta del primer equipo.

«Sí, estamos trabajando en eso y en breve anunciaremos el cambio que habrá. Se decidió que, después de 10 años, Sorigué dejara la primera línea de patrocinio. Esta era una decisión que ya estaba tomada independientemente de haber alcanzado el ascenso de categoría o no. Con todo, seguirán siendo una parte muy importante del Nàstic Genuine. Serán el patrocinador junto con las otras dos empresas que están en este proyecto, así que Sorigué nos sigue dando confianza y estamos muy agradecidos. Con respecto al primer equipo, queremos que nos patrocine una marca sólida y que también transmita los valores de un club que casi tiene 140 años de historia».

A nivel deportivo, ¿mantener la confianza en el cuerpo técnico era prioritario?

«Sí, creemos que se hizo un gran trabajo. Sólo faltó poner la guinda al pastel. Eso es consecuencia de una dirección deportiva acertada. Estas son las que escogen a los técnicos, los médicos, los fisios y son los entrenadores los que se preocupan de que haya esta armonía y de hacer un gran bloque para alcanzar buenos resultados deportivos. Además, sabiendo que durante la temporada hay altibajos y han tenido la capacidad de aguantar y ser fuertes. Muchas veces también han tenido una buena capacidad para aislarse de un entorno que quería provocar cambios o quemar según qué cosas. Aquí se ha conseguido estabilidad, lo que ha acabado dando el resultado de llegar a estar a un paso del ascenso».

Dejó claro que el objetivo es el ascenso directo. ¿Como ve el reto con el grupo que ha tocado?

«Contamos con dos equipos como el Andorra y el Amorebieta que tienen una compensación económica de unos 1.300.000 euros de la Liga por haber descendido, así ya es una ventaja importante. Además, sumamos los cinco filiales de la categoría y también tenemos que sumar equipos importantes como la Ponferradina, Lugo, Cultural Leonesa... Es un riesgo muy alto, pero somos valientes, es nuestra apuesta y queremos el ascenso. Es un reto complicado, pero en tres años hemos hecho dos finales de play-off, eso es un mérito que se tiene que reconocer».

A nivel de sanciones, ¿se espera que se reduzcan con la apelación?

«Sí, tenemos absoluta confianza. Se presentó un recurso dentro del plazo y de la forma apropiada la semana pasada, argumentando y aportando pruebas del porqué creemos que la sanción es totalmente desmesurada e inmerecida. Haremos todo lo posible para hacer justicia. Todo el mundo vio lo que pasó en el estadio».

¿Estaría satisfecho si se redujera la sanción a la mitad?

«Estaremos satisfechos cuando queden a cero partidos, porque todo el mundo vio que no pasó absolutamente nada. La gente del Málaga bajó al campo y pudieron celebrar perfectamente su alegría sin ser expulsados ni sacados del campo ni siendo increpados. Tuvieron total libertad y a nivel de campo no pasó nada que pueda ser merecedor de cuatro partidos de sanción. Hay un informe de los Mossos d'Esquadra que explica perfectamente lo que pasó».

A nivel de relaciones con la Federación Catalana, como presidente, ¿se puede hacer alguna cosa para mejorarlas?

«Creo que hemos sido dejados y no nos han tenido en consideración para nada. No sólo no nos han puesto facilidades, sino que nos han puesto obstáculos si han podido. Ni te ayudan, ni se preocupan, ni te acompañan en un hito tan importante como el de un ascenso. No esperemos nada. Nosotros hemos analizado lo que hemos podido hacer mal, y creo que ha sido decir lo que pensamos y donde toca, en las reuniones de Madrid y Barcelona. Hemos explicado lo que vemos y nos hemos expresado, eso ha sido. Las cosas acabarán cayendo por su propio peso».

¿Qué espera de la campaña de socios?

«Estamos muy contentos sobre todo después de la primera semana de nuevas altas. Firmamos más de 300 nuevos socios en los primeros siete días de campaña, que es casi un 90% más con respecto al año pasado. Esta semana ha empezado la renovación y el alta presencial y hemos reforzado el trabajo presencial de atención al socio con una persona más. El curso pasado lo cerramos con 7.802 socios, así que el objetivo es que estas personas renueven el carné».

¿Proyecta mejoras en el estadio, como por ejemplo el videomarcador?

«Sí, estamos ultimando la renovación del videomarcador. Durante la temporada hicimos acciones de mantenimiento puntuales, pero tendremos un videomarcador nuevo, quizás no en agosto, pero seguro que estará en septiembre. Pondremos uno nuevo que esté a la altura».

¿Qué mensaje deja para los nastiquers, tanto para los que le critican como los que no?

«El hecho de estar donde estoy hace que seas criticado. Ya lo era antes, cuando era director de marca y también cuando paraba pelotas, ha ido siempre conmigo. Soy una persona responsable y no me afectan las críticas. Me gustaría que todo el mundo hablara bien, pero es un ideal imposible. Lo que puedo hacer es trabajar y que los resultados sean positivos. Pido comprensión, acompañamiento y críticas constructivas y merecidas; las asumiré».

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