Gorostidi hace justicia (1-0)

El Nàstic se apropia del tiempo añadido. El conjunto grana se llevó los tres puntos contra el Zamora con un gol de Gorostidi en un córner en el descuento. El duelo no fue el más inspirado del Nàstic. Los errores y las desconexiones de los tarraconenses fueron frecuentes y el Zamora lo aprovechó para intentar ralentizar el juego y firmar el empate. A la reanudación, los grana apretaron el acelerador y, aunque no estaban en el mejor momento, el puro coraje y talento de Jaume Jardí hicieron justicia en el Nou Estadi.

Después de una semana trágica con tres derrotas consecutivas, Dani Vidal puso toda la carne en la parrilla. Narro y Concha fueron titulares por las dos bandas y Óscar Sanz llenó la posición de central de un Dufur sancionado. En la portería, Rebollo volvió a ganarle la partida a Alberto Varo y Álex López lo hizo en Montalvo.

El conjunto grana puso en marcha el duelo con el pie izquierdo. En dos minutos, el Zamora ya había conseguido acumular dos córners. Estos síntomas que indicaban que este no sería el partido más acertado del Nàstic. Así fue, los grana necesitaron veinte minutos para entrar en calor. El Nou Estadi se calentó de otra manera. Orgull Grana mostró una pancarta donde estaba escrita la frase «Queremos Justicia» y el templo grana contestó con aplausos y reproches a la Real Federación Española de Fútbol después de una semana más que movida.

Ninguno de los dos equipos estaba inspirado. Nàstic y Zamora chocaban en medio del campo y ninguno de los dos conseguía progresar en campo contrario. De hecho, los grana estaban especialmente erráticos con un Víctor Narro oscuro, sin el brillo habitual en él. Álex López fue el primero al moverse con una falta directa bienintencionada, pero que salió fuera.

El Zamora avanzaba con Kike Márquez. Todas las pelotas llegaban a los pies del veterano mediocampista. Este vertebraba el juego con criterio, pero sin poner en peligro a un Rebollo que se mostró sin temor al salir del área pequeña para atrapar pelotas.

Cuando las cosas no fluían con el juego asociativo, las ocasiones llegaban en las jugadas de estrategia. Concretamente, con los servicios de lado potentes de Óscar Sanz. De esta manera, Pablo recibió una pelota en el área pequeña, pero su chute a la media vuelta salió fuera.

Poco más hubo en una primera mitad insípida de los dos equipos. Muchos intentos, pero nada con criterio hasta que el partido fue al descanso con el 0-0 al electrónico.

La bronca de Dani Vidal en el descanso causó efecto y el Nàstic apretó el acelerador a la reanudación. La primera acción de peligro vino pronto con Pablo y Concha intercambiándose las posiciones. El delantero centró al punto de penalti y el extremo remató por encima del travesaño. El Nàstic estaba más animado y el Zamora lo intentó frenar a base del juego sucio de Kike Márquez.

Con el partido movido, el Nàstic puso en marcha un contraataque. Pablo luchó una pelota y sufrió la falta de un defensor. Con todo, la jugada continuó y Antoñín, con un toque de calidad, dribló al último hombre y, cuando iba a plantarse solo ante el portero, el árbitro Olatz Rivera silbó la falta previa y no dio la ventaja. Fue un error importante y lo reconoció inmediatamente, porque la colegiada vasca fue a disculparse con Antoñín.

A partir de esta acción, el duelo se aceleró. Pol Domingo se jugó la roja cortando un contraataque, pero el castigo se quedó en amarilla. El Zamora dijo la suya con un remate desde la frontal después de un error en defensa grana. La pelota salió desviada por encima del travesaño. Por otra parte, el Nàstic progresaba gracias a la precisión de Jaume Jardí. El reusense colocó un centro lateral al punto de penalti. Allí, había tres hombres del Nàstic solos. Marc Fernández fue a quien remató, pero, inexplicablemente, el coscorrón fue fuera. Poco después, un nuevo centro de Jardí lo remató Pablo entre tres defensas, pero también salió fuera.

Parecía que la pelota, simplemente, no quería entrar. En el tiempo añadido, el Nàstic tuvo su oportunidad de córner. Eran unos minutos malditos, pero el conjunto grana les hizo sedes. Jardí centró en el segundo palo y, allí, Gorostidi marcó con el pie el 1-0 por rescatar en el Nàstic mientras que el Zamora se quejaba de falta al portero.

Los grana rescataron tres puntos de un partido gris que sirve para apagar el ruido y volver a dormir en la segunda posición.