Diari Més

Juzgan a un grupo de narcotraficantes acusados de introducir más de 600 kilos de hachís por la costa del Baix Ebre

Los once procesados se enfrentan apenas que suman 87 años de prisión y al pago de más de 35 MEUR en multas

Un agente de la Guardia Civil con los abarrotes decomisados.

Juzgan a un grupo de narcotraficantes acusados de introducir más de 600 kilos de hachís por la costa del Baix EbreACN

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La Audiencia de Tarragona juzgará el próximo mes a once personas vinculadas a una banda criminal acusada de introducir por vía marítima más de 600 kilos de hachís en el Baix Ebre, en mayo del 2016. Los traficantes consiguieron huir nadando y con una lancha después de ser pillados por la Guardia Civil mientras cargaban numerosos abarrotes en un vehículo, en la playa del Pont de l'Àliga, en el Perelló (Baix Ebre). Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso ACN, la fiscalía solicita penas que suman 87 años de prisión y el pago de multas por importe de 35 MEUR. Los individuos están procesados por los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Uno de ellos también lo está por atentado en los agentes de la autoridad y contra la seguridad del tráfico para chocar con su vehículo contra dos coches patrulla de la Guardia Civil, en diciembre del 2016, a la altura de la Canonja (Tarragonès). A raíz de esta persecución, los agentes pudieron interceptar otros 300 kilos de hachís que el grupo trasladaba por carretera entre las demarcaciones de Alicante y Barcelona.

Todos los acusados son hombres, nueve de nacionalidad marroquí y dos de nacionalidad española. Según la fiscalía, de forma previa al 20 de mayo de 2016, Rachid R., que era quien tomaba las decisiones dentro del grupo, y su hermano Youssef. R., que transmitió las directrices del plan|plano al resto de procesados, y un tercer individuo que no se encuentra a disposición del juzgado, organizaron una transacción ilegal de hachís en las costas tarraconenses. El acusado Manuel P. se encargaba de las tareas de logística y transporte junto con Abdennabi El B. quién, además, tenía encomendada la tarea de captar personas para realizar los traslados de la droga, el pago de estos servicios y la exhibición de muestras de droga a compradores potenciales.

Con este objetivo, el 19 de mago de 2016, Manuel P-, siguiendo las directrices de los dos hermanos, alquiló una furgoneta en Vilanova i la Geltrú, y durante la tarde-noche del día siguiente la dejó estacionada en las inmediaciones de la playa del Águila, a caballo entre los municipios del Perelló y la Ametlla de Mar (Baix Ebre). Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil localizaron el vehículo la madrugada del 21 de mayo.

Previamente, la organización había captado a nueve individuos para que procedieran al desembarque de la droga. Hacia la una de la madrugada, una embarcación neumática se acercó a la costa y las nueve personas implicadas se acercaron, incluso introduciéndose en el agua del mar, y descargaron numerosos abarrotes que iban introduciendo a la furgoneta alquilada. En aquel momento, intervinieron agentes del EDOA y algunos de ellos huyeron con la lancha en mar abierto y el resto lo hizo nadando, aprovechando la oscuridad en una zona de costa escarpada, abandonando tanto los abarrotes como el vehículo. Los agentes pudieron interceptar diversas efectos personales de los narcotraficantes y un total de 23 abarrotes de hachís con un peso de 666 kilos, que habrían tenido un valor en el mercado ilícito de 1,05 millones de euros.

La banda siguió planificando transportes de droga

A raíz de esta actuación policial se intervinieron los teléfonos de varios acusados, que no sólo confirmaron la intervención organizada del grupo en los hechos del 21 de mayo, sino que advertían que algunos de ellos estaban preparando una nueva transmisión de drogas, según relata el ministerio público. En concreto, los hermanos Rachid y Youssef se encargaban de dar las directrices al resto del grupo. Junto con personas que no están identificadas o que no estaban en aquel momento a disposición del juzgado de Tortosa que llevaba el caso, y con la colaboración logística de Manuel P., los dos hermanos organizaron un transporte de hachís desde la demarcación de Alicante hasta el área de Barcelona.

Así, entre el 2 y el 3 de diciembre del 2016, Youssef R. entregó a Manuel P. una furgoneta, que no tenía seguro, y este la dejó estacionada en la localidad alicantina de Sant Vicent del Raspeig (L'Alicantí), donde se había desplazado también con su vehículo el acusado Chaib El B.

Después de hacer varios cambios de ocupantes en ambos vehículos y varios desplazamientos por la zona de un polígono industrial, Chaib ocupó la posición de conductor de la furgoneta en dirección a un punto indeterminado del área de Barcelona. Durante el trayecto, el acusado recibió instrucciones telefónicas del jefe de la banda sobre qué dirección tenía que seguir.

Interceptados en la Canonja después de chocar contra dos vehículos policiales

Al cabo de unas horas, y dado que Chaib se había perdido, Rachid subió al asiento del copiloto. Ya a las proximidades de Tarragona, los agentes de la Guardia Civil establecieron un dispositivo para interceptar a los acusados en la zona de la Canonja (Tarragonès). Al darse cuenta de ello, los acusados huyeron a gran velocidad mientras les perseguían patrullas oficiales y camufladas.

En un momento dado, el conductor maniobró a la izquierda para intentar sacar de la carretera un vehículo policial, ocasionando daños por importe de 1.234 euros. Continuando con la maniobra evasiva, paró el vehículo y condujo marcha atrás hasta que chocó con otro vehículo policial. A raíz de este segundo choque, ocasionó daños por valor de 3.407 euros y lesiones al agente que conducía el vehículo.

Una vez se pudo parar la furgoneta donde viajaban Chaib y Rachid, los agentes descubrieron que transportaban 313,92 kilos de hachís distribuidos en varias cajas de cartón con un valor al mercado ilícito de 488.780,6 euros.

Como consecuencia de estos hechos, la Guardia Civil hizo varias entradas y registros en los domicilios de los acusados. En un piso de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), donde vivía el jefe del grupo criminal, los agentes encontraron 775 euros en efectivo, cerca de 10 kilos de hachís y unos 90 gramos de cocaína, al fin y al cabo valorado en cerca de 65.000 euros.

En un domicilio de Viladecans (Baix Llobregat), la Guardia Civil localizó dinero en efectivo, un kilo de hachís y marihuana. En otro inmueble de Sant Celoni (Vallès Oriental) los agentes decomisaron una báscula de precisión y bolsitas para vender la droga al detalle. Finalmente, en Sant Pere de Ribes (Garraf) se interceptaron 2.190 litros de gasóleo -repartidos en una setentena de garrafas-, que se utilizarían para alimentar los potentes motores de las lanchas neumáticas.

Juicio en la Audiencia de Tarragona

Por estos hechos, los miembros de la organización están acusados de delitos contra la salud pública y organización criminal. El hombre que conducía el vehículo interceptado en la Canonja también está procesado por los delitos de atentado contra agentes de la autoridad y contra la seguridad vial. Se enfrentan apenas que van de los 8 a los 12,5 años de prisión. En conjunto, la fiscalía solicita multas para los procesados que suman un total de 35 millones de euros.

El juicio se celebrará en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona el próximo mes. En concreto, el 2 de mayo está previsto que se celebre una vista para tratar las cuestiones previas y, los días 9, 10 y 11, está señalada la vista oral.

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