Diari Més
Roberto Torres

Mediocampista del Nàstic

Fútbol

Roberto Torres: «Guardo muchos recuerdos del estadio, pero ahora toca crear nuevos con la afición»

El mediocampista navarro explica en su primera entrevista con la camiseta del Nàstic a Diari Més cómo fue su llegada al club, como se sintió en su debut en Tajonar y su pasado, presente y futuro en Tarragona

El jugador del Nàstic, Roberto Torres, durant el dia d’ahir a la gespa del Nou Estadi Costa Daurada.

El jugador del Nàstic, Roberto Torres, durante el día de ayer en el césped del Nou Estadi Costa Daurada.Gerard Martí

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Después de años con aventuras futbolísticas, vuelve al fútbol español a través del Nàstic. ¿Entraba dentro de sus planes?

«Sí que entraba porque me siento muy bien físicamente y sentía que estaba por encima de la liga andorrana sea por ritmo o por nivel. Quería demostrarme a mí mismo que era capaz de competir de nuevo en el fútbol profesional y tuve diferentes opciones para salir en enero, pero ninguna me gustó lo suficiente para tener que marcharse, hasta que llegó el Nàstic».

¿Por qué?

«Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Hice todo lo que fue posible, me enemisté con el club y presioné para poder venir a Tarragona. Todo se retrasó hasta el último día de mercado, pero, por suerte, salió bien».

La decisión fue rápida, entonces.

«Desde que me llamó Javi Sanz el martes anterior a la salida yo tuve mi decisión muy clara. Conocía el equipo de cuando venía como rival. Sé que es un club histórico que tiene que estar en Segunda División. En definitiva, es un buen lugar para volver a disfrutar del fútbol y de jugar de nuevo a un buen nivel».

Recorrió el mismo camino que David Juncà, ¿ayudó para decidirte?

«Más bien me perjudicó [río]. Él se marchó del Inter de Escaldas con más margen de tiempo en el mercado de invierno y el hecho de que yo quisiera marcharme también alteró bastante los planes del equipo».

El Nàstic es su segundo equipo en la liga española, ¿era un paso importante para usted por lo que significa?

«Sí. El Nàstic era la mejor opción para demostrarme a mí mismo que puedo competir a un gran nivel. Aunque tengo casi 36 años, me encuentro muy bien, disfruto mucho del fútbol».

Firmar un contrato de 1+1 con el objetivo de jugar de grana en Segunda División dice mucho de su ambición.

Sentía que si me quedaba en el Andorra a final de la temporada quizás acababa dejando el fútbol. Era lo más probable. De esta manera, competir por el ascenso es bonito y poder jugar después en Segunda División es un escenario precioso. Sería una retirada mucho más bonita que quedándome en la liga andorrana. Sin embargo, al final es hablar por hablar porque no tengo ni idea de lo que depara el futuro. Me centro en el día a día y, primero, en volver a sumar los tres puntos este sábado».

Antes de Andorra jugó en Irán. ¿Cómo es el fútbol allí?

«Pues es un fútbol muy atractivo porque los ataques mandan. Hay jugadores de nivel que deciden quedarse en la liga porque compiten en casa y cobran bien, aunque también hay iraníes por Europa. Me sorprendió el nivel de los partidos y de los entrenamientos. Viví una experiencia muy bonita de la que no me arrepiento, pero también tuve momentos duros. Al final, vivía sol a más de 6.000 kilómetros de mi casa y separado de mi familia. Sin embargo, guardo un buen recuerdo de esta etapa»..

El sábado fue llegar y besar el santo. Con sólo cuatro entrenamientos entró en la titularidad y jugó noventa minutos. ¿Cómo se sintió?

«Me sentí muy bien. Esperaba flaquear a nivel físico, pero no lo hice. Con respecto a los compañeros, había visto el partido del Celta para empezar a observar las dinámicas del equipo. Todavía tengo que empezar a conocer todos los movimientos de los compañeros, pero aprendo rápido».

Jugó en una posición más alejada del área, que es donde suele brillar.

«Sí, pero también tuve un poco de libertad sobre el césped. Al final, jugando en el doble pívot siempre hay uno más destinado al ataque. Sí que es verdad que es una posición diferente de la que he jugado a mi carrera, pero también estoy en un momento diferente de esta y con mis condiciones puedo aportar bastante allí».

Volvió a casa, a Tajonar, donde creció como futbolista. ¿Qué es lo primero le pasó por la cabeza?

«En el hotel me sentía muy nervioso. Era volver a casa, a un campo donde he entrenado durante 18 años y he jugado muchos partidos cuando estaba en el Promesas. Quizás de haberse jugado en el Sadar habría sido diferente, menos nervioso. En el Tajonar la gente está más cerca, estaba presente mi familia, sabía que el club tendría algo preparado porque son muy detallistas... Fue muy bonito la verdad, lo disfruté mucho y se me quedó corta la experiencia».

También había jugadores del primer equipo de Osasuna preparados para recibirte.

«Fue genial. Ya dije en su momento que no me pude despedir de todos como era debido porque salí rápido y en fechas navideñas, así que debutar con el Nàstic allí fue un regalo».

El partido no fue fácil, porque recibió golpes de todas las maneras.

