La Gran Provisión de Alimentos busca a 200 voluntarios en las Tierras del Ebro

Faltan 200 voluntarios para que los organizadores de la Gran Provisión de Alimentos en las Terres del Ebre, los próximos días 1 y 2 de diciembre, pueda garantizar el mismo nivel de despliegue y alcanzar los objetivos marcados en esta novena edición. A poco menos de dos semanas, el Banco de Alimentos ha hecho un nuevo llamamiento para poder llegar a situar a un total de 1.300 voluntarios en 85 puntos de recogida y repetir, como mínimo, los 80.000 kilos de productos alimenticios de la pasada edición. Este año se han sumado varias entidades y plataformas a la iniciativa destinada a recoger alimentos para las personas con necesidades alimenticias no cubiertas. El Banco de los Alimentos recuerda que es importante dar productos nutritivos de larga duración y cocidos, porque muchas de las personas que atienden, a unas 2.000 familias en las Terres del Ebre, sufren también pobreza energética.

Hace unas semanas, el Banco de los Alimentos se vio forzado a dar un grito de alarma porque sólo había podido cubrir menos de la mitad de los voluntarios previstos. Aunque la cifra ha mejorado ostensiblemente durante los últimos días y ya se ha llegado a los niveles habituales, hacen falta todavía 200 personas, la mitad en Tortosa, para evitar que queden turnos y puntos de recogida sin cubrir. Los organizadores confían en que, siguiendo la tónica de otras ocasiones, muchos se inscriban a última hora.

La participación de nuevos actores en la Gran Provisión ha hecho elevar en un centenar el número de voluntarios previstos respecto de la anterior edición. El representante del Banco de Alimentos, Òscar Ologaray, ha remarcado que su participación es clave, «marcan la diferencia», no sólo a la hora de concienciar a los consumidores a las puertas de centros comerciales y supermercados, sino también a la hora de aconsejar el tipo de alimentos necesarios para poder distribuir posteriormente entre las familias necesitadas. En este sentido, ha recordado la importancia de colaborar aportando alimentos nutritivos de larga duración, como la leche, el aceite, las conservas y la legumbre cocida. La demanda de alimentos cocido es importante, ha recordado, dado que muchas de las personas a las cuales van destinados sufre también pobreza energética.

El Banco de los Alimentos confía en poder repetir, como mínimo los 80.000 kilos conseguidos el año pasado –de los cuales 30.400 en la ciudad de Tortosa- y poder mantener o, incluso, mejorar la calidad de los alimentos recogidos. «No para que sean marcas importantes o más caras: siempre será más necesario un brick de leche que una caja bombones exquisita», ha aclarado. Actualmente, la entidad reparte unos 500.000 kilos de alimentos a unas 2.000 familias.