Preocupación por la expansión de una nueva planta invasora en las orillas del tramo final del río Ebro
Los expertos eliminan desde hace tiempo la colocasia de los espacios del Parque Natural del Delta del Ebro pero piden que se haga también al río
Una nueva planta exótica invasora se podría estar extendiendo de manera preocupante, sobre todo a las zonas más estropeadas, a la orilla del río Ebro. Se trata de la colocàsia, una planta exótica ornamental, que se ha aclimatado «bastante bien» a los márgenes del tramo final del Ebro y ha hecho poblaciones de desde Amposta hasta la desembocadura del río. Los técnicos del Parque Natural del Delta del Ebro hace años que lo eliminan de los espacios protegidos donde la detectan pero han pedido que se saque también de las zonas fluviales, donde ellos no tienen competencia, para frenar la propagación. La colocasia es originaria de regiones tropicales de Asia, tiene unas hojas muy grandes, que pueden llegar al medio metro de ancho y de largo, y acaba «desplazando» las especies autóctonas.
La falta de bosque de ribera y un hábitat húmedo idóneo ha hecho que la colocasia haya encontrado en los márgenes del Ebro un clima perfecto para extenderse. Como ha explicado el biólogo y técnico del Parque Natural del Delta del Ebro, Toni Curcó, se tiene constancia de la presencia de la planta en espacios naturales desde los años 90 aunque es una especie ornamental. La colocasia ha ido apareciendo en zonas húmedas y, a falta todavía de datos contrastados, los expertos tienen «la intuición» que se priva extienden en los orillas más estropeados del Ebro.
Curcó ha avisado de que es una especie «a tener en cuenta» y que no se puede despreciar. «Con las especies exóticas es difícil predecir que harán», ha recordado al técnico del parque, porque, como pasó con el caracol manzana, «el verdadero potencial invasor» se desarrolla con el tiempo. Dentro de los espacios del Parque Natural del Delta del Ebro, la colocàsia se elimina manualmente cuando se detecta pero Curcó ha pide que «se potencien las tareas de eliminación» de la planta también en el río.
El principal perjuicio de la colocasia es que desplaza físicamente las especies autóctonas, como el cañizo. Crece a toda prisa, es muy robusta y tiene unas hojas muy grandes que ganan el espacio físico de otras plantas. «La colocasia no es que haya desplazado al bosque de ribera sino que lo hemos cortado y hemos hecho posible que sea fácil que se desarrolle y se extienda», ha remarcado Curcó. «Las áreas mejor conservadas, con un bosque de ribera bien constituido, ya es una barrera eficaz por esta especia y otros», ha añadido el biólogo.