«A partir de letras antiguas, nosotros hablamos de la actualidad»

—¿La crisis económica está detrás, o en frente, del título del nuevo disco de los Quicos, No tengo dinero?

—La crisis ha inspirado esta frase entre la gente. Es la más popular desde que se inició la caída de la economía en el 2008. La dice la gente del pueblo y los responsables de la política, las administraciones y la banca.

—¿El disco es una especie de crónica social?

—Las canciones del disco, la letra y la música, se inspiran, en general, en la tradición, y también en la sociedad.

—Una de las trece canciones de la última producción del grupo, Lo meu nom és Xeic, es un homenaje a una persona querida por ustedes.

—Lo hemos hecho a partir de escritos del poeta Joan Gras, de Sant Carles de la Ràpita, que nos ha dejado a los treinta años. Es un homenaje que le hacemos. Xeic es una palabra de raíces de la cultura árabe que se refiere a una persona sabia, con experiencia.

-¿Quico el Célio, el Noi i el Mut de Ferreries sigue cultivando el folclore ebrense, como siempre?

—Nos inspiramos en la tradición, en, por ejemplo, el libro de Joan Moreira Folklore tortosino. Moreira es comparable a Joan Amades, el etnólogo autor de Costumari catalán. El disco recoge una canción donde los monaguillos piden a mosén Joan que les pague las misas y él les dice que tengan paciencia, pero no cobrarán. Nosotros jugamos con eso, No tinc diners.

—¿Argumentos que son antiguos, también son de rigurosa actualidad? ¿En algunos aspectos, pocas cosas han cambiado?

—A partir de letras antiguas, nosotros hablamos de la actualidad. Es la manera que la música popular siga siéndolo.

—Hablando de actualidad, los casos de corrupción les podrían inspirar uno o más discos. Eso no para.

—En el disco tenemos una jota, Bonus track, donde lo decimos. Algunos personajes se jubilan en despachos de empresas dedicadas al sector de la energía y, por este motivo, la luz y la electricidad es más cara cada día.

—¿No tinc diners mantienen su línea de trabajo habitual?

—Hacemos como hace la sociedad. Ya nos gustaría tener que ser menos reivindicativos.

—¿Cómo repercutirá el descenso del IVA en la música?

—Pensamos que se notará y repercutirá en más contrataciones.

—¿Ya tienen conciertos cerrados?

—El 12 de mayo actuaremos en Vandellòs y el día 20 en Amposta. Hasta julio, también lo haremos en Paüls, l'Ampolla, Roda de Berà y la Riba, y esperamos cerrar nuevos contratos en los próximos días. Siempre hemos presentado nuestros discos en Tarragona, ciudad a la cual estamos muy agradecidos, y nos gustaría hacerlo también en esta ocasión. El año pasado tuvimos una colaboración muy interesante con la Banda Unió Musical.

—¿Qué esperan de No tinc diners?

—Nos están llegando buenas críticas, en las que se dice que es un disco bonito. Son las primeras sensaciones que tenemos y esperamos tocar las canciones en muchos conciertos. Éste es un disco donde explicamos lo que hacemos en los directos, que es el terreno donde nos sentimos más a gusto, haciendo cosas en el escenario, cosas nuevas que nos alimentan. Nos gusta hacer participar a la gente de nuestro trabajo. Piensa que el disco pronto será un producto en extinción. Los coches ya no salen de fábrica con reproductores como los de antes. Seguiremos haciendo discos por romanticismo y para que la gente pueda tener un recuerdo. Ahora se cuelgan en la nube.

—¿Este es el vaticinio que hacen sobre la pervivencia del disco?

—Las cosas cambian. No sabemos si será bueno para la cultura. Lo que sí sabemos es que lo bueno es escuchar música de calidad.

—¿El contacto con el público es lo más importante?

—El escenario es nuestro hábitat natural, allí donde mejor nos expresamos. Nos gusta la complicidad, el contacto con el público.

—Utilizan ritmos de rumbas, jotas, habaneras...

—Damos a cada letra una afinidad. Nos gusta que la gente se la haga suya.