Cultius Ponç desoye el requerimiento del Ayuntamiento de Ulldecona y se lleva los olivos milenarios
Varios camiones cargados con ejemplares de olivos podados entran y salen de la finca que tienen a la partida del Mas del Rector
La empresa Cultius Ponç, de Sant Celoni, ha empezado a llevarse los olivos de la finca que tienen en propiedad en el término municipal de Ulldecona, en el Montsià, a pesar del requerimiento del Ayuntamiento para que no se llevaran los ejemplares catalogados como milenarios. Desoyendo la petición del consistorio, desde estos lunes, varios camiones entran y salen de la finca que tienen en la partida del Masía del Rector con decenas de olivos previamente limpiados y podados. La alcaldesa Núria Ventura ha pedido celeridad para crear una norma de rango superior, como la ley de protección que existe en la Comunidad Valenciana, y confía que «en los próximos meses» o bien el gobierno español o bien la Unión Europea, pongan «una solución sobre la mesa».
La finca del Mas del Rector, en el regazo de la sierra del Montsià, se ha convertido en un ajetreado centro de operaciones de máquinas, camiones y operarios desde este lunes por la tarde. Fue en este mismo momento, precisamente, cuando se detectó el primer convoy cargado con olivos monumentales en dirección a las instalaciones de la empresa en Sant Celoni. Hasta este martes al mediodía, más de una decena de árboles arrancados de la finca han estado ya trasladados. Efectivos de la policía local de Ulldecona se han personado este martes por la mañana en el lugar y han pedido a los responsables del operativo los permisos y la documentación pertinente. También se han dejado ver por la zona dotaciones de los Agentes Rurales. A priori, sin embargo, y según ha constatado la alcaldesa, el operativo de traslado dispondría de todos los permisos requeridos de Sanidad Vegetal –especialmente ante las restricciones para evitar el contagio de la Xylella Fastifiosa- y del Departamento de Agricultura.
«Han consumado la amenaza y lamentamos los hechos: nuestro pueblo es un poco más pobre de lo que era ayer», ha lamentado Ventura. Hace justamente una semana, la alcaldesa se reunía con los responsables de Cultius Ponç en el mismo Ayuntamiento. Los propietarios de la finca descartaron hacer marcha atrás ante el requerimiento municipal. En la finca, el consistorio inventarió nueve olivos milenarios –más de 3,5 metros de perímetro en 1,3 de altura del suelo- y se acumulan decenas de centenarios. La rapidez con la que han acabado actuando ha cogido por sorpresa el consistorio, que había estudiado diferentes opciones para paralizar la extracción y traslado. «Ha sido todo extremadamente rápido y eso pone dificultades a la administración para emprender un camino u otro pero es evidente que la falta de protección superior, no sólo las municipales, dificultan mucho nuestra tarea», ha añadido. Ventura, en este sentido, ha reiterado así la necesidad de que el Gobierno, como hizo a su momento la Generalitat Valenciana, apruebe una norma que proteja este patrimonio. No sólo los árboles monumentales de forma individual, sino también el paisaje en su conjunto, como «motor de desarrollo económico futuro» del territorio.
A pesar de todo, la alcaldesa, quien|quién recuerda que ayuntamientos y Mancomunidad de la Mesa del Sénia trabajan desde hace más de diez años preservar este patrimonio, se muestra optimista y considera que todavía existen «vías abiertas» para canalizar una solución más allá de una ley de protección. «Actualmente trabajamos también con el Ministerio de Agricultura y otras administraciones en el ámbito europeo, que han valorado mucho el proyecto que llevamos a cabo, y esperemos que en los próximos meses veamos la luz y tengamos una solución sobre la mesa», subraya. Tanto los municipios como la Mancomunidad han apostado firmemente para que las fincas con árboles monumentales puedan seguir siendo cultivadas para obtener el apreciado aceite de olivos milenarios, como fórmula de valorización de este patrimonio, también en el ámbito de promoción turística del territorio y su paisaje. «Es muy importante que los campesinos no vendan las fincas», subraya Ventura.
En el término municipal de Ulldecona el consistorio inventarió un total de 1.391 olivos milenarios, las que tienen más de 3,5 metros de perímetro a una altura de 1,3 metros del suelo. De estas, 53 fueron catalogadas como bien cultural de interés local. Con todo, Ventura recuerda que si se incluyen los árboles de más de 3 metros de perímetro, que en muchos casos podrían ser milenarios, la cifra podría llegar a los 3.000.