Un grupo de vecinos de la Aldea denuncian una alud de robos y pide más vigilancia
Entre los afectados hay ganaderos y agricultores que han tenido que incrementar la medidas de seguridad en sus propiedades
Un grupo de vecinos de la Aldea (Baix Ebre) han decidido denunciar públicamente el alud de robos de los cuales son víctimas desde hace mucho tiempo, de hecho, ya son unos cuantos años. De pequeños hurtos de animales de los rebaños, algunas verduras o utensilios y combustible agrícola, se ha pasado últimamente a robos con fuerza que, encima, les generan graves desperfectos a sus propiedades. Muchos los afectados, ganaderos y campesinos reconocen que no han denunciado los hechos a los Mossos D'Esquadra, desconfiados por la efectividad de la justicia. En los últimos meses, la policía tiene constancia de tres denuncias, dos por hurtos de corderos y un tercero por un robo en el almacén de comida de Càritas de l'Aldea. Ahora se investiga si todos los hechos están relacionados con los mismos sospechosos, un grupo de jóvenes del pueblo.
Una decena de vecinos de l'Aldea se han concentrado este jueves por la mañana en torno a la Ermita para denunciar que están cansados de sufrir robos y hurtos. «Tenemos muchos problemas. Ya son cinco veces que he encontrado las rejas arranques y donde tengo el ganado, cada dos por tres, me cogen algún animal. Es una impotencia total y vemos que la justicia no hace lo que haría falta», ha reclamado Aurelio Tena, a uno de los principales afectados. «Vivimos momentos muy delicados», ha añadido.
El grito de atención de este grupo de vecinos de la Aldea persigue sobre todo que intervengan las autoridades, sobre todo municipales. Este viernes, se reunirán con el alcalde del municipio, Dani Andreu, para exponerle su malestar y reclamar soluciones y más vigilancia, sobre todo porque las sospechas y los indicios relacionan a un pequeño grupo de jóvenes del pueblo con muchos de estos hurtos.
Descontentos con la efectividad de la justicia, muchos de los afectados ni siquiera denuncia los hechos que «Si cogen a alguien, van a juicio y, total, entran por una puerta y salen por la otra. No les hacen nada. Todavía se ríen. No se puede hacer nada», ha lamentado derrotado otro ganadero, Gaspar Arasa. «Te encuentras con eso y tenso unas rabietas que es para vender los animales y tirarlo todo», ha dicho.
Los vecinos afectados han aumentado las medidas de seguridad en sus propiedades. Han puesto más vallas, han levantado barrotes, han cerrado con candados y han desplegado alarmas por almacenes y corrales. «Las alarmas no paran de saltar por las noches. Ellos lo van intentando», ha apuntado Josep Arques, agricultor de l'Aldea. En Arques le han robado varias veces combustible de la maquinaria agrícola. «Tocan animales, gasóleos, productos del campo cuando se venden caros y si nadie hace nada, nosotros tenemos que actuar con las armas que tenemos para ver si se actúa para que nos dejen tranquilos y no nos perjudiquen», ha defendido al campesino. «La sensación es que si nosotros no nos espabilamos, nadie hará nada para|por nosotros», ha añadido.