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El Nàstic reconquista Balaídos (0-1)

El conjunto de Dani Vidal fue de menos además en un partido en el cual el protagonista absoluto fue el goleador Antoñín Cortés

Antonio Leal durante una acción del partido.Nàstic

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El Nàstic ha vuelto. El conjunto de Dani Vidal reconquistó Balaídos ganando con superioridad al Celta Fortuna. Los grana fueron de menos además y acabaron pasando por encima del filial gallego con un gran partido de Antoñín Cortés. El delantero no sólo marcó en una jugada ensayada, sino que levantó el equipo cuando peor estaba para cerrar una victoria a domicilio que se resistía.

El conjunto de Dani Vidal salió con todo en la vuelta a Balaídos. Migue Leal le ganó la posición a Pol Domingo por la derecha y Gorka Pérez se hizo un lugar en el eje de la defensa jugando el tercer partido en una semana. Con todo, los primeros minutos fueron del Celta Fortuna.

El conjunto gallego enfocó todos sus ataques por la derecha, donde su hombre fuerte, Tincho, combinaba como quería con el debutante El Abdellaoui. En los primeros minutos se repitió la misma acción en dos golpes consecutivos. En la primera El Abdellaoui remató denso del área por encima del travesaño y, poco después, Tincho filtró una pasada a espaldas de Joan Oriol para que el extremo noruego se plantara en el mano a mano delante Varo. Por suerte, El Abdellaoui envió la pelota fuera con un tiro cruzado demasiado desviado.

La réplica grana va llegado acto seguido. Esta vez el protagonista fue Antoñín, que se coló entre los defensores para probar suerte con un chute cruzado que también salió demasiado desviado. A pesar de esta acción de superioridad del delantero andaluz, la realidad es que los primeros minutos fueron para el Celta. El conjunto gallego mostró sus cartas. La profundidad de Tincho y la velocidad de sus atacantes pusieron en problemas en un Nàstic que se cerraba en defensa. En ataque, los grana estaban demasiado acelerados. Les posesiones grana morían tan pronto como llegaban en medio del campo, por una parte, por la intensa presión del Celta y, por la otra, por la precipitación de unas pasadas poco precisas.

Después de ganar el primer asalto defensivo, el Nàstic empezó a crecer poco a poco desde la calma. Montalvo y Gorostidi ganaban poco a poco la presión en medio del campo y Antoñín hacía el resto. El delantero andaluz ganaba su marca continuamente y fue el golpe sobre la mesa que los grana necesitaban. Con Antoñín, el Nàstic ganaba presencia en campo contrario y, de este amanera, alcanzaron el primer córner del partido, uno que no desperdiciaron.

De nuevo, la libreta de Iván Moreno ofreció una nueva estrategia. Mientras que Pablo avanzaba al primer palo, Narro envió el centro en el segundo . Allí estaba el protagonista. Antoñín ganó el duelo con su marca y entró en el área como un tren. El delantero se alzó para ejecutar un remate que acabó en el fondo de la red, con la ayuda del palo derecho de la portería. Dicho y hecho, Antoñín consiguió su premio con un gol que no veía desde octubre.

El andaluz revolucionó el ataque grana, pero Víctor Narro lo lideró. El Nàstic echa muy de menos el extremo cuando no es, porque la realidad es diferencial. El balear combinó con Jaume Jardí y Pablo para dejar atrás los primeros veinte minutos grises y dominar el encuentro. De hecho, uno de sus inventos acabó con un chute cruzado de Gorostidi.

El mediocampista vasco, de la mano de Montalvo, cuajó un partido excelente. Él mismo tuvo la visión para asistir el movimiento de Antoñín, que se plantó ante Vidal, pero el portero le ganó la partida.

A la reanudación, la tendencia se mantuvo. De hecho, mejoró. El Nàstic estaba enchufado. Montalvo y Gorostidi ganaban todos los duelos en medio del campo y la pareja de Antonio Leal y Gorka Pérez mantenían un muro defensivo muy sólido con una gran versión de los dos hombres. La superioridad se convirtió en ocasiones surgidas de genialidades. Una centrada con el exterior de la bota de Jaume Jardí la atrapó Antoñín, pero el remate forzado del delantero acabó fuera.

El Nàstic quería el segundo y así se lo mereció con un chute cruzado de Narro que salió rozandoel palo y también con un remate en el lateral de la portería de Álex Jiménez, una acción que surgió de un movimiento de Migue Leal de absoluto escándalo.

El segundo no llegaba y, con el paso de los minutos, el Nàstic entendió su rol. Tocaba defender y Dani Vidal hizo entrada a Pol Domingo para completar una línea de cinco que aguantó el tipo sin sufrir hasta cerrar el partido con una victoria y recuperar las buenas sensaciones.

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