Fútbol
Cuatro fichajes con entrada inmediata
Tres de las cuatro nuevas incorporaciones fueron titulares el domingo y Roberto Torres disputó los 90 minutos con 4 entrenamientos con el grupo
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El lateral izquierdo del Nàstic, David Juncà, rematando de volea una acción contra el Amorebieta.
El Nàstic rascó un punto amargo el pasado sábado contra el Osasuna Promesas. Los grana se marcharon de Tajonar con la sensación de perder dos puntos en un duelo que tuvieron ocasiones para resolverlo. Dani Vidal presentó una pequeña revolución en el once en un duelo en el que hubo cuatro protagonistas. Los cuatro fichajes del mercado de invierno mostraron que han llegado a Tarragona para hacerse un hueco y, de hecho, tres de los cuatro entraron en el once titular y el restante salió en el segundo tiempo.
Tanto Dani Vidal como el director deportivo Javi Sanz tenían una máxima en este mercado de invierno: las entradas tenían que mejorar la plantilla actual. Dicho y hecho, David Juncà y Migue Leal consiguieron lo que parecía imposible al principio de la temporada: dejar en el banquillo a Joan Oriol y Pol Domingo. Además, Roberto Torres, que llegó el pasado lunes, acompañó a Gorostidi en el centro del campo durante los 90 minutos con sólo cuatro días de entrenamiento. En la segunda parte, Borja Granero entró por Gorka Pérez para acabar el partido.
Hace unos meses, dejar a Joan Oriol y Pol Domingo en el banquillo era una locura. De hecho, contra el Lugo, el capitán grana no pudo ser titular por una lumbalgia, pero tuvo que entrar en el segundo tiempo para cubrir la banda izquierda porque Nil Jiménez no era una garantía. David Juncà ya demostró contra el Amorebieta que es de confiar y, de hecho, acumula tres de tres partidos con importancia sobre el césped.
Contra el Promesas, sin embargo, estuvo más exigido que el resto de encuentros. El gerundense resuelve cada duelo con intensidad y no se esconde cuando quiere llegar al área. De hecho, tuvo en sus botas el 1-2 estirándose para rematar un pase de la muerte de Pablo. Con todo, también sufrió de lo lindo. En más de dos ocasiones, el Osasuna le pilló la espalda en las transiciones.
La más peligrosa acabó en penalti. Un córner a favor del Nàstic se convirtió en un contraataque de manual. Ni Migue Leal ni Juncà pillaron a Sixtus cuando empezó a correr desde campo propio hasta tocar el área de Alberto Varo. Fue entonces cuando, al sentir un contacto mínimo en el brazo, el delantero cayó al suelo y Juncà fue castigado con una amarilla y un penalti. No era pena máxima, pero en una competición sin asistencia del VAR, era muy fácil de silbar.
Migue Leal es un caso aparte. El lateral sólo necesitó una ausencia por sanción para birlarle el trono en el carril derecho a Pol Domingo. Leal ofrece algo más en ataque y, el sábado, volvió a demostrar que es proactivo en la pelota en campo contrario y no tiene ningún miedo a la hora de avanzar hacia la portería rival. De hecho, ya probó suerte con remates desde la frontal cuando veía que no había nadie más para acabar las jugadas.
Con respecto a Borja Granero, el central entró en el segundo tiempo para ayudar al Nàstic a dar un paso adelante con la pelota. Tanto Gorka Pérez como Antonio Leal completaron un partido sólido en el eje de la defensa, pero el cambio táctico, tal como justificó Dani Vidal en el postpartido, podría augurar un cambio de ciclo con el valenciano establecido al lado de Antonio Leal. En el tiempo que dispuso, no tuvo mucho trabajo para lucirse en defensa, pero sí que pudo ser el asistente del 1-2 con un centro al primer toque que Gorostidi remató de volea por encima del travesaño.
Roberto Torres, protagonista
Quien destacó en Tajonar fue Roberto Torres. El mediocampista aterrizó en el once inicial con sólo cuatro entrenamientos en la espalda y lo hizo de la mejor manera. El navarro volvía a casa, allí donde creció futbolísticamente y lo hizo en el doble pivote, ya que Marc Montalvo estaba fuera del once por molestias físicas, de la misma manera que Pablo Fernández.
Torres demostró que no ha perdido el toque, ni tampoco el físico. Con poco rodaje de grana, el navarro completó los 90 minutos sin sufrir y mostró precisión y criterio cada vez que tocaba la pelota. Él es el jugador que Dani Vidal buscaba que tuviera la magia suficiente en las botas para desatascar partidos complicados. De hecho, casi lo consiguió al final de la primera mitad con un centro preciso al segundo palo que Narro remató al travesaño.
Con todo, los primeros minutos de grana de Roberto Torres fueron prometedores, siempre con una idea en la cabeza para continuar las jugadas, pocas pérdidas y con iniciativa en campo contrario. Los cuatro hombres que llegaron en enero ya se han hecho un hueco en el once y Dani Vidal ahora sí que tiene un gran abanico de posibilidades para jugar con el once inicial.