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Victoria y liderazgo, el mejor homenaje a Santi Coch (1-0)

El Nàstic superó en el Tarazona en un duelo en el cual los grana fueron superiores en aunque Pablo Fernández culminó con su estreno

Pol Domingo frena una centrada de Llácer.Tarazona

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Victoria y liderazgo momentáneo, el mejor homenaje del Nàstic hacia el eterno Santi Coch El conjunto grana se mostró superior en todo en el Tarazona; en juego, en ocasiones y en defensa. Pablo Fernández fue el verdugo marcando el gol del partido, pero el partidazo fue para Marc Montalvo, que ayudó a sumar los primeros tres puntos que colocan líder al Nàstic, a falta del resultado de los rivales mañana.

El inicio del partido estuvo marcado por el homenaje a Santi Coch. En el minuto 3, todo el Nou Estadi rindió un nuevo homenaje al eterno capitán aplaudiendo en su honor, porque su dorsal como jugador fue el 3. Dani Vidal devolvió al 4-4-2 con un cambio sorpresa que más bien era un mensaje. Óscar Sanz fue el central titular al lado de Unai Dufur, dejando Antonio Leal y Gorka Pérez en el banquillo.

Los primeros minutos fueron eléctricos. El empuje inicial del Nàstic ya es toda una tradición que no falló. En cuestión de dos minutos, Jaume Jardí ya protagonizó una ocasión cuando se quedó a un palmo para rematar una centrada en el área pequeña. Con todo, el viento a favor se giró en contra. En el minuto diez, un error en la salida de la pelota de Óscar Sanz hizo entrar al Nàstic en una espiral gris. La pelota no se alejaba del área grana e, incluso, Alberto Varo tuvo que actuar para detener un tiro cruzado desde el vértice izquierdo de Narro. En ataque, el Nàstic se mostraba errático e incómodo. Les pasadas al primer toque no salían y cuando los grana probaban el juego directo se encontraban a Marc Trilles, contundente en los duelos.

Con todo, se necesitaba un poco más que eso para parar el Nàstic. Sobre todo esta tarde. A falta de posesión, la presión elevada local dio frutos. Pablo y Antoñín incomodaban a los centrales del Tarazona. Poco a poco, los centrales se complicaban más la salida de la pelota y, en una de estas, Jaume Jardí la interceptó. Antoñín continuó la jugada y, con un toque suave y exquisito, centró en el segundo palo donde estaba a su compañero Pablo Fernández. Manu Rico, del Tarazona, saltó para rechazar pelota, pero no llegó y, a la pequeña, Pablo Fernández no falló. El asturiano remató a bocajarro para sorprender en Fuoli con una golpe de cabeza imparable. Era su primer gol de la temporada, y se lo dedicó a Santi Coch, levantando al viento la camiseta del histórico capitán grana.

El gol fue una inyección de adrenalina tanto en el Nou Estadi como en el equipo. Las dudas y la frialdad se desvanecieron en un instante y el Nàstic empezó a gustar al público y a sí mismo. Les pasadas volvían a conectar con fluidez y las ocasiones llegaban una detrás de la otra. Primer Polo Domingo, con un chute desde la frontal del área que paró a un defensor, después la probó Joan Oriol y, poco después, Gorostidi buscó el segundo con un golpe de hacia el primer palo después de una centrada de Jaume Jardí. Incluso, Antoñín tuvo la suya controlando la pelota dentro del área, ganando el pulso a un defensor para rematar a puerta, aunque Fuoli frustró el gol.

A pesar de las ocasiones, el partido fue al descanso con la mínima ventaja en el marcador. Así que tocaba rematar el trabajo a la segunda.

A la segunda mitad el partido se empezó a hacer más duro. El Tarazona subió en intensidad, con pelota y sin. La necesidad del empate era clara, pero el Nàstic supo superar la ola gracias, en gran parte, a Marc Montalvo. El riudomenc volvió a brillar con luz propia: se anticipaba a todas las pelotas, ganaba duelos con el cuerpo y estaba especialmente en la posición de sus compañeros para dejar siempre el esférico donde hacía falta.

Después de unas tímidas incorporaciones, Dani Vidal movió banquillo para dar paso a piernas frescas. Antoñín dio la asistencia de gol, pero se marchó al banquillo sin la suerte de marcar, aunque tuvo ocasiones suficientes, una justo antes de salir.

La entrada de Marc Fernández y la de Álex Jimenez dio vida al Nàstic. De hecho, dio goles, concretamente dos, pero no subieron al marcador. Primero, Marc Fernández culminó una gran jugada coral del equipo con un chute cruzado desde el vértice del área pequeña, pero se encontraba en fuera de juego en el momento de la pasada. Literalmente a la siguiente jugada, Marc Fernández ejecutó una pasada entre líneas que aprovechó Álex Jiménez. El punta no se lo pensó y ajustó el esférico al palo izquierdo. Era un golazo, pero también estaba en fuera de juego.

La presión del Nàstic aumentaba. Los grana querían el segundo, sabían que la ventaja mínima en el marcador podía acabar en susto, así que se centraron al atacar la portería de Fuoli sin dejar respirar el Tarazona.

En la parte defensiva, Unai Dufur no mostró ningún signo que haga preocupar. Estaba sólido al lado de Óscar Sanz. El Nou Estadi vio su equipo sólido y respondió con gritos de ánimo.

Los grana escogieron el camino del sufrimiento. El segundo gol no llegaba y, con el paso de los minutos, el Nàstic bajó el ritmo para no arriesgar. Buscar el segundo con demasiada insistencia podía abrir puertas al Tarazona a un contraataque. Incluso, Dani Vidal hizo debutar Gorka Pérez para establecer un muro de cinco defensores. Se tenía que poner el autobús.

El Nou Estadi también tuvo tiempo para disfrutar, porque los primeros acuerdos de la amparito roca aparecieron desde el gol de montaña. Santa Tecla ya está aquí y el Nàstic lo pudo celebrar con la primera victoria en Tarragona.

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