La Plataforma del Sénia solicita en el Tribunal de Cuentas que investigue los costes del proyecto Castor
El movimiento social pide a los partidos políticos que se añadan a la petición para exigir responsabilidades por los sobrecostes y la repercusión de la indemnización sobre la ciudadanía
La Plataforma Ciudadana en defensa de las Tierras del Sénia ha dado un paso más para reclamar que se depuren responsabilidades por la gestión y las consecuencias económicas del fiasco del proyecto Castor. Representantes del movimiento social han presentado este miércoles por la mañana en el Tribunal de Cuentas una solicitud para que se investiguen los costes del proyecto, las condiciones de adjudicación, las desviaciones presupuestarias o la «compensación» de 1.350 millones de euros recibida por el exconcesionario Escal UGS, que el gobierno del PP ha cargado, en el recibo del gas de los consumidores a lo largo de los próximos 30 años –llegando a suponer un coste total de unos 3.280 millones de euros. La Plataforma, que ha sido acompañada por senadores y diputados de ERC, Compromiso, PDeCAT y Podemos, ha reclamado a los partidos que se añadan y refuercen la petición en el Tribunal de Cuentas para delimitar responsabilidades y evitar que la ciudadanía tenga que asumir la factura de la «mala gestión».
«Podíamos haber iniciado una campaña por las cuentas claras. Pero pensamos que ahora es el momento ideal y oportuno, cuando hemos empezado a pagar a los recibos esta sobretarifa, por esta exigencia de responsabilidad: además de la cuestión ambiental, que no tiene precedentes, también depurar responsabilidades en el ámbito económico», ha razonado la portavoz de la Plataforma del Sénia, Cristina Reverter, al poco de registrar en la sede del organismo, en Madrid, el requerimiento para sacar el intríngulis de los costes de un proyecto «inviable medio ambientalmente y económicamente».
Una investigación, ha recordado, que tendría que alcanzar la «compensación» de 1.350 millones de euros –más del 110 que Escal UGS había cobrado provisionalmente el 2012- aprobada por el gobierno español del PP en el momento de aceptar la renuncia a la concesión. «Se ha abonado indebidamente, la prohíbe el Tratado Fundacional de la Unión Europea porque sería una subvención de Estado encubierta a una empresa y el Ministerio no lo ha repercutido directamente a sus balances sino sobre los peajes del sistema gasista», recuerda Reverter.
Pero también «depurar» las responsabilidades en la gestión y supervisión del proyecto que propició que ACS se convirtiera en constructora –en un procedimiento «sin concurrencia ni garantías», la carencia de separación de actividades por parte de esta empresa –que, al mismo tiempo, ejercía de concesionaria además de contratista y subcontratista-. La constructora, según informes del gobierno español, disparó su margen de beneficio del 5 al 17% para subcontratar a sus filiales o ejercer de comissionista. Durante los últimos días, se ha conocido que Escal UGS habría hinchado también los costes de operación y mantenimiento entre 2013 y 2014. Todo ello, recuerda la Plataforma, permitió disparar el coste del Castor desde el 250 o los 400 millones en los estadios iniciales, hasta los 1.760 millones de euros que habría acabado ingresando Escal UGS hasta este momento.
Todo ello habría generado unos sobrecostes que se han cargado sobre los consumidores y han desequilibrado el sistema gasista: de hecho, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia atribuye un 53,7% de la deuda total del sistema a la factura del proyecto Castor. En la gestión del fiasco económico y del mantenimiento de las instalaciones, añaden, se ha dado también una posición «dominante» a la empresa Enagás Transporto, gestor técnico del sistema. La Plataforma ha advertido al Tribunal de Cuentas que el gobierno español vulnera claramente toda la normativa relativa a la transparencia. «No es de recibo que el gobierno del Estado defienda los grandes intereses y deje a la gente sin defensa y sin saber los costes reales del proyecto», apunta Reverter.
Apoyo desde el Senado
Para garantizar que el Tribunal de Cuentas acabe abriendo una investigación, la Plataforma ha pedido a los partidos políticos con representación en las cámaras estatales que le apoyan –ERC, Compromís, Podemos y PDeCAT- que presenten su propia solicitud y, así, poder reforzar la registrada este miércoles por el movimiento social. «Queremos que se sumen a la petición. Se ha producido un encarecimiento sin que nadie haya asumido responsabilidades. Del mismo modo que tenemos el deber de pagar impuestos tenemos que exigir a la administración pública. Queremos un control y una auditoría económica que saque a la luz todo el iceberg», ha recordado Reverter.
Representantes en las dos cámaras estatales y cargos locales han acompañado este miércoles por la mañana a los miembros de la Plataforma, que posteriormente se han reunido con varios senadores para analizar el escenario actual alrededor del fiasco del proyecto Castor. El republicano Miquel Aubà y Jordi Navarrete, de Compromís, han mostrado su confianza porque la creación de una comisión de investigación en el Senado, que será incluida en la orden del día del próximo pleno de lunes, pueda ayudar a esclarecer estas responsabilidades. «Haremos todas las acciones que podamos con la intención de que los usuarios de gas no acaben pagando», ha subrayado Aubà, anunciando que ERC se sumará a la petición al Tribunal de Cuentas. Navarrete, por su parte, ha pedido a los partidos mayoritarios que no bloqueen la tramitación de la comisión, que han solicitado 39 senadores.
La Plataforma del Sénia, por su parte, asume que la respuesta del organismo estatal que fiscaliza las cuentas públicas puede tardar todavía unos meses y ya ha avanzado que pedirán a la Defensora del Pueblo que sigue el procedimiento. El movimiento social también tiene previsto solicitar en breve una reunión con la Generalitat Valenciana, a la cual también pedirán que tome parte en esta solicitud de investigación. «Quién tiene la planta terrestre y tiene quizás el problema más importante es la Generalitat Valenciana: tiene una infraestructura allí que se envejecerá y no sabemos cuando pagaremos», ha cerrado Reverter.