Fútbol
Una derrota abrumadora que el Nàstic tiene que utilizar como punto de inflexión
En ocho partidos, el conjunto de Dani Vidal ha recibido casi la mitad de los goles que en toda la temporada pasada
El defensor del Nàstic Pol Domingo intentando parar al extremo del Arenteiro David Ferreiro.
El Nàstic sufrió el domingo contra el Arenteiro una derrota de las que se recuerdan. Los grana disputaron un partido gris en su totalidad, pero que sirvió para volver bajo el foco del principal problema del equipo: la debilidad defensiva. En cursos anteriores, los tarraconenses han tenido partidos similares cuando la temporada iba más avanzada, y el objetivo grana siempre ha sido convertir la derrota en un punto de inflexión para crecer.
De hecho, el técnico del Nàstic, Dani Vidal, fue claro en sus declaraciones en Tarragona Ràdio después del partido: «La derrota nos hace tocar de pies al suelo. Esta categoría es muy dura y se ha demostrado que si no hacemos las cosas bien y no salimos a competir, pasa eso. Esperamos aprender la lección». El año pasado, esta situación se vivió en la jornada 15, cuando el conjunto grana cayó por 2-0 en el campo del Unionistas de Salamanca después de hacer un partido para olvidar. Los grana se levantaron el duelo siguiente contra el Tarazona, aunque había un incentivo añadido en el banquillo. Después de caer, los tarraconenses sumaron cinco victorias consecutivas.
Para conseguir eso, se tiene que paliar el principal problema de la defensa. En los últimos dos partidos fuera de casa, el Nàstic recibió un total de seis goles. De hecho, en estas ocho primeras jornadas de competición, el conjunto grana ha encajado once dianas, casi la mitad que en toda la última temporada regular, que fueron 24. Actualmente, sólo hay tres equipos que superan al Nàstic en goles encajados. El primero es el Osasuna Promesas, que está en la misma situación que los grana, y los otros, con 13 y 15 goles, son el Amorebieta y el Ourense, los últimos clasificados.
Evitar la sangría goleadora es el primer paso y se tiene que sumar con intensidad. El tercer gol del Arenteiro llegaba después de un rechazo triple que ningún defensor grana atrapó con contundencia. El elefante en la sala es la situación en el eje de la defensa. Ni Antonio Leal ni Gorka Pérez han conseguido regularidad al lado de Unai Dufur.
El primero la perdió cuando Óscar Sanz lo mejoró durante los primeros partidos y, el segundo, arrancó el curso lesionado. El hecho de situar a Óscar Sanz en la retaguardia provocó, a su tiempo, que los grana perdieran una pieza importante de control y primer filtro de los ataques en la medular. Ahora, con Sanz lesionado, Pérez y Leal tienen que dar un paso adelante y ganarse la confianza de Dani Vidal.
Cada fin de semana se ofrece una nueva oportunidad y los grana no pueden hacer nada más que reponerse este domingo contra el Osasuna Promesas en el Nou Estadi.