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Riba-roja d'Ebre tiene que cerrar la piscina municipal por «reiterados episodios de defecación»

El Ayuntamiento pide colaboración ciudadana para vigilar y no descarta instalar cámaras de videovigilancia

Imagen de archivo de la piscina municipal de Riba-roja d'Ebre.

Riba-roja d'Ebre tiene que cerrar la piscina municipal por «reiterados episodios de defecación»ribar-oja.cat

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El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre (Ribera d'Ebre) ha tenido que cerrar cautelarmente las piscinas municipales después de sufrir «reiterados episodios de defecación» en los últimos días. Para garantizar la salud pública de los usuarios, el consistorio ha tomado medidas de urgencia, como controlar nominalmente las entradas y salidas del recinto, poner detectores de orina en el agua de la piscina y pedir la colaboración de personas voluntarias y anónimas que se encarguen de vigilar las instalaciones mientras la piscina está abierta, así como comunicar al consistorio cualquier incidente. El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre explica en un comunicado que está estudiando instalar cámaras de videovigilancia en el recinto para acabar con la «desagradable situación» e identificar el autor o autores de incidentes futuros. El consistorio avisa de que este «comportamiento grosero» representa un atentado contra la salud pública y puede ser constitutivo de delito penal y motivo de sanción de acuerdo con la ordenanza municipal de civismo.

Estas nuevas medidas llegan después de que la semana pasada ya se cerrara la piscina municipal de Riba-roja d'Ebre para renovar la totalidad de los dos vasos de agua. Durante dos días el recinto estuvo cerrado al público para vaciarla completamente, una medida que se hizo coincidir con la parada técnica que cada verano se hace en las instalaciones a mediados de temporada para renovar el agua. Este año, sin embargo, el paro se alargó para comprobar el correcto funcionamiento y proceder a la limpieza integral de los vasos porque ya se habían detectado defecaciones.

Ante nuevos episodios de defecación esta misma semana, el consistorio ha intensificado la vigilancia y las medidas de control, y como responsable del funcionamiento, mantenimiento, salubridad y seguridad de la instalación de uso público, ha decidido cerrar de nuevo la piscina municipal para garantizar que el agua de los vasos cumple las correctas condiciones fisicoquímicas y microbiológicas para el baño de la población.

El Ayuntamiento advierte que en caso de que la situación se repita, se procederá a hiperclorar el agua de los vasos y eso supondrá una restricción de las horas de baño, que no podrán ser más de tres. El objetivo es evitar el riesgo para la salud de las personas, ya que puede provocar infecciones gastrointestinales, dermatitis, conjuntivitis y otitis, entre otros.

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