El Síndic de Greuges requerirá la retirada el monumento fascista del Ebre al Ayuntamiento de Tortosa
Rafael Ribó considera inaceptable que el consistorio se resista a cumplir la Ley de memoria histórica y rechaza la reinterpretación del monolito
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, enviará durante las próximas semanas varias resoluciones a la nueva alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, requiriéndole la retirada del monumento de glorificación fascista en medio del río Ebre. En una entrevista con la ACN, Ribó ha querido dar un voto de confianza a Roigé, en la alcaldía desde hace dos meses, pero ha lamentado abiertamente que el gobierno tortosino se siga resistiendo a aplicar tanto la Ley de memoria Histórica como las recomendaciones de Naciones Unidas y mantenga todavía, intacto, lo que considera un «ejemplar evidente» de la pervivencia de los símbolos de la dictadura franquista en Cataluña. También rechaza que el monolito fascista pueda ser reinterpretado, tal como asumió el gobierno municipal del PDeCAT y ERC cerca la consulta efectuada hace dos años, proyecto que tampoco se ha llegado a concretar.
Impactado, nuevamente, por la visión del monolito en medio del río Ebre en su visita a Tortosa de este pasado jueves, Ribó devuelve a la carga para conseguir su retirada exigiendo, nuevamente, el cumplimiento efectivo de la Ley de memoria Histórica y de las recomendaciones de Naciones Unidas. Una petición que, por primera vez, dirigirá ahora a la nueva alcaldesa, que ya formaba parte como primera teniente de alcalde del gobierno que planteó y asumió su mantenimiento y «reinterpretación», opción ganadora la consulta de mayo de 2016. «No puedo entender que los poderes públicos democráticos de aquí no se atrevan a cumplirlo y el Síndico seguirá insistiendo en lo mismo. No quiero ahora inculpar nadie, ni la nueva alcaldesa, aunque de aquí pocas semanas tendrá resoluciones mías al respecto», ha avanzado.
»No puedo entender que habiendo una Ley de memoria Histórica, que está por encima de todas las previsiones, ordenanzas municipales, catálogos, etcétera, es una ley de las Cortes Generales; ¿habiendo un sentido reclamado por las Naciones Unidas, que España no ha cumplido condar cuenta con la realidad, explicando qué pasó, resarció y suprimió todo aquello que significa la dictadura, garantizando que no volverá a suceder, como todavía se pueda justificar el monumento por más disimulado que pueda estar?», se ha preguntado, de forma indignada, el Síndic. «No vale que me digan que es del Ministerio de Defensa o de quien sea», ha advertido seguidamente. A pesar de querer rehuir debates estéticos o culturales, Síndic se muestra totalmente escéptico ante el planteamiento efectuado por el gobierno municipal de reinterpretar el sentido original del monolito y despojarlo de connotaciones fascistas. «Sigue refiriéndose en los 'combatientes que hallaron se gloria en la batalla del Ebro' y con un águila que no se puede dudar qué interpreta», apunta. «Si quieren, que hagan un museo», ha lanzado.
El monolito franquista de Tortosa es, según Ribó, uno de los vestigios más «evidentes» de la pervivencia de la simbología franquista en Catalunya. También menciona, en este contexto, las placas del Ministerio de la Vivienda franquista de la ciudad de Lleida y las reticencias de este ayuntamiento para también retirarlas completamente. «El monumento continúa en su sitio y sigue siendo una transgresión flagrante» de la ley, insiste. «Naciones Unidas dice que España es la única democracia madura que no ha cumplido con la memoria histórica –lo ha cumplido Alemania, Italia y Argentina, etcétera. Me sorprende que dentro del Estado, donde Cataluña es la zona que vamos más adelantados, a mucha distancia, cumplimos esta memoria histórica, todavía tengamos eso para solucionar. Con la solución que sea más oportuna, pero el inmovilismo va a favor de perpetuar una parte de la cultura autoritaria que se instala a nuestra sociedad», ha cerrado.