'mónFILMAT' quiere consolidar el actual modelo y ampliar espacios en Amposta la próxima edición
Los organizadores del 'Festival Internacional de Cinema i Paisatge' estiman que han recibido 900 espectadores
El Festival Internacional de Cinema i Paisatge mónFILMAT ha cerrado este domingo con la voluntad de consolidar el actual formato, pero sin cerrarse a futuras innovaciones. El certamen quiere incorporar más espacios, ampliar contactos de cara al próximo año y seguir apostando por la presencia de creadores. La tercera edición ha contado con 11 llarmetratges, dos mediometrajes y 27 cortos que se han proyectado durante los seis días de festival. Según el codirector del certamen, Xavier Miró, la película inaugural Formentera Lady , del director Pau Durà, y las proyecciones Con el viento, de Meritxell Colell, y Penèlope , de Eva Vila, «conectaron muy bien con el público». Precisamente, la organización calcula que han superado el número de espectadores con respecto al año pasado y lo cifran en unas 900 personas.
El codirector y programador del mónFILMAT ha explicado que este año el festival ha sido una mezcla entre la gran formato de la primera edición y la versión más reducida del segundo año. «Hemos apostado por la presencia de los creadores, han venido más directores, pero con un formato más sostenible y calmado», ha dicho Miró. Entre las novedades, se ha recuperado el espacio del Casino y se han organizado actividades paralelas para fomentar el debate posterior. Así, desde la organización, impulsada por Lo Pati – Centre d'Art Terres de l'Ebre, han apostado por la parte más social acompañando las proyecciones con catas de vinos, de cervezas y con foodtrucks.
«No queremos que vengan a ver la película de forma pasiva, sino que se impliquen», ha remarcado la codirectora Aida Boix. Poder compartir las dudas y las inquietudes del público con los creadores es un aliciente para Miró, quién ha insistido en que este formato «ha funcionado muy bien» y ha llenado las salas. Y, uno de los ejemplos de éxito ha sido la ópera prima de Pau Durà, que inauguró el festival el día 30 de junio, con Formentera Lady, protagonizada por José Sacristán.
«Pau Durà es un buen reclamo, el día anterior había estrenado en las salas comerciales y la teníamos aquí, gratis, al día siguiente», ha constatado Miró. Sin embargo, también ha destacado otros comoCon el Viento , de Meritxell Colell, o el documental Braguino, de Clement Cogitore. «Es un placer tener en un festival pequeño proyecciones como la de Colell que han pasado por los de Málaga y Berlin», ha dicho. En el caso de Braguino, ha afirmado estar «muy contento» de haberlo programado porque se trata de una película «muy especial, que ha impactado en todos los festivales por donde ha «pasado», ha explicado Miró.
Ahora bien, el festival también reivindica a los creadores del territorio como Marta Viña, Sofia Cabanes y Manel Raga. Con respecto a Viña, ha mostrado el cortometraje Lia y una parte del largometraje que está preparando. La sancarlense Cabanes ha proyectado el documental Nueve días sin Fidel mientras que el ulldeconenc Manel Raga ha proyectado su experiencia en Bosnia y Hezergovina: Ulldecona Umoljani i Manel viu a Sarajevo.
«Desgraciadamente en el territorio tenemos poca producción audiovisual y poca cultural de festival», ha aseverado Miró. Por esta razón, apunta que una de las tareas del ciertamente es proyectar películas que no se podrían ver en ningún sitio «más, si no es aquí». Por eso, dice que intentan crear cultura audiovisual. Con todo, no saben que pasará a partir de ahora, ya que las proyecciones de esta edición son las últimas que recibieron subvenciones de la Generalitat. «No sé qué estrenaremos el próximo año porque no habido ayudas para sacar adelante proyectos», ha precisado. El festival ha contado este año con un presupuesto de unos 11.000 euros, lejos de los 30.000 y 40.000 de la primera edición.