«Al final Osasuna es un equipo que, por su manera de jugar, genera muchos duelos. Y con más disputas y con gente fuerte en medio del campo, siempre hay más patadas o golpes. Recibí, pero también mostré veteranía en otras acciones. De hecho, en la entrada que me hizo Xabi Huarte el chico estaba un poco preocupado porque pensaba que me había hecho más daño. Eso es fútbol y de contacto siempre hay».

¿Pidió chutar el penalti?

«Aquí ya hay unos tiradores y yo, como nuevo en el equipo, lo respeto y me quedo al margen por mucho que en mi carrera haya chutado muchos. Si un día no hay nadie que quiera tirar el penalti, pues estaré encantado, pero tengo que respetar la jerarquía cuando está Joan Oriol, Pablo o Marc Fernández sobre el césped».

¿Le habría gustado marcar en Tajonar?

Siempre me gusta marcar. He estado muy ligado con el gol durante mi carrera y debutar anotando habría sido muy bonito. Sin embargo, me habría gustado mucho más cerrar mi debut llevándonos los tres puntos, que es lo que queremos todos».

Tiene experiencia en ascensos. ¿Cuáles son las claves para afrontar la segunda vuelta?

«La verdad es que la palabra ascenso no me gusta. Pienso que tenemos que ir día a día, sumando entrenamiento tras entrenamiento. Siento un buen ambiente en el vestuario, me recuerda a mis mejores años con Osasuna y eso es sinónimo de éxito. En esta categoría no hay rival fácil, todos los campos tienen sus condiciones especiales a afrontar y rivales de personalidades diversas. Tenemos que afrontar el día a día sin marearnos, porque mirar más allá no tiene sentido».

El sábado será su primer partido en el Nou Estadi. ¿Qué recuerdo guarda?

«Pues un poco de todo. En el último partido recuerdo que perdimos. Estuve en el banquillo y no jugué hasta el tramo final. Recuerdo que caía un aguacero increíble y mi mujer y mi hijo se tuvieron que resguardar en tribuna. También recuerdo con cariño en el play-off de ascenso a Primera. Aunque un poco antes de aquel partido vinimos a Tarragona y perdimos por 1-0 con un golazo de falta directa de Naranjo en la portería del gol de montaña. Es un recuerdo que tengo grabado a fuego en la mente».

Desmenuzó los sueños de muchos nastiquers en aquel 'play-off'.

Recuerdo que, después de toda la temporada en zona de ascenso, perdimos en casa y salimos del play-off y no pudimos volver a entrar hasta el tramo final. Llegamos a la fase de ascenso como una flecha, jugábamos partidos cada tres días siempre los mismos y con pocos cambios. Guardo muchos recuerdos, pero ahora ya quedan atrás. Ahora llego para defender los colores del Nàstic y para crear nuevos recuerdos con mi nueva gente. Aquí en Tarragona siempre ha habido un buen ambiente en el fútbol y ahora lo disfrutaré mucho más porque tengo a la afición de mi lado. Animo a la gente a engancharse al equipo en la segunda vuelta. Estoy seguro de que conseguiremos cosas muy bonitas».

Este fin de semana llega un Bilbao Athletic en racha. ¿Qué espera del partido?

«Me espero lo mismo que el resto de filiales. Son gente joven que juega con mucha ilusión sobre el césped. Nosotros los tenemos que contrarrestar con nuestra veteranía y la idea clara de juego que tenemos. El cuerpo técnico ya está analizando sus puntos débiles. Jugando en casa, los tenemos que ganar, eso es así. Por mucho que lleguen con una racha de cuatro victorias, nosotros los tenemos que mostrar la realidad y jugar con más ganas y necesidad y derrotarlos».

Hay una relación especial entre el Athletic de Bilbao y Osasuna. ¿Lo intentaron pescar de joven?

«Cuando era pequeño jugaba en un equipo de Pamplona que estaba afiliado al Athletic. Iba a entrenar mucho a Lezama y jugaba torneos con ellos. Estuve a punto de fichar, pero no fue el caso. Mucho más adelante tuve un año que surgió la opción, pero la rehusé. Sé que en Pamplona se ve el Athletic como un rival y no les gustan las cosas que hacen, pero yo guardo un buen recuerdo de mi infancia y también tengo estima del club. Así que también es especial jugar mi partido en el Nou Estadi contra un filial como el Bilbao Athletic».

Roberto Torres recibió un homenaje en su retorno a Tajonar

El último sábado fue un día especial para Roberto Torres. El mediocampista navarro debutó con la camiseta grana en el campo donde creció y el Osasuna le preparó un homenaje. El presidente de la entidad navarra, Luis Sabalza, hizo entrega al excapitán rojillo un obsequio que constaba de fotos suyas en sus primeros pasos con el Osasuna Promesas. Además, jugadores del primer equipo del equipo navarro como Sergio Herrera y Aimar Oroz no se perdieron el encuentro y estaban presentes en la gradería para presenciar el duelo de su excompañero. Además, también estuvo presente el exentrenador del Nàstic y actual técnico del Osasuna, Vicente Moreno, quien tuvo también su momento para hablar con el entrenador de porteros Manuel Oliva.
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