Acuamed ya puede reanudar la descontaminación del pantano de Flix después de recibir el traspaso de las obras
Satisfacción en Flix por el anuncio del organismo estatal que, a través de la empresa pública Tragsa, dará continuidad a los trabajos de forma efectiva durante las próximas semanas
La sociedad estatal Acuamed ya tiene finalmente el camino libre para reanudar las obras de descontaminación del emabalse de Flix, en la vía muerta desde hace casi dos años y medio. El gobierno español ha anunciado que la empresa pública Tragsa, a quien se le encargan los trabajos, ha recibido el traspaso de las obras y las autorizaciones ambientales de manos de la UTE Flix Ebre (FCC), que se negaba a acabar los trabajos y se encuentra inmersa en una investigación judicial por corrupción –junto con exdirigentes de la sociedad estatal- en la ejecución del proyecto. El trámite se hizo efectivo este pasado martes, 22 de mayo. Tragsa, que desde hace unos meses ya tenía personal destinado a Flix preparando los trabajos preliminares, prevé ahora iniciar las obras de forma efectiva en unas semanas. Así se lo han comunicado al Ayuntamiento de Flix los máximos responsables de Acuamed. El alcalde, Marc Mur, ha celebrado la noticia y en declaraciones en el ACN ha reclamado celeridad y las máximas garantías de seguridad para las actuaciones, que se podrían alargar durante un año y medio.
Más allá de la investigación judicial por corrupción en torno a los pagos y la ejecución de las obras, las diferencias económicas entre Acuamed y FCC para rescindir el contrato de la anterior adjudicataria han contribuido todavía más a retrasar el inicio de las obras. El 27 de octubre del pasado 2017, el consejo de administración de Acuamed –sociedad que depende del Ministerio de Agricultura- acordó encargar la gestión de las tareas pendientes a la empresa pública Tragsa de forma urgente, con un presupuesto de 44,66 millones de euros y un plazo de 19 meses. El mismo consejo decidió resolver el 1 de febrero de este 2018 el contrato con FCC, ante su negativa a extraer los lodos tóxicos que todavía quedan y a finalizar las obras. Desde entonces, asegura un comunicado de la sociedad estatal, se han mantenido numerosas conversaciones con el anterior contratista para «concertar las condiciones» bajo las cuales Tragsa se haría responsable de las instalaciones para reanudar la descontaminación.
No ha sido, sin embargo, hasta este mes de mayo cuando el gobierno español ha acabado desencallando el enredo administrativo y económico después del fiasco de la anterior adjudicación. Concretamente, el pasado día 9 se alcanzó un acuerdo para la entrega de las obras. Este martes, 22 de mayo, se hizo efectivo, mediante el levantamiento de acta notrial, del estado de las instalaciones de la obra, a requerimiento de Acuamed. Por su parte, la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat comunicó este miércoles el traspaso de las autorizaciones ambientales integradas y de la actuación de descontaminación a Tragsa, un trámite que culmina el proceso de toma de posesión de las instalaciones de la obra.
El mismo presidente de Acuamed, Francisco Javier Baratech, comunicó personalmente al alcalde de Flix la noticia el pasado viernes. «Estamos satisfechos: nos comunican el único obstáculo que había para reiniciar las obras ya se ha solucionado», ha explicado Mur. «Es una muy buena noticia para Flix que esperábamos desde el pasado diciembre –cuándo Baratech anunció desde el mismo municipio la rescisión del contrato y el nuevo encargo de la obra- que se produjera», ha añadido. En la misma conversación de hace una semana, el responsable de la sociedad estatal trasladó también que el inicio de las obras sobre el terreno, sin embargo, todavía tendrá que esperar algunas semanas. Aunque Trgasa ya hace meses que ha enviado personal a Flix, la empresa pública todavía tiene pendiente de ultimar algunas subcontrataciones para poder empezar a trabajar.
Las tareas previstas incluyen la extracción de 79.300 metros cúbicos de lodos para culminar la descontaminación. Según Acuamed, de este material, unas 33 toneladas son material contaminante, de las cuales casi la mitad DDT. Según Mur, las previsiones de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente son de finalizar las actuaciones «completamente» –además de la limpieza del embalse, dejar también las instalaciones «en condicions»- en un año y medio, durante lo que queda de este 2018 y a lo largo de todo en el 2019. Aparte de la ejecución en el menor tiempo posible, Acuamed ha asumido que se ofrecerán «las mismas garantías, técnicas, ambientales y de seguridad, que se han venido haciendo finos ahora», así como seguir aportando información a todas las administraciones implicadas y a los ciudadanos.
Máximas garantías de seguridad
Que se apliquen las máximas garantías de seguridad pasa a ser, ahora, una de las principales prioridades del Ayuntamiento. En este sentido, Mur ha explicado que el consistorio y la sociedad estatal prevén reanudar los contactos de forma inmediata para poner en marcha, nuevamente, la comisión de seguimiento de las obras de descontaminación –con reuniones mensuales entre representantes estatales, de la Generalitat y el consistorio- así como los mecanismos de supervisión y control ambientales. El alcalde ha recordado la incertidumbre a raíz del paro de las obras y el estallido del caso de corrupción, que ha mantenido el proyecto en la vía muerta durante dos años y medio. «No es un plato a gusto para nadie y menos para los vecinos de Flix, que ven que después de muchos años el embalse continúa pendiente de la limpieza definitiva y que lo que tenía que ser un ejemplo de actuación ambiental todavía tenía interrogantes encima. Esperamos que las obras se inicien sin ningún retraso y con todas las condiciones de seguridad necesarias», ha remarcado Mur en esta línea.
La actuación, financiada en gran medida con fondos europeos, había supuesto hasta su paralización una inversión de 138 millones de euros, en los cuales se sumarán un mínimo de 44,66 para su finalización.