Se registra un aumento del número de aves acuáticas en el Delta en invierno
Las especies más dependientes de campos de arroz inundados, como la avefría, el chorlito dorado o la garza real, vuelven a sufrir una bajada
La población de pájaros acuáticos invernantes del delta del Ebro ha sido de 257.215 pájaros, un valor casi un 7% más que la media del periodo de referencia 2005-2010, antes de que se redujera la superficie de campos de arroz inundados en invierno para luchar contra el caracol manzana. Aunque este invierno sólo se han mantenido con agua un 32,6% de los campos de arroz –y se prevé que cada vez se vaya a menos- el censo invernal ha recuperado valores anteriores a causa de las bajas temperaturas que han afectado al norte uno centro de Europa y la sequía generalizada que impera en muchas zonas húmedas mediterráneas este año. La cifra pero sigue lejos de los máximos históricos, de más de 300.000 ejemplares, que se registraron en el delta del Ebro antes del secamiento invernal de arrozales y se prevé que, a largo plazo, la población de aves acuáticas en los inviernos deltaicos ebrenses seguirá bajando. De hecho, las especias más dependientes de los campos de arroz inundados no migran tanto al Delta. Avefrías, chorlitos dorados o garzas reales vienen menos de la mitad de los que lo hacían.
Los censo de aves acuáticas invernantes del delta del Ebro lo han llevado a cabo los técnicos del Parque Natural, Agentes Rurales y voluntarios, entre el 6 y el 24 de enero. Se han contabilizado 257.215 pájaros acuáticos, de 94 especies diferentes. Este inventario se integra dentro del International Waterbird Census (IWC), con los qual se cuantifica cada año el número de pájaros acuáticos que hibernan en más de 80 países de Europa, Asia y el norte de África. Sirve para conocer a escala global el estado de conservación de estas especies y evaluar localmente la capacidad de acogida de las zonas húmedas del territorio.
Una capacidad que el delta del Ebro ha empezado a perder desde que se aplican medidas extraordinarias para luchar contra la plaga del caracol manzana, sobre todo con más cabezas de arroz secadas en invierno, un hecho que se había hecho notar con descensos consecutivos y significativos en la población invernal de pájaros acuáticos en el Delta. Este invierno, en cambio, el censo recupera valores de antes de 2010, y se sitúa incluso casi un 7% por encima de la media del periodo de referencia.
La migración en el Delta se ve influenciada por los factores meteorológicos de otros puntos de Europa y el Mediterráneo. Si, como ha pasado este año, caen las temperaturas al norte del continente, «la probabilidad de que lleguen aquí es alta porque allí el suelo y el agua están helados y no encuentran alimento», ha explicado al técnico Toni Curcó. Una otro factor ha sido sequía generalizada que afecta a otras zonas húmedas de la península pero que no hace al Delta porque los pantanales dependen más del río y el mar.
Sin embargo, desde el Parque Natural, han señalado que la tendencia a largo plazo es perder población de aves migrantes durante los inviernos y la prueba está en la bajada que se registra en las especies más dependientes de que los campos de arroz estén inundados. Mientras que las limícolas, segundo anhelo de pájaros acuáticos invernantes al Delta, ha aumentado un 28% (con 72.828 ejemplares), especies como la avefría se han caído un 47% o la dorada grande un 65%. En cambio, los dependientes de los pantanales litorales han presentado valores altos como el incremento del 56% del correlimos variante o un 50% el correlimos tresdits.
Se mantienen los patos y los flamencos
Con respecto a la familia hibernando más numerosa, que son las anátidas (patos, ocas y cisnes), se han censado 122.556 ejemplares han tenido un incremento ligero del 2%. El más presente es el pato collverd, con 53.992 unidades; la cerceta común, con 25.319 ejemplares; y el pato cucharón, con 23.174 unidades. La «buena noticia» ha sido este año encontrar algunos ejemplares de algunas especies amenazadas de este grupo, como 4 xarets marbrencs, 5 porrones pardos, 7 patos o 4 la fochas morunas.
También la población de flamencos ha sido «normal», porque es un pájaro que depende de los pantanales y no hace migraciones de norte en sur sino que busca a lo largo y ancho de la todo el Mediterráneo. «Si hay sequía en otras zonas húmedas la probabilidad de que venga es más alta», ha explicado Curcó.