El JotaCampus alcanza su 'máximo' de participación en su quinta edición
Los cursos más numerosos han sido el de Canto Mediterráneo y el de Jota creativa, nuevos en esta última edición
El JotaCampus, la Escuela de Verano del Aula de Músicas de la Tierra, ha llegado, en su quinta edición, a los sesenta alumnos inscritos, superando las expectativas de la organización que había marcado esta cifra como el aforo«máximo y óptimo»de los talleres.
Los cursos con mejor acogida han sido el de Canto Mediterráneo, a cargo del tenor Sebastià Bardolet, y el de Jota Creativa, que ha impartidola maestra de danza contemporánea Anna Bastida. Justamente estos talleres formaban parte de las novedades de esta última edición, que se ha realizadoentre el 26 y 30 de julio, enPobleNoudel Delta.
El JotaCampus ha duplicado en cinco años el número de alumnos y ha llegado al «número óptimo y máximo».«Pensamos que para hacer la actividad se requiere la medida humana que le da el pueblo y el aforo. Las cosas se pueden hacer más grandespero no queremos crecer porque pensamos que una de las clavespara quevaya bien es el contacto humano entre el profesorado, el alumnado y la participación de la gente del pueblo. Hemos llegado a este límite y estamos muy contentos. Vemos al alumnado y a la gente del pueblo feliz», ha remarcado el organizador y profesor del JotaCampus, Artur Gaya.
De hecho, el campus ha tenido muchos ratos de ocio que han animado las terrazas del pueblo. Ha habido juegos tradicionales y salidas al Delta, guiadas por Josep Polet, una noche de observación de estrellasen la playa del Trabucador, a cargo de la Asociación Astronómica Aldebaran, y un baile popular con la Orquestina Trama al cual asistieron buena parte del vecindario de Poble Nou.
No han faltado tampoco los cursos habituales del campus como el de canto improvisado de Artur Gaya, el de acordeón con Cati Plana, el de percusiones con Sergi Molina, y el de los maestros Francesc Tomàs 'Panxito', Jordi Fusté y Sergi Trenzano sobre las diferentes formas de interpretar la música de raíz. La clausura del campus, el pasado sábado, fue a cargo del bailador y acordeonista pirenaico Pep Lizandra.
SegúnGaya, «la jota está mejor que nunca y la gente cada vez se interesa más por cantarla, tocarla y bailarla», una afirmación que afianza el éxito del JotaCampus. «Desde hace unos veinte años, la gente de las Terres de l'Ebrese ha preocupado por recuperar la jota. Lo ha redescubierto como su música propia sacándose los complejos de encima por si era una música que bajaba por el río y provenía de Aragón. La gente tiene claro que la jota es la música catalana mediterránea por excelencia, la música de raíz propia de la Catalunya Nova», ha asegurado Gaya.