Fubtol
Congelados en el Bierzo (2-0)
El Nàstic pecó de fragilidad defensiva contra la Ponferradina en un duelo en el cual estuvieron irreconocibles en ataque
Semana negra del Nàstic. Los grana cerraron ayer el Tourmalet con la tercera derrota en una semana. Después de caer al último segundo contra la Cultural y perder inmerecidamente contra el SD Huesca en la Copa, los grana se contagiaron del frío en el Toralín para caer derrotados contra la Ponferradina por 2-0. Los grana volvieron a pecar de fragilidad defensiva con dos errores que facilitaron en exceso los goles locales. Además, estuvieron irreconocibles en ataque, sin ganar ningún duelo y sin ideas en lo que ha sido el punto fuerte del equipo este año.
Dani Vidal presentó un once con una única rotación y estuvo en la portería. Dani Rebollo hizo el sorpasso y dejó a Alberto Varo en el banquillo. Se presentaba un duelo duro en un campo difícil para el Nàstic y la Ponferradina demostró porque en la primera jugada de partido. Los del Bierzo aprovecharon un desajuste defensivo grana para iniciar un contraataque de tres hombres que acabó con una centrada lateral en el segundo palo. Carrique remató de volea, pero el chute fue blando a manos de Rebollo.
La réplica del Nàstic fue instantánea, con un contraataque de Víctor Narro que acabó con una centrada peligrosa hacia Antoñín que un defensa de la Ponferradina rehusó. Cuando parecía que el duelo se convertiría en un intercambio de golpes, los locales empezaron a mandar.
Los del Bierzo empezaron a hacer daño por la derecha y Víctor Narro hizo un extra de esfuerzo por ayudar en tareas defensivas. En una de estas, Carrique se le escapó y enlazó una centrada en el primer palo que salió fuera por bien poco. Ante las circunstancias, los grana apretaron el acelerador en la presión. Los grana pusieron en dificultades la salida de la pelota de la Ponferradina y lo aprovecharon para acercar a la pelota en el área rival, pero sin acabar entre los tres palos.
La más clara por parte del Nàstic llegó en un contraataque a tres bandas entre Narro, Antoñín y Pablo que acaba con una centrada del andaluz al asturiano que no llegó por bien poco. La Ponferradina tuvo la última ocasión con una centrada en el área pequeña que nadie remató. De esta manera, el partido llegaba al descanso con mucho tanteo y pocas acciones.
Uno de los dos equipos tenía que subir el nivel para adelantarse en el marcador y quien dio el paso adelante fue la Ponferradina. Los del Bierzo aceleraron el esférico y pillaron en el Nàstic desestructurado. Los locales encontraron un premio demasiado fácil.
Después de una pérdida en medio del campo, la Ponferradina puso en marcha un contraataque de manual que completó con todas las facilidades del mundo. Los locales avanzaron hasta la frontal del área sin oposición para alargar la jugada al lateral. Allí, de nuevo sin oposición, la Ponferradina coló una centrada en el inteiror del área donde estaba Álvaro Bustos completamente solo que, a placer, puso el 1-0. Los grana volvieron a caer en una cadena de errores para regalar un gol demasiado sencillo a una Ponferradina que no tuvo que hacer muchas maravillas.
El golpe afectó a un Nàstic que ya estaba frío de antes. Dani Vidal quiso hacer reaccionar el duelo donante entrada a Álex López, Álex Jiménez y David Concha de golpe, pero antes de que pudieran aportar, los grana volvieron a fallar. Esta vez estuvo por la izquierda. Álex Mula hizo una centrada demasiado pasada en el segundo palo, pero ningún jugador del Nàstic hizo nada para evitarlo y la Ponferradina la acabó rescatando para centrar de nuevo a la pequeña. Allí, Óscar Sanz, semillas de central, erró a la hora de rechazarla y Álex Costa puso el 2-0. De nuevo, demasiado sencillo.
El golpe podría haber sido peor, porque una nueva pérdida en medio del campo se transformó en contragolpe que va acabar con un remate en el travesaño de Borja Valle. Por suerte, los dedos de Rebollo evitaron el golazo de la jornada.
Satisfechos, la Ponferradina cedió el esférico y el Nàstic no lo aprovechó. Los grana estaban irreconocibles en ataque y no consiguieron ninguno remado hasta acabar firmando la derrota en el Toralín.