Puigdemont alaba la «gestión» y el «tratamiento ejemplar» del agua que hace el Consorcio de Aguas de Tarragona

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha inaugurado este miércoles la nueva planta de ozono del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) en la Ampolla, donde ha alabado la gestión y el tratamiento «ejemplar» que hace del agua. Puigdemont ha recordado el origen de CAT, nacido para abastecer de agua del Ebro el Campo de Tarragona, y de cómo «de la necesidad extrema» ha hecho «vanguardia» sin renunciar a las exigencias. El presidente ha destacado la captación «responsable» que hace el CAT de un recurso esencial como es el agua, y de la cual hace un tratamiento responsable y con todas las garantías. La planta de ozono es la primera del país que sustituye el cloro en el proceso de potabilización y que además de mejorar la calidad del agua, reduce el impacto en el medio ambiente y supone un ahorro económico de hasta 200.000 euros anuales.

Durante los parlamentos, el presidente ha destacado que este tratamiento del agua lo hace gente que, en un momento determinado, no tenía las necesidades cubiertas. «Eso dice mucho del territorio y de la gente que lo ha liderado», ha asegurado, todo destacado la creación de una planta «modélica» que permitirá un tratamiento ejemplar «en beneficio de los ciudadanos y del país».

El presidente ha sido acompañado en esta acto inaugural por el delegado del Gobierno en las Tierras del Ebro, Xavier Pallarès; del director de la Agencia Catalana del Agua, Jordi Agustí, y del presidente del CAT, Albert Abelló. También ha asistido el gerente del CAT, Josep Xavier Pujol, y los alcaldes de l'Ampolla, Francesc Arasa; de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros; y de Reus, Carles Pellicer.

Mayor eficiencia en el proceso de potabilización

La nueva planta de ozono del CAT, que consta de tres instalaciones diferenciadas, se ha construido en terrenos de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de l'Ampolla. Con una capacidad de tratamiento de 4 metros cúbicos por segundo (345.600 m3/dia), dará servicio a todo el sistema del Consorcio de Aguas de Tarragona: 62 ayuntamientos y 26 industrias, que abarcan el 85 por ciento de la población de toda la demarcación de Tarragona y el 36 por ciento del territorio. En total 700.000 personas en invierno y cerca de 1,5 millones durante los meses de verano.

La aplicación de una desinfección alternativa en el cloro responde a motivos sanitarios, de calidad, de seguridad industrial y económicos. En primer lugar, la instalación permitirá eliminar a los precursores de trihalometanos y los compuestos orgánicos persistentes. En segundo lugar, prescindir de la utilización del cloro en forma de gas permite aumentar la seguridad de las instalaciones y de los trabajadores ya que se elimina el transporte por carretera de materias peligrosas y la necesidad de almacenar este producto químico. Finalmente, el nuevo sistema tiene ventajas económicas importantes: se calcula que permitirá ahorrar hasta 200.000 euros anuales.

Aparte de buscar la mayor eficiencia en el proceso de potabilización del agua, la nueva planta ha permitido hacer frente a la obsolescencia del sistema actual. Y es que los generadores de dióxido de cloro, con más de 13 años de antigüedad, requerían una remodelación urgente valorada en más de 500.000 euros. Las obras de construcción, que se adjudicaron por un importe de 7,1 millones de euros, han ido a cargo de la UTE Sorigué-Aquambiente, han durado 12 meses y han costado cerca de 4,9 millones.