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El Amorebieta frena al Nàstic (1-1)

Los grana cayeron en la trampa de un conjunto vasco que les esperó defendiendo detrás y aprovechó la suya para marcar

Gorka Pérez celebrando el golNàstic

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El Amorebieta pone el freno al Nàstic en el Nou Estadi. El conjunto de Dani Vidal se estrelló contra el bloque defensivo vasco para sumar un punto que, mientras que no se dispute el Arenteiro-Barakaldo, vuelve al Nàstic a las posiciones de play-off. Los grana dominaron contra un rival cerrado detrás, pero cayó en su trampa y acabó por sudar para sumar un punto.

El conjunto de Dani Vidal salió al partido con el cuchillo entre los dientes. Después del empate a domicilio, los grana querían una victoria para no dejar escapar ningún punto en el Nou Estadi. En la primera aproximación el Nàstic ya avisó. Óscar Sanz ejecutó el servicio de lado y Pablo Fernández remató al punto de penalti, pero a diferencia del día de la Segoviana, el portero la paró.

El Amorebieta ya sabía lo que venía a hacer. Los de Natxo González establecieron una línea de cinco y se cerraron en defensa, dejando el dominio de la pelota a los grana. Los de Dani Vidal aceptaron su papel y las aproximaciones se iban convirtiendo en ocasiones de gol.

Primero, Jaume Jardí con un tiro desde la frontal que paró al portero Marín y, poco después, Migue Leal recogió una pasada en largo de Borja Granero para buscar la portería con un tiro cruzado que bloqueó al portero.

El último fichaje grana aterrizó de la mejor manera en Tarragona. Un par de días después de llegar, se ganó la titularidad en detrimento de un enfermo Unai Dufur y exhibió su poder en los duelos y también su capacidad de sacar la pelota sin problemas.

Los grana llevaban el ritmo del partido, pero el Amorebieta se sentía cómodo. David Juncà debutó diciendo la suya, con uno remado de volea que bloqueó a un defensor. Los tarraconenses conducían bien y dominaban mejor, pero faltaba un tiro claro entre los tres palos, las ocasiones de la primera parte fueron demasiado blandas.

El conjunto vasco también tuvo sus movimientos, sobre todo aprovechando dos contraataques, pero estos morían antes de llegar al área de Alberto Varo.

A la reanudación Dani Vidal no dio espacio a las dudas. El técnico dejó en el banquillo a Antonio Leal, que había visto una amarilla, para reorganizar el esquema con Ander Gorostidi en medio del campo. La tendencia, sin embargo, fue la misma. El Amorebieta esperaba su oportunidad y el Nàstic protagonizaba las acciones de peligro a través de Migue Leal.

El lateral derecho grana no paró de correr en todo el carril derecho ni un solo segundo. No se le paró el motor y tuvo la primera del segundo palo con un tiro cruzado que salió lamiendo el palo derecho.

Con el paso de los minutos, los vascos tuvieron las ocasiones que deseaban. David Juncà se resintió con el paso de los minutos y se abrió un agujero momentáneamente en su lado. Muñoz lo aprovechó para ganar el carril y tocar el área grana. 

Montalvo lo interceptó, pero el centro tocó al pie del joven jugador grana para salir catapultado al área pequeña. Allí, Selma le ganó la partida a Óscar Sanz y envió la pelota al fondo de la red. En uno visto y no visto, el Nàstic vio cómo era el colista quien se avanzaba en el marcador, después de los esfuerzos locales.

El partido se puso a punto de caramelo para el Amorebieta. El conjunto vasco ya tenía el trabajo hecho con el gol, así que sólo tenía que mantener el bloque defensivo atrás y aguantar la situación. De esta manera, los papeles se intercambiaron. Cada posesión del Amorebieta se hacía eterna, mientras que en el Nàstic crecía la desesperación.

Con todo, los de Dani Vidal consiguieron su premio a partir de la insistencia. El empate surgió de una falta a unos metros del vértice del área. Marc Fernández ejecutó una centrada envenenada que, después de botar, chocó en el travesaño.

El rebote le cayó a Pablo, que remató de nuevo contra el travesaño. La jugada no murió allí, faltaban más protagonistas. El siguiente fue Antoñín, que chutó desde el interior del área, pero el esférico rebotó hacia Migue Leal

La pelota no quería separarse del Nàstic, así que cuando Leal realizó un tiro cruzado, todos los jugadores grana se pusieron alerta. Marc Fernández la interceptó y la envió en el área pequeña y allí, atento, Gorka Pérez la envió, finalmente, hacia el fondo de la red.

Con el empate el partido se intensificó. El Nàstic creció en la desesperación y buscó la portería contraria mientras que el Amorebieta detenía el juego de todas las maneras posibles. 

Finalmente, el Nàstic murió en campo contrario sin conseguir el empate y ve cómo el colista lo frena en el Nou Estadi Costa Daurada.

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