Aparece una tortuga boba muerta a la playa de Riumar de Deltebre

Una tortuga boba fue localizada sin vida, el pasado domingo, en la playa de Riumar de Deltebre. El animal fue trasladado al Centre de Fauna de Canal Vell, pero estaba muy mo y no se le pudo hacer la necropsia. La causa de la muerte no ha podido estar determinada pero lo más probable es que muriera a consecuencia de una rápida descompresión. Las tortugas, como los humanos, lo sufren cuando son arrastradas a la superficie muy rápidamente, la mayoría por las redes de arrastre de las embarcaciones pesqueras. Hace dos años que hay en marcha una campaña, con muy buenos resultados, para explicar a los pescadores que no tienen que devolverlas al mar a pesar de parece que están sanas porque mueren en pocos días. Los animales se tienen que llevar a los centros de recuperación. De hecho, este próximo domingo, la Fundación CRAM liberará tres ejemplares de tortuga alelada, a la playa de las Delicias de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), que habían sido capturadas por accidente durante la actividad de pesca.

La tortuga que se encontró muerta en Riumar pesaba 20 kilos y hacía 69 centímetros de longitud. Según los datos del servicio de Fauna y Flora del Departamento de Agricultura, hasta la fecha se han encontrar 84 ejemplares de tortuga boba en Cataluña, 10 en los últimos dos meses.

Como han explicado fondos del Departamento, es habitual en esta temporada que haya mucha presencia de tortugas aleladas en las playas del delta del Ebro ya que se trasladan para pasar el invierno porque las aguas son más cálidas. Además, según Aïda Tarragó, técnica de la Red de Rescate de Fauna Marina, también está aumentando, cada vez más, la nidificación en sus playas –durante el verano. Una de las zonas litorales catalanas donde más ejemplares de boba se encuentran está en el Montsià.

Esta circunstancia tiene que convivir con que también el litoral deltaico es una importante zona de pesca y hacía falta que los pescadores conocieran como actuar si capturan, por accidente, con las redes de arrastre, algún ejemplar de esta especie fuertemente amenazada en el Mediterráneo. Devolver las tortugas al mar después de someterlas a una fuerte descompresión suele provocarles la muerte. «La sangre se les llena de burbujas de aire, que se ven fácilmente con una radiografía», ha detallado Tarragó.

El accidente de descompresión se ha descubierto científicamente «hace relativamente pocos años». «Igual que a las personas, si subes desde mucha profundidad haciendo submarinismo muy rápido, te pasa el mismo. Se descubrió y se decidió con los pescadores para explicar que estos animales están a enfermos, aunque no lo parezca a simple vista, y no los pueden volver a soltar en el agua», ha explicado la técnica.

Como actuar

El protocolo que se está extendiendo desde hace dos años es el siguiente. Los patrones se tienen que poner en contacto con los cuerpo de Agentes Rurales, a través del teléfono de emergencias 112. Los Agentes Rurales lo comunican a la Red de Rescate de Fauna Marina y, si el animal está vivo y necesita atención veterinaria, se activa la Fundación CRAM (Conservación y Recuperación de Animales Marinos), para que recoja el animal y lo traslade en sus instalaciones donde tienen las piscinas y la cámara hiperbárica para poder recuperarlo y devolverlo a su hábitat natural.

Fauna Marina ha hecho charlas y reuniones con las cofradías de pescadores de las cuatro demarcaciones de costa de Cataluña y se han dado instrucciones sobre cómo actuar si capturan esta u otras especies protegidas, como son los tiburones y los delfines. Los pescadores de la Ràpita, por ejemplo, cuentan con autorizaciones nominales en los barcos para trasladar fauna protegida desde que la capturan hasta desembarcar pero hay muchos pescadores que todavía no conocen que los animales enferman por la descompresión. «No es una cuestión de mala fe y la vuelven a soltar para no sacarla del mar. Las dejan ir pensando que hacen bien pero después aparecen muertas al cabo de unos días en las playas», ha apuntado Tarragó. «Es desconocimiento», ha añadido.

Para el resto de la ciudadanía también hay instrucciones, sobre todo si la tortuga boba la encuentran en la playa, de noche o madrugada, y al verano. «Sobre todo que no la toquen, que se mantengan a distancia y avisen al 112. La tortuga puede estar enferma o haciendo un nido, y es muy importante no tocar ni molestar el animal», ha pedido la técnica de Fauna Mariana.

Tres liberaciones domingo

Justamente la Fundación CRAM, con la colaboración del Ayuntamiento de la Ràpita, la Cofradía de pescadores sancarlense y Trasmediterranea, celebran este próximo domingo el acto 'Vuelve a casa 2017' donde se liberarán tres de los diez ejemplares de tortuga boba que han sido recuperados de embarcaciones de pesca este año.

Se hará en la playa de las Delicias de la Ràpita. El programa incluye talleres de manualidades relacionados con la conservación del medio marino y un simulacro de rescate de una tortuga marina que coordinarán especialistas del CRAM.

Las tortugas que se liberarán son Marta, la Fortunata y la Kika. Los tres animales llegaron al CRAM después del aviso de los patrones de las embarcaciones donde las capturaron accidentalmente. Marta presentaba la enfermedad descompresiva, con gas en los tejidos, a nivel del arteria renal, una afectación que le habría provocado la muerte en dos o tres días. La Fortunata presentaba una herida bastante profunda en la zona más inguinal del peto, tenía una fractura de fémur y osteomielitis en algún hueso. La última es la Kika que se encontraba en perfectas condiciones. Las tres volverán al mar este fin de semana.