Puigdemont reivindica la descentralización como la forma de autogobierno del siglo XXI y de empoderar el territorio

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado la descentralización territorial como la «forma de autogobierno del siglo XXI» que tiene que permitir buscar «la máxima eficiencia al centralizar servicios» al mismo tiempo que «acercar al máximo» la capacidad de decidir y «empoderar» el territorio. Así se ha pronunciado durante el acto inaugural del nuevo edificio de las delegaciones de la Generalitat en las Tierras del Ebro, en el cual ha asistido acompañado del vicepresidente, Oriol Junqueras, además de las autoridades local. Puigdemont, que ha querido poner en valor las inversiones de la Generalitat en un contexto de «gran hostilidad» y «deslealtad por parte de las administraciones el Estado», ha recordado que la concentración de los servicios territoriales del Gobierno en un mismo espacio, a partir del modelo que se inició en Gerona, permitirá, además, un ahorro importante de recursos.

Han sido necesarios once años de espera, la superación de múltiples problemas constructivos, drásticas modificaciones –recortes presupuestarios incluidos- del proyecto original y 14,88 millones de euros de inversión para poder ver materializado uno de los principales compromisos inversores desde la descentralización de la Generalitat en las Tierras del Ebro, el año 2001. El presidente y el vicepresidente de la Generalitat han podido, finalmente, destapar la placa inaugural del edificio que unificará la gran mayoría de los servicios y dependencias en las Tierras del Ebro. Situado en el casco antiguo de Tortosa, en la calle Montcada, ocupa 4.354 metros cuadrados y acoge diariamente, desde hace una semana, a unos 160 trabajadores y funcionarios. Su puesta en marcha permitirá abandonar las dependencias de alquiler en las cuales, hasta este momento, se encontraban dispersos los diferentes departamentos. Una concentración que permitirá generar un ahorro de 579.000 euros anuales.

Para el presidente de la Generalitat, la puesta en marcha de este edificio es un paso más en la expansión de un «modelo de éxito», en términos de aglutinar servicios y «economía directa», que empezó a implantarse con las dependencias del antiguo hospital de Santa Caterina de Gerona el any2010. No sólo con respecto al ahorro y la eficiencia, ha subrayado. «Buscamos la máxima eficiencia al centralizar servicios y al mismo tiempo al centralizar poder», ha apuntado. «Acercar el máximo la administración el más cerca posible a los ciudadanos y a los ayuntamientos para que las decisiones más relevantes se puedan tomar, tramitar y resolver diligente y transparentemente desde aquí. Es muy importante: es la avanzada de la manera que tenemos de entender la modernidad en el siglo XXI, en la era de las telecomunicaciones y la globalización, de cómo nos tenemos que gobernar», ha abundado. Esta es, de hecho, y según ha insistido, la fórmula que tiene que permitir dotar los diferentes territorios de capacidad propia de decisión. «Lo tenemos que hacer así: con una red cada vez más densa de nodos administrativos que aproximen administración, capacidad de decisión en el territorio, para empoderarlo, para traer también esta capacidad que reivindicamos todos de poder decidir», ha remachado.

En el contexto de la ciudad de Tortosa, concretamente, Puigdemont ha recordado también el carácter «modélico» y «disruptivo» de la obra. Lo ha comparado con las nuevas estaciones de Ferrocarriles de la Generalitat puestas en marcha este jueves, por el «cambio profundo» que generan dentro de la comunidad en la cual prestan el servicio, en términos sociales, urbanísticos y económicos. Asimismo, el vicepresidente, Oriol Junqueras, ha puesto el nuevo edificio de la Generalitat en el territorio como una «muestra del compromiso de Cataluña con las Tierras del Ebro y con Tortosa», pero también a la inversa, antes de recordar que el equipamiento se encuentra en la calle Montcada, una de los linajes más destacados en la política del país durante la Edad Media.

El acto ha contado con la presencia de numerosos alcaldes, concejales, representantes de partidos y de entidades de las Tierras del Ebro. Delante de todos ellos, el alcalde de Tortosa, Ferran Bel, ha querido defender la a menudo cuestionada tarea inversora del Gobierno, en materia de equipamientos e infraestructuras, en las Tierras del Ebro. En este sentido, ha asegurado que a pesar de los esfuerzos en el proceso por decidir el futuro político de Cataluña, Bel ha asegurado que la Generalitat no ha olvidado las inversiones para «mejorar la calidad de vida de los ciudadanos». El nuevo edificio de la Generalitat o el nuevo palacio de justicia han sido los ejemplos que ha citado. «Quiero desmentir que sólo hemos estado para el proceso», ha asegurado Balido, recordando que la sede de las delegaciones se ha ejecutado en un momento de «crisis económica y ahogo de las finanzas de la Generalitat».