El alcalde de Amposta quiere dar continuidad en el Centre d'Arts lo Pati después de la marcha de su director
La dimisión de Vicent Fibla, a quien el consistorio abrió un expediente sancionador por haber facturado a través de una empresa suya, ha levantado malestar en círculos artísticos
La dimisión del director del Centre d'Art de las Terres de l'Ebre-Lo Pati, Vicent Fibla, después de que el Ayuntamiento de Amposta le abriera un expediente sancionador por haber facturado a través de una empresa suya mientras estaba contratado, no afectará el futuro de lo que se ha convertido en uno de los espacios de dinamización cultural más importantes del territorio. El alcalde de Amposta, Adam Tomàs, ha asegurado que el proyecto «continuará y no parará». De momento, el consistorio ha situado provisionalmente a una trabajadora del área de Cultura al frente del centro y prevé abrir durante septiembre, con el apoyo de la Generalitat, una convocatoria pública para ocupar el cargo vacante. La marcha de Fibla, sin embargo, ha levantado malestar en círculos artísticos: tanto la Associació Catalana de Crítics d'Art (ACCA) como varios creadores del territorio han dado apoyo a la tarea del exdirector y han criticado la «instrumentalización política» del caso.
«Lo Pati sigue trabajando», ha respondido el alcalde de Amposta después de ser inquirido por los medios de comunicación sobre el caso. De momento, y a la espera de que una vez hayan pasado en agosto y las vacaciones las administraciones vuelvan a ponerse nuevamente en movimiento, la responsable de catalogar el fondo de arte asumirá interinamente las funciones de Fibla. Tomàs ha reconocido la tarea del ya exdirector como la de un «dinamizador excelente», que consiguió poner lo Patio «dentro del mapa» cultural Catalán, pero también ha reconocido que «nadie es imprescindible». «Tendremos que buscar el mismo perfil de persona que dé continuidad en su trabajo», ha precisado. Incluso, ha remarcado, lo mismo Pica se ha comprometido a «dar apoyo» desde fuera a un proyecto que «ama|estima y que no quiere que se vea manchado».
Aunque ya se había apuntado desde hace meses como la salida más probable al conflicto, la dimisión de Fibla, «baja voluntaria», según precisa el alcalde, ha generado malestar en círculos artísticos del territorio y más allá, que han visto en esta salida el resultado de una utilización política de su tarea al frente del centro. Así lo cree la ACCA, por quien, más allá del «error administrativa» del consistorio «durante la legislatura anterior», la resolución administrativa del caso ha sido objeto del habitual intercambio de reproches y despropósitos políticos, con el nombre de Fibla y del centro como protagonistas. En este contexto, reivindican su tarea después de tres años y medio en el cargo –con unas condiciones de «precariedad laboral», recuerdan- y piden al consistorio que lo restituya. También varios creadores del territorio, a través de artículos y mensajes en las redes sociales, han alabado también el papel de Fibla y han criticado con contundencia el juego político soterrado que perjudica el mismo centro artístico.
Pero a pesar de las múltiples muestras de apoyo, el equipo de gobierno de ERC no prevé en ningún caso plantearse la readmisión. Según Tomàs, el exdirector cometió «una falta administrativa muy grave», una acción que «tenía que tener consecuencias», y había pedido terminar muchos meses atrás para evitar que su nombre y el del Patio se vieran inmersos en esta confrontación política. Apunta, sin embargo, que se le planteó la posibilidad de resolver el caso con seis meses de sanción, pero que Fibla ya habría decidido marcharse. El expediente, que finalmente se ha cerrado sin sanción después de la dimisión, se abrió cuando la administración municipal corroboró que, ocupando el cargo de director, facturó en el Ayuntamiento, a través de una sociedad de la cual era propietario, unos 40.000 euros varias tareas relacionadas y no relacionadas con el centro –entre ellas, actos del festival Eufònic o Món Filmat. El mismo exdirector habría firmado los pertinentes informes al respecto, sin haber solicitado en ningún caso la compatibilidad para ejercer una actividad externa.
Esta irregularidad administrativa, sin embargo, no era en ningún caso una práctica nueva en el consistorio, asegura Tomàs. De hecho, apunta, el anterior equipo de gobierno de CiU fue quien instauró esta dinámica, aunque en aquel momento se hacía a través de una asociación. Y fue, precisamente, a través de las denuncias recientes de algunos de estos antecesores en el consistorio, la ahora exconcejala no adscrita y exconcejala con CiU, Rosa Pertegaz, que el gobierno actual habría tenido conocimiento de esta situación irregular. «Lo puso sobre la mesa una concejala que era miembro de aquel gobierno», subraya a Tomàs, contrariado. «Aquellos que lo sabían, no hicieron nada entonces, y ahora quieren hacer un uso político», dice, descargando de responsabilidad su propio equipo: «había una empresa que facturaba y nosotros no sabemos de quien son todas las empresas».
Nuevas inversiones por el superávit
Tomàs ha efectuado estas declaraciones en la rueda de prensa previa al pleno ordinario de este lunes por la noche, en la cual el equipo de gobierno prevé aprobar una modificación de crédito que tiene que permitir destinar 1,48 millones de euros del superávit del ejercicio del pasado 2016 a inversiones sostenibles. Principalmente, la segunda fase del alumbrado público, con 756.000 euros; reurbanización y repavimentación de calles, 260.000 euros; la adecuación de la calle França, con 115.000 euros; y 185.000 euros para solucionar la entrada de aguas fecales en las casas en caso de lluvia en la calle Sant Cristòfol. También se prevén 61.000 euros en mejoras adecuaciones de las escuelas. Adicionalmente, el consistorio puede destinar 234.000 euros adicionales al presupuesto ordinario incluyendo las obras de alcantarillado como sostenibles y pasando el crédito contraído en la obra de cierre las pistas de fútbol sala, que provenía de remanente de tesorería. El presupuesto de esta última hora permitirá, así, hacer frente a gastos ordinarios previstos como los 40.000 euros del nuevo servicio de Atención Domiciliaria que pondrá en marcha la Generalitat, conservación de vía pública o el incremento en 6.000 euros de la aportación a Museus de les Terres de l'Ebre.
Así, según el alcalde, estos 1,7 millones de euros se sumarán a los 1,8 millones previstos también del superávit de ejercicios anteriores y los 5,6 millones de euros en actuaciones a partir de nuevos préstamos. «Hablamos de 9 millones de euros que ahora llevamos adelante. Es evidente que no los ejecutaremos todos este año, porque en seis meses no llega y llevará tiempo», ha aclarado, precisando que las nuevas actuaciones previstas se tendrán que adjudicar este ejercicio para poder ejecutarlas el próximo.