El CV Sant Pere i Sant Pau hace realidad su sueño y sube a la Superliga 1

El Club Voleibol Sant Pere y Sant Pau cerró ayer un fin de semana de ensueño. El sábado, el conjunto tarraconense hizo realidad en Galicia su sueño «loco», como lo catalogó su presidente, Alfonso Periáñez, y subió a la Superliga 1, la máxima categoría del voleibol nacional. Los rojillos lo consiguieron ganando el CV Leganés, uno de los rivales que, hace unos meses, echaron en el equipo de Sant Pere y Sant Pau de la Copa Príncipe. Ayer, los cooperativistas pusieron la guinda en el pastel ganando el título de campeón de la Superliga 2 al San Sadurniño, el anfitrión, por un contundente 3-0 y se coronaron como el mejor equipo de toda la categoría.

Hace seis años, a la temporada 2017-2018, los cooperativistas perdieron la categoría de la Superliga 1 y, desde aquel momento, empezó el camino por recuperarla. Los tarraconenses, liderados por Vlado Stevovski, han luchado año tras año entre los mejores de la categoría. El año pasado, el final fue amargo. Los cooperativistas llegaron a fases, pero quedaron sextos. Como dijo Periáñez, «lo que no pudimos conseguir en el 40.º aniversario, lo haremos en el 41.º». Y así ha sido.

El camino del héroe

Los de Vlado Stevovski iniciaron su camino con mano de hierro. Durante la primera parte de la temporada, el CV Sant Pere i Sant Pau se mostró invencible. Pero, como en todas las historias, el héroe tuvo que hacer frente a los problemas. Sin Elio Carrodeguas, por lesión, Carlos Mora, por paternidad y con Rolando Hernández recientemente incorporado, los rojillos se despidieron de la Copa Príncipe –la competición de los seis mejores equipos que se celebró en enero– sin conseguir ninguna victoria y siendo el CV Leganés a uno de sus verdugos.

El retorno a la liga no fue fácil, los rojillos se estaban adaptando a la baja de Carrodeguas y acumularon dos derrotas, unas que resultaron las únicas de este año. Los de Vlado Stevovski se levantaron de los golpes y acabaron la temporada en el punto más alto.

Sant Pere i Sant Pau tampoco tuvo la fase de ascenso más favorable. Los tarraconenses tuvieron que jugar sus dos partidos de fase de grupos el último viernes y con menos de 8 horas de diferencia. El primero fue a las 9.30 horas contra el campeón de la Copa Príncipe, el CDV Santanderina. El partido acabó de la forma más cruel posible. Aunque los tarraconenses se pusieron 2-1, los de Cantabria acabaron remontando el duelo para poner el 2-3 final. Fue un golpe duro y cruel para empezar, pero, como con los otros, los de Vlado Stevovski se volvieron a levantar. Por la tarde del viernes superaron el CV Utrera en un duelo disputado y difícil en el cual la constancia y la determinación rojilla fue determinante.

El sábado fue la hora de la verdad. Como no podía ser de otra manera, el rival que los esperaba era el CV Leganés, pero este Sant Pere i Sant Pau no tenía nada que ver con el que se enfrentaron en enero. Los de Vlado Stevovski habían crecido y, con la ilusión y la confianza por bandera, hicieron historia. Los remados de Rolando Hernández, los bloqueos de Julián García-Torres y el trabajo en conjunto de todo el equipo, permitieron que «el deseo loco» se convirtiera en una realidad que el club, el barrio y Tarragona se merece.