«Dejar de pertenecer a Cataluña sería la ruina del municipio de Batea»

Parte del sector agroalimentario de Batea se ha desmarcado de las palabras del alcalde del municipio, Joaquim Paladella, que el miércoles pasado amenazaba en convertir Batea en un pueblo de Aragón en caso de que continúe lo que entiende como «discriminación» por parte de la administración de la Generalitat, lamentando que el Gobierno haya incumplido sus compromisos.

Ante estas palabras, un total de trece empresas del sector agroalimentario del municipio, la mayoría vinculadas al mundo del vino y del aceite, han decidido presentar una instancia con el fin de dejar constancia que «no compartimos sus recientes declaraciones», ya que se considera que «no responden al sentido general de la gente del pueblo». Los firmantes son Altavins Viticultos, S.L., Les Vinyes d’Andreu S.L., Az-Azeytun, Comercial Querva, S.L., Pastisseria Barraca, Celler Rialla, S.L., Celler Jornou, Celler Mariol, S.L., Batevins, S.L., Vins la Botera, S.A.T., Vins Carpo, S.L., Pastisseria Carla y Vins Maijo.

El texto se presentó en el Ayuntamiento de Batea el lunes por la tarde, a tan sólo un día del pleno convocado para este martes al mediodía para discutir el posible paso del municipio a Aragón, como único punto de la sesión.

Según la instancia, las declaraciones del alcalde Joaquin Paladella «han marcado una imagen exterior» de Batea «negativa» y «completamente contraria a la realidad», hecho que, tal como destaca el sector agroalimentario, «les está perjudicando seriamente». En este sentido, las empresas firmantes afirman que «ya se ha empezado a producir rechazo de los productos» comercializados. Desde el Celler Mariol, Josep Maria Vaquer explica que algunos distribuidores han llamado preguntando por la índole de la cuestión y, aunque en su caso concreto no se han producido anulaciones de pedidos, asegura que conoce casos de otras empresas a las cuales sí que se ha producido el caso.

«Dejar de pertenecer a Cataluña sería la ruina de Batea», añade Vaquer, que recuerda que el mercado catalán representa el 60%, mientras que en Aragón es nulo. Asimismo, los productos perderían la denominación de origen Cataluña y Terra Alta, hecho que también perjudicaría el sector. «Batea es un pueblo agrícola», recuerda Josep Maria Vaquer, que también afirma que los vecinos del municipio no se cuestionan la problemática planteada por el alcalde.

Por otra parte, en la instancia del sector agroalimentario también se acuerda que «crear vínculos comerciales sólidos cuesta mucho y en un momento se deshacen» y lanzan que «no se puede especular con el futuro de un sector que es la base de la economía local». El texto finaliza pidiendo «una rectificación pública» por parte del alcalde «retirando su propuesta».