Fútbol
Las jugadas de estrategia y el balón parado: un arma del Nàstic para los duelos que se encallan
Los granas han anotado 5 dianas para estrenar el marcador en jugadas de estrategia a balón parado
Contra el Zamora, el Nàstic desencalló un nuevo partido gracias a una nueva maravilla en la pizarra durante un servicio de balón parado. El partido se trabó más de la cuenta y, cuando los jugadores del Nàstic se vieron incapaces de desequilibrar el marcador a través del juego, los granas consiguieron sumar los tres puntos gracias a una de sus especialidades: la pizarra.
Ya la temporada pasada, este tipo de jugadas fueron un gran aliado del equipo de Dani Vidal marcando varias dianas gracias a este arte, incluyendo el gol de chilena de Alan Godoy en la ida de la semifinal del Play-Off de ascenso a Segunda División. Además, el equipo contó con la cabeza de Pablo Trigueros, quien se convirtió un gran baluarte para desencallar partidos, sumando hasta cinco goles, todos ellos con remates de cabeza a la salida de balón parado.
Este año, el Nàstic no puede contar con la cabeza del central castellanomanchego, pero se ha reinventado con la presencia de otros rematadores y ya ha anotado hasta cinco goles en jugadas de estrategia. El primero llegó en la dura derrota en Barakaldo.
En el minuto 38, el Nàstic ya perdía por la mínima cuando los de Dani Vidal disfrutaban de un saque de esquina, Gorostidi sirvió en corto hacia Oriol, situado en el pico del área, que puso un gran centro con efecto para que, Víctor Narro, quien no destaca por ser un gran rematador, solo, empatara momentáneamente el partido.
Cuatro jornadas después, en la victoria en el Nou Estadi contra Osasuna Promesas, el equipo abrió la lata gracias a un centro al segundo palo de Gorostidi desde el córner que Pablo Fernández, libre de marca, puso en el interior del área pequeña para el remate, entrando en carrera, de Marc Fernández.
El Nàstic también anotó, esta vez aprovechando una falta en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Òscar Sanz aprovechó un centro preciso de Álex López para abrir la lata contra el Ibiza Islas Pitiusas.
En el siguiente partido, el equipo hizo, probablemente, la mejor demostración de trabajo del balón parado con una gran jugada de pizarra en un córner centrado raso hacia el punto de penalti con Marc Fernández, aprovechando los bloqueos de los compañeros, entrando en carrera y libre de marca para anotar el 0-1 inicial. Finalmente, el Nàstic consiguió doblar al Zamora con un gol en el añadido de Ander Gorostidi que aprovechó un gran centro cerrado de Jaume Jardí.
Y es que el Nàstic combina las tres claves para una buena ejecución de las jugadas ensayadas: buenos lanzadores, buenos rematadores y estrategias adecuadas. El equipo cuenta con pies como los de Gorostidi, Jaume Jardí, Víctor Narro o Álex López y rematadores contundentes como Marc Fernánez, Antoñín, Unai Dufur o Pablo Fernández, quien todavía no ha marcado en este arte, pero es el máximo goleador de cabeza de la categoría.
Goles encajados
Además, en defensa, el equipo también ha conseguido dominar este arte y sufrir poco en las jugadas de estrategia del rival. Los de Dani Vidal sólo han encajado dos goles en jugadas de pizarra en la liga regular, tres si añadimos la Copa. El primero fue el gol de Etxainz, del Sestao, en el empate del equipo vasco en el Nou Estadi, en la jornada 2.
El delantero vasco vio el espacio libre para rematar, totalmente solo, en el segundo palo en el minuto 70. También solo, en el segundo palo y libre de marca remató Erik Ruiz, del Lugo, en el minuto 74 para firmar el definitivo 2-2 con el que acabó la séptima jornada de liga. Desde aquel partido, sólo el Huesca, en el encuentro de Copa del Rey de hace unos días, ha podido batir el muro defensivo grana.