En libertad el sancarlense acusado de disparar tiros intimidatorios a dos hombres que le reclamaban dinero

El juzgado de instrucción 4 de Lérida ha aceptado dejar en libertad al acusado, un vecino de Sant Carles de la Ràpita, de disparar a un hombre durante una discusión que tuvo lugar el 8 de mayo en Alpicat (Segrià). Así lo ha pedido a través de un escrito su abogado, Joan Argilés, que defendía que la presencia de la pistola fue «intimidatoria» y que era la presunta víctima quién quería agredir a su cliente caminante hacia él amenazándolo. Además, añade Argilés, tanto el denunciante como el otro hombre que lo acompañaba eran muy corpulentos y su cliente cogió la pistola para defenderse. El abogado destaca también que los tiros efectuados no hirieron a nadie precisamente porque «no tenía ninguna intención de matar». El juez ordenó prisión provisional al inicio de la instrucción, pero a raíz de las declaraciones de testigos y perjudicados, ha considerado ahora que la privación de libertad provisional «ha perdido proporcionalidad» y ha estimado la petición del abogado de la defensa. En todo caso, recoge el auto del juzgado de instrucción 4 de Lérida, la existencia de unos casquetes de bala detonados contra el perjudicado «evidencian una situación de riesgo». Es por eso que acuerda prohibir el investigado comunicarse o acercarse a menos de 300 metros del denunciante, mientras dure la instrucción.

En un primer momento, cuando el detenido pasó a disposición judicial el 10 de mayo, el juez ordenó prisión provisional basándose en los hechos relatados en la denuncia por una de las víctimas, que se referían a unos tiros efectuados por el investigado contra el perjudicado durante una discusión. Lo acusaba de un delito de homicidio doloso en grado de tentativa y de un delito de tenencia ilícita de armas.

El abogado de la defensa, Joan Argilés, sin embargo, considera que el homicidio en grado de tentativa del cual se acusaba a su cliente «no resulta acreditado» y así le ha hecho saber al juez a través de un escrito. Argilés defiende que, en todo caso, los hechos por los cuales se acusa en el suyo representado podrían ser calificados de un delito de lesiones ya que los tiros los hizo por «autodefensa», de manera «intimidatoria» y «no hacia la presunta víctima», concreta. El juez, en un auto, ha tomado en consideración la petición del abogado y, después de escucharel testimonio de personas que estaban presentes en el lugar en el momento de los hechos, ha decidido ahora dejar en libertad por estos hechos el investigado, de manera provisional. Sin embargo, le ha impuesto una orden de alejamiento del denunciante.

El acusado, M. F. M., vecino de Sant Carles de la Ràpita, de 34 años y nacionalidad española, declaró al juzgado de guardia que dos hombres lo agredieron y que él disparó un tiro en el suelo para que se marcharan pero que se le tiraron encima y que si hubo más tiros deberían ser durante el forcejeo. Según el informe policial, los agentes encontraron tres casquetes de bala en tierra y una bala sin detonar, todas de 9 milímetros. La presunta pistola con que se habrían disparado los tiros la encontraron en la peluquería de la mujer del detenido, delante de la cual tuvieron lugar los hechos, minutos antes de las siete de la tarde. Según el informe de los Mossos d'Esquadra, el detenido disparó al menos dos tiros contra los dos hombres, uno de los cuales le reclamaba dinero porque se sintió estafado por el detenido con la venta de un coche.