Movilidad
El movimiento vecinal por|para una AP-7 gratuita reanuda los cortes|trozos de la l'N-340
El próximo sábado, los vecinos volverán a cortar la carretera para rehusar el desvío bonificado de camiones por la autopista y la implantación de una posible viñeta que privatice la vía pública
El próximo sábado, 13 de enero, se reanudan, después de un paro navideño, los cortes en la N-340 del movimiento vecinal 'Prou, AP-7 gratuïta ja'. La pequeña batalla vecinal contra las rotondas y las limitaciones de velocidad y los adelantamientos en el tramo ebrense de l'N-340, que empezó en septiembre de 2015, se ha convertido en una guerra perseverante y constante contra todas aquellas medidas que no supongan la liberación de peajes del AP-7 para todo el mundo. El desvío, parcialmente bonificado, del tráfico pesado por la autopista, que sigue sin fecha de aplicación, no satisface a los activistas de la 340 y emprenden su tercer año de protestas semanales oponiéndose a esta y otras medidas, como el posible impuesto conocido como la viñeta, que consideran una privatización encubierta de la vía pública.
Aferrados a los valores de «la constancia, la perseverancia y la dignidad,» el movimiento vecinal transversal por una AP-7 gratuita sigue este 2018 una lucha que iniciaron a finales de 2015 por parar la siniestralidad de l'N-340 pero también contra las medidas que el Ministerio de Fomento empezó a aplicar en el tramo de las Terres de l'Ebre para mejorar la seguridad -la construcción de rotondas (un total de 11 circunvalaciones, 2 de las cuales ejecutadas), la limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora, y la prohibición de adelantamientos con 66 kilómetros seguidos de doble línea continua.
Desde entonces han llevado a cabo 177 cortes de carretera, habitualmente los jueves por la tarde y en diferentes puntos de la carretera nacional, o bien a l'Ametlla de Mar (Baix Ebre) y las Cases d'Alcanar (Montsià) y a Vinaròs (Castellón), o bien a Amposta y l'Ampolla (Baix Ebre). También han hecho cortes extraordinarios, muchos de ellos en fin de semana, a veces con el apoyo de algunos alcaldes de la 340, a veces con representantes políticos y sociales de todo el territorio y también protestas convertidas en jornadas festivas, comidas populares y marchas lentas de vehículos. Los cortes en l'N-340 estos meses de invierno se harán en sábado porque Interior los autoriza entre las tres y las cuatro de la tarde, y se alternarán en l'Ametlla de Mar y Alcanar.
Ahora bien, después de dos años y medio de movilizaciones ininterrumpidas han convertido la suya en una «lucha de la dignidad» territorial y sólo se les apartará de la carretera con una solución: la gratuidad de la autopista para todos los usuarios. Como ha apuntado Llorenç Navarro, uno de los portavoces del movimiento vecinal, «con carreteras dignas» las Terres de l'Ebre no tendrían que sufrir una nueva bajada demográfica - la población ebrense se ha caído por debajo de los 180.000 habitantes, por primera vez desde 2007. «Potenciar las vías de circulación es potenciar la economía», ha recordado Navarro.
Desvío sin tercer carril
El desvío de los camiones por la autopista tampoco es una medida aceptada por los activistas de la 340. En primer lugar, porque culpabiliza a los transportistas de unos agravios que también sufren y los señalan como responsables de la siniestralidad. En segundo lugar, porque es una solución que beneficia, una vez más, en el concesionario del AP-7. Y finalmente, porque con todo el tráfico pesado por la autopista en un tramo donde no se ha construido el tercer carril la convierte en un nuevo embudo cuando se produzcan incidencias. «El modelo Gerona sería bueno si fuera 100% gratuito ir por la autopista para los camiones y con un tercer carril. Sin el tercer carril, la autopista tendrá problemas y accidentes continuados», ha apuntado al portavoz del movimiento vecinal.
Un nuevo y posible impuesto de circulación, que se empieza a conocer como la viñeta, también lo rehúsan. «Son medidas que perjudican en el territorio y la ciudadanía. Sólo se toman en beneficio económico del concesionario y detrás hay un gran negocio que se llama viñeta. Las bonificaciones de un año para los vecinos son la primera fase para aplicar el pago de por vida que venden como la gran solución y que consideramos como la privatización de la vía pública», ha criticado.