Ecologistas denuncian la apertura|abertura de viales antiincendios en la sierra del Boj por los efectos sobre el medio y el arte rupestre

Gepec-Ecologistes de Cataluña ha denunciado el Departamento de Agricultura por las obras de aperturade viales antiincendio que efectúa en la sierra del Cardencha-Boj, a través de la empresa Forestal Catalana. La entidad, que ha presentado sendas denuncias ante Territorio y Sostenibilidad y Cultura, reclama a la consejerade Agricultura la paralización inmediata de unas actuaciones que considera «ilegales». Argumentan que han vulnerado al procedimiento administrativo y pueden perjudicar espacios protegidos por el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) y la Red Naturaleza 2000. También advierten que afectarán al antiguo camino real entre el Perelló y Tivenys y las pinturas rupestres de Cabra Feixet, declaradas Patrimonio de la Humanidad para|por la UNESCO. Los trabajos se enmarcan dentro de las medidas contra incendios previstas cerca el último fuego forestal en la Serra de Cardó, el año 2012, con la construcción de cuatro kilómetros de nuevas pistas así como la ampliación de diecinueve kilómetros de viales poco utilizados o en desuso.

Tanto porla forma como se han autorizado administrativamente, como porlas consecuencias de las obras sobre el territorio, el Gepec ha cuestionado estas actuaciones con la presentación de las dos denuncias y un requerimiento a la consejerade Agricultura, Meritxell Serret, para que las pare de forma inminente. Según el portavoz de la entidad ecologista, Xavi Giménez, los denominados «trabajos de prevención de incendios en el PPP E4, Actuaciones en viales y áreas estratégicas (expediente BTE-0209/14)” elaborado por los Servicios Territoriales del Departamento de Agricultura en las Tierras del Ebro, se han iniciado desde el «secretismo», sin que en ningún momento se hayan sometido a información pública ni hayan superado la preceptiva declaración de impacto ambiental ni sobre el patrimonio cultural.

Unos procedimientos que imponen, precisamente, las figuras de protección catalanas y europeas sobre este espacio: incluido dentro del PEIN y de la Red Naturaleza 2000 como Lugarde Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), aparte de formar parte de la Reserva de la Biosfera. Según argumentan, la protección legal de la sierra supone la prohibición de ciertas actuaciones que puedan provocar impactos negativos sobre los valores naturales del espacio, estudiando detalladamente de forma previa cada proyecto para establecer, si ocurre, condiciones o limitaciones. La falta de esta evaluación de impacto lleva a Giménez a asegurar que se trata de un proyecto que «se tiene que considerar nulo: no se puede ejecutar y, si se hace, es una ilegalidad».

Recuerdan también a los ecologistas que, a pesar de que la empresa pública Forestal Catalana S. A., vinculada al Departamento de Agricultura, adjudicara el pasado mayo de 2015 el proyecto a la empresa Aprovechamientos Forestales Colldejou S.L, 128.500 euros, ni ayuntamientos, ni entidades ni particulares han tenido conocimiento de las actuaciones hasta el comienzo efectivo de las obras. Así lo ha confirmado al ACN el alcalde del Perelló, Ferran Cid, que desconocía el inicio de las actuaciones, que se efectúan en terrenos forestales de la sierra del Boj de titularidad de la Generalitat.

Más allá de su objetivo sobre el papel, el Gepec avisa de que la construcción de viales en la sierra del Boj puede tener importantes repercusiones ambientales altamente negativas. Apuntan que los trazados afectan de lleno «al coro de la sierra, el lugarde máxima fragilidad ecológica» y dondese localizan las especiesmás sensibles y amenazadas, «todas ellas protegidas por ley». En este sentido, apuntan que la construcción de las pistas facilitará el acceso motorizado en estos espacios, posibilitando impactos que pueden ser «críticos» y generando un gran «impacto visual» que atravesará el macizo con caminos de entre cuatro y siete metros de anchura. Giménez advierte que si Agricultura no paraliza inmediatamente el proyecto presentarán una queja delante la Unión Europea para la vulneración de la normativa que regula la Red Naturaleza 2000 que, en caso de prosperar, podría suponer sanciones económicas.

Pinturas rupestres y antiguo camino real

Las consecuencias, sin embargo, no sólo pueden ser ambientales, sostiene la entidad. Por este motivo, han denunciado también antede el Departamento de Cultura que el proyecto no haya tampoco estudiado la afectación sobre el patrimonio histórico y, especialmente, sobre elementos declarados Patrimonio de la Humanidad. Es el caso concreto del conjunto prehistórico de las pinturas rupestres de Cabra Feixet. Cerca de este espacio, está previsto abrir una nueva pista de hasta siete metros de anchura. «Quedarían visualmente muy afectadas», apunta Giménez, remarcando el atractivo turístico e histórico de este espacio. Además, aduce el Gepec, las obras prevén aprovechar el trazado del antiguo camino real entre el Perelló y Tivenys, cruzando toda la sierra del Boj, para habilitar otra pista. Eso supondría, alertan, la destrucción de un «valioso patrimonio histórico y cultural», una «reliquia histórica» y «único ejemplo» en la zona, que todavía conserva los elementos propios –muros de piedra seca o ribazos- de estos viales de origen muy utilizados durante la edad media y en desuso desde hace décadas.

Los ecologistas tampoco ven efectiva la utilidad de estos viales a la hora de ayudar a prevenir incendios forestales. Recuerdan, en el caso de las sierras de Cardencha-Boj, que el comportamiento de los fuegos durante las últimas décadas demuestran que, por la ubicación de las pistas y los sitios donde se suelen generar los siniestros, la virulencia que suelen adquirir las llamas cuando llegan a estas regiones las hace «inviables e inoperativas». Ningún responsable de los bomberos pondría medios y efectivos en este lugar: son sitios de altísimo peligro», aduce Giménez, que apuesta por abrir caminos perimetrales en torno a la sierra para poder atacar los incendios en sus primeras fases. La abertura de pistas en el interior, asegura, ayudaría a incrementar el riesgo, al permitir una mayor actividad humana. El hecho que algunos de los caminos existentes que se quieren ensanchar estén, en estos momentos, teóricamente cerrados al tráfico no es ninguna garantía, según los ecologistas. Recuerdan que los ayuntamientos se sienten importantes y dejan de actuar ante las vulneraciones de hecho de esta prohibición, con el levantamiento de cadenas y ruptura de candados.