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Antoñín Cortés: «Más allá de los goles, lo que quiero es llevar al Nàstic de Tarragona como más alto mejor»

El delantero grana explica a Diari Més las sensaciones del partido contra la Real Sociedad B, reflexionó sobre su carrera hasta ahora y también presentó como es el jugador a nivel personal, más allá de los campos de fútbol

El jugador del Nàstic de Tarragona, Antoñín Cortés, después del entrenamiento de ayer en el Salou Sports Center.Gerard Martí

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¿Cómo ha ido la semana después de estrenarse como goleador del Nàstic?

«La verdad es que bien. Marcar un gol y ayudar al equipo siempre da un plus de confianza y te hace trabajar el resto de la semana de forma más tranquila. Ahora toca afrontar el próximo partido con ilusión y dejar atrás la última jornada».

Llevar el número 9 en la espalda es una responsabilidad. Siempre está asociado con el gol. ¿Es una recompensa haberlo conseguido?

«Sí, lucir el 9 en la camiseta no es fácil. Lo que se pide siempre es el gol y la semana pasada tuve la fortuna de abrir la lata. Llevo el número con orgullo, eso sí. Yo estoy concentrado en mi trabajo, que es la de ayudar al equipo de cualquier manera. Sea esforzándose en las presiones, jugar de espalda a los centrales, buscar el espacio y todo lo que me pida el míster. Si al final el gol llega, perfecto. Si no, pues toca esforzarse en el trabajo que hago sobre el césped y volver a intentarlo en el siguiente partido».

Este año su pareja habitual es Pablo Fernández. ¿Cómo va la sinergia?

«Bien. Jugar al lado de Pablo es un orgullo y me hace las cosas fáciles. Todo sabemos la clase de jugador que es y el potencial que tiene, porque abre espacios entre los defensores y gana todas las pelotas. Jugar a su lado hace que parezca mejor de lo que soy».

¿Cómo vivió sobre el césped el primer gol contra la Real Sociedad B?

«Mi impresión fue que la pelota ya estaba dentro cuando el defensa la tocó. Después del partido, cuando vi imágenes me surgieron más dudas, pero eso ya es agua pasada. Al final lo más importante es que la pelota entró y que pudimos empatar rápido porque el partido se había puesto difícil después de que se adelantaran en el marcador».

El segundo seguro que fue suyo. Se encargó de rematar con todo, sin pensar con las consecuencias físicas.

«Sí y tanto. Lo que más lamento es que no lo pude ni celebrar porque me di un golpe importante durante el salto que me dejó sin poder respirar. Cuando levanté la cabeza y vi la pelota dentro, ya me quedé satisfecho a pesar de las circunstancias. Eso sí, cuando vinieron todos mis compañeros a celebrarlo conmigo les tuve que decir que bajaran el nivel de euforia y me dejaran espacio para poder respirar [ríe]».

Se notó su convicción para marcar. Saltó con todo sin pensar en el contacto. Parecía que pensaras «este no me lo podrán quitar».

«La verdad es que fue una gran centro de Víctor Narro, principalmente. Miré la pelota y pensé que lo tenía que rematar como fuera. Lo más importante era enviar la pelota al fondo de la red, si me tenía que llevar un golpe por el camino, pues mala suerte».

La verdadera recompensa fue la ovación del Nou Estadi cuando fue sustituido.

«Me hizo mucha ilusión. Creo que al final la gente ve que me lo dejo todo en el campo, ve lo que puedo aportar, que es trabajo y más trabajo y eso lo aprecian. Así que lo que intentaré es no fallar y seguir trabajando cada día para ser un poco mejor que ayer».

¿Cómo es Antoñín Cortés a nivel personal?

«Soy una persona humilde que proviene de un barrio humilde y que no ha tenido una trayectoria fácil. Porque llegué a la élite muy joven y demasiado rápido, y eso hace que cometas errores y tomes malas decisiones. Soy un chico, que he tenido que madurar deprisa y aprender muchas cosas de la vida y del fútbol. Sin embargo, sobre todo, soy un chico que lo que quiere ahora mismo es trabajar, mejorar y centrarse en llevar al Nàstic de Tarragona como más alto mejor. Porque es el equipo que ha confiado en mí».

También se nota su parte animada en las redes sociales. Sobre todo después del vídeo gracioso que colgó en las redes sociales sobre «la perilla del gol»

«Sí es verdad que me gusta mucho hacer bromas. Al final los andaluces somos así, nuestra forma de ser es siempre bromear y poner un poco de humor a todo».

No extrañaría que muchos nastiquers se apuntaran a la moda y también hicieran un cambio de look sólo por lo que dijiste...

«[Ríe] Todo surgió porque ya estaba cansado de la barba. Hablé con mi mujer sobre el cambio de look y al final surgió el tema de la perilla del gol cuando acabó el partido. Después de poder marcar, pienso que me la dejaré un tiempo».

Llega al Nàstic con 24 años, pero en su carrera ha pasado por una gran variedad de equipos. ¿Cómo lo ha vivido?

«Sí, como he dicho antes, aunque tuve la suerte de llegar a la élite, a Primera División, muy joven, también he cometido errores. He pasado por muchos clubs, he tenido muchos compañeros y he entrenado bajo las órdenes de muchos entrenadores. Aunque lo más importante es el presente, el Nàstic».

Lo que sí que le ha servido es para madurar en el mundo del fútbol de forma exprés.

