Los peces del tramo final del Ebro superan los niveles de mercurio y hexaclorobencenos recomendados
El estudio anual de la CHE detecta también una presencia importante de DDT en los sedimentos y los peces del curso bajo del río
Los ejemplares de peces analizado en tres puntos del tramo final del río –Ascó, Benissanet y Campredó- por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) superan los valores máximos de mercurio y, en el caso concreto de Ascó, también los límites de hexaclorobencenos que establecen las normas de calidad ambiental (NCA). Así lo revela el informe anual de la Red de Control de Sustancias peligrosas del organismo de cuenca, que analiza los incumplimientos en materia de contaminantes al curso fluvial. A pesar de que, en el caso de los sedimentos la legislación no marca límites máximos, las concentraciones de metal pesado son significativas en los barros de Ascó y Benissanet. El estudio también revela «concentraciones significativas» de DDT en los peces de Ascó y Campredó, así como la presencia de este insecticida prohibido desde hace décadas en los barros de las mismas estaciones de muestreo. Por el contrario, y según el organismo de cuenca, las muestras de agua no han revelado ninguna presencia significativa de contaminantes en el tramo final del río. Sin embargo, y a pesar de situarse muy por debajo de los niveles que recomiendan la NCA, las estaciones del curso bajo destacan por ostentar los valores más altos de arsénico de toda la cuenca.
Según el informe de la CHE, las presencia de mercurio en sedimentos y en concentraciones por encima del nivel máximo de la NCA en los peces, detectadas tanto en la parte baja como a la práctica totalidad de las estaciones de la cuenca, son ya conocidos y componen una fotografía «similar a la de los últimos años». Esta detección resulta especialmente importante en el caso del Cinca, aguas abajo de Monsó. En el global de la cuenca, los principales incumplimientos se sitúan en el afluente Gállego, en la provincia oscense, por la presencia de HCHs, así como en Zadorra, en Álaba, por la presencia de la misma sustancia que tiene como origen lixiviados de un vertedero.