Diari Més

Los arqueólogos encuentran los primeros yacimientos rurales vinculados al poblado íbero del Coll del Moro de Gandesa

En la prospección de 400 hectáreas se encuentran hasta 3 asentamientos que explicarían el sistema de gestión agrícola de la época

Los codirectores de la excavación del Coll del Moro, Rafel Jornet y Carme Belarte, y el alcalde de Gandesa, Carles Luz, observando desde el poblado íbero el valle donde se han ubicado nuevos asentamientos rurales vinculados.

Los arqueólogos encuentran los primeros yacimientos rurales vinculados al poblado íbero del Coll del Moro de GandesaACN

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Los arqueólogos de la Universitat de Barcelona y del Institut Català d'Arqueologia Clàssica han hecho este mes de julio la quinta campaña de excavaciones al yacimiento íbero del Coll del Moro de Gandesa. En esta ocasión la prospección se ha hecho en superficie, en unas 400 hectáreas, dentro del valle entre Gandesa y Bot, en los pies de los yacimiento íbero. Se han localizado hasta 3 asentamientos rurales, los primeros que se encuentran entre los vestigios íberos en el interior de Cataluña. Se trata de yacimientos de 25 o 30 metros cuadrados repartidos por la meseta central de la comarca que ayudarán a establecer cuál era el sistema de gestión agrícola que se hacía en la zona, un enigma hasta ahora. En las anteriores excavaciones en el Coll del Moro se había encontrado un taller de transformación de lino y manufactura de tejidos pero también la almazara más antigua de Cataluña con restos de lo que sería jugo fermentado de uva negra, como han confirmado recientes estudios bioquímicos. Las pruebas de ADN todavía están pendientes de resolver si se trataría de vino de garnacha, la variedad de uva autóctona de la Terra Alta.

Cómo ha explicado Rafel Jornet, codirector de las excavaciones arqueológicas del Coll del Moro, ha apuntado que la quinta campaña, este julio, se ha focalizado en prospecciones en superficie en el entorno del yacimiento para localizar posibles asentamientos rurales, desde donde se cree que se gestionaba las viñas y otros cultivos.

De los tres yacimientos rurales localizados, uno tiene numerosos evidencias y está más muy conservado cerca de un pinar. Están ubicados a la meseta del centro de la comarca. «Son pequeños acicates que miran al barranco de Redó o la riera de la Guardiola. A partir de allí se explotaban los campos y se manufacturaba la producción adentro del poblado. Nos faltaba ver como se gestionaba un territorio agrícola en época ibérica y empezamos a ver luz en este sentido», ha destacado Jornet.

De asentamientos de este tipo se tiene ubicados en la zona costa de todo el país pero serían los primeros que se encuentran en comarcas interiores y ayudará a resolver como funcionaba la explotación de los campos y cómo se gestionaba el territorio. «Son yacimientos muy pequeños siempre visualmente controlados desde la torre del Coll del Moro. Los señores que residían al poblado manufacturarían la uva u otro productos de los asentamientos y los comercializarían», ha apuntado Jornet.

Los arqueólogos han encontrado importantes acumulaciones de cerámica – de hasta 300 fragmentos-, la mayoría de época moderna o contemporánea pero también del neolítico final y del calcolítico, como una punta de una flecha de sílex.

Las pruebas del vinoiber

Los estudios químicos de los sedimentos que se extrajeron en campañas anteriores del trullo del yacimientoiberdel Coll del Moro, han dado las primeras «pistas». Se confirma que eran restos de vino porque contenían ácido tartárico, del zumo de uva fermentada, pero también se ha encontrado ácidosiríngic, que tienen las frutas rojas. Por lo tanto, se resuelve que se trataría de restos de mosto o vino de uva negra. Los estudios de ADN pero todavía no han concluido si se trataría de uva degarnatxa–vernatxa-, la variedad con más identidad de la comarca.

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