«Cuando eres joven estás sobre una nube y no piensas en la realidad. Sí que me ha ayudado a madurar, y también en la manera de trabajar. Además, también me ha hecho centrar en lo que necesitaba para mejorar. Y, ahora mismo, eso es el Nàstic de Tarragona».

¿Qué recuerda de su debut en Primera División con el Granada?

«Fue un poco extraño. Firmé en el mes de febrero cuando el Granada se interesó para mí. En el mes siguiente, debuté en las semifinales de una Copa del Rey contra el Athletic Club. Fue impresionante. Poco después, vino la pandemia de la Covid y todos nos tuvimos que ir a casa. Meses después pude debutar en los Cármenes, el estadio de la Granada, en un partido contra el Getafe. La verdad es un recuerdo que siempre tendré presente, aunque no hubo aficionados en la grada por la pandemia. Debutar en Primera es el sueño de cualquier niño. Y yo lo pude hacer pronto».

Poco después su camino pasó por Segunda División con el Rayo Vallecano. Allí alcanzó un ascenso, una experiencia que seguro que será útil para encarar esta temporada, ¿no?

«Sí, la verdad es que fue una gran temporada y pude celebrar un ascenso, que fue una alegría muy grande entonces. Ojalá pueda repetir un gran momento como este pronto».

¿Qué le hizo venir al Nàstic de Tarragona durante este mercado de verano?

«La realidad es que tenía otras ofertas, algunas superiores, pero decidí que tenía que venir al Nàstic de Tarragona. Todos sabemos lo que representa este equipo y todo lo que rodea a su entorno. Cuando el director deportivo le presentó la oferta a mi representante, le dije que sí rápidamente. Sé que aquí es un buen sitio para crecer, para hacer las cosas bien, y seguro que podemos completar una gran temporada».

En el momento que firmó ya lo habían hecho compañeros tuyos en el Lugo como Víctor Narro y Gorka Pérez. ¿Eso ayudó?

«La verdad es que sí. Los conocía muy bien a los dos de la temporada pasada, así que hablé con ellos para que me dijeran su opinión sobre el proyecto y sobre el club y eso me dio un plus».

Especialmente, se vio el último partido contra la Real Sociedad B que guarda una buena sinergia con Víctor Narro, porque le dio la asistencia del gol.

«Nos conocemos mucho de haber jugado más de un año juntos y los dos sabemos de lo que somos capaces. Casi que me lee la mente y, cuando está por la banda, sabe dónde la tiene que poner y yo sé hacia dónde tengo que moverme para rematar. Esta conexión será muy buena para el equipo, estoy seguro».

Los tres volvéis este fin de semana al campo del Lugo, vuestro exequipo. ¿Cómo lo vive?

«Es una motivación más volver al Anxo Carro, el estadio que fue mi casa la última temporada. Con todo, creo que tenemos que jugar el partido con normalidad, sin pensar en el pasado. Simplemente, tenemos que concentrarnos en ganar y hacer las cosas bien como siempre para sumar los tres puntos».

El año pasado el Nàstic salió con victoria del Anxo Carro. ¿Qué recuerdos guarda del conjunto grana la última temporada?

«Pues que era un equipo muy jodido al que enfrentarse. No había manera de poder hacerle daño. Era un rival temible, y esta temporada lo sigue siendo y me esforzaré para que así sea. Esperamos que este fin de semana se vuelva a repetir el mismo resultado de la última temporada y nos marchemos del Anxo Carro con tres puntos en el bolsillo».

¿Si tuvieras que pedir un deseo para esta temporada cuál sería?

«Mi deseo es competir todos los partidos. Tenemos que mirar partido a partido. El primero y único objetivo actual tienen que ser ganar el partido de este fin de semana contra el Lugo, no se tiene que mirar más allá. Después, individualmente, lo que quiero es ayudar l equipo con lo que toque. El fútbol es caprichoso y no sabes nunca lo que puede pasar, así que deseo estar disponible para ayudar al equipo en todo el momento».

Antoñín Cortés, una carrera exprés

Antoñín Cortés Heredia (16/04/2000) nació en Málaga y creció concretamente en el modesto barrio de la Palmilla. Futbolísticamente, creció en el equipo del barrio, el CD 26 de Febrero, en la cantera del Málaga. A los 16 años hizo las maletas hacia Alemania cuando el Schalke lo reclutó para su filial.

La aventura europea duró poco y volvió a casa para empezar a brillar. La temporada 2019-2020 dio el salto del Atlético Malagueño al primer equipo del Málaga, donde jugó 22 partidos y marcó 4 goles. A los veinte años, llamó la atención del Granada de Primera División, el equipo en el que acabó fichando y debutando liga y Copa del Rey. 

En la Primera División jugó un total de ocho partidos y marcó un gol en una temporada afectada por la pandemia de la covid. Posteriormente, salió cedido al Rayo Vallecano, donde alcanzó el ascenso a Primera División después de sumar 26 partidos y marcar seis goles, la que fue su temporada más anotadora. Después volvió al Málaga para jugar una temporada. 

Posteriormente, empezó su aventura en Portugal en el Vitoria Guimaraes y en Grecia, en el Anorthosis Famagusta, dos años con malas sensaciones y con el deseo de volver a jugar a España. El Lugo fue quien le dio la oportunidad y, el año pasado, fue rival de los de Dani Vidal. Aterrizó en el Nàstic este verano a los 24 años y firmó para las próximas dos temporadas para recuperar su mejor versión.
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