Muere Mel Ramos, icono del Pop| Art, que estaba arraigado en Horta de Sant Joan

El pintor norteamericano Mel Ramos murió, este domingo, a la edad de 83 años en Oakland, California, a causa de una insuficiencia cardiaca. Ramos ha sido una de las figuras más relevantes del Pop Art americano, consolidado Andy Warhol o Roy Linchtenstein y está considerado el impulsor de las figuras 'pin-ups', con desnudos femeninos idealizados de mujeres famosas, combinados con anuncios de productos de gran consumo. Ramos aseguraba que su inspiración la encontró en los cómics y en Catalunya, con la figura de Dalí y en el pueblo donde Picasso «cambió el mundo del arte», Horta de Sant Joan. En Horta, siguiendo «el fantasma» del pintor malagueño, se estableció con su mujer Leta hace casi 50 años. Pasaban la mitad del año en California y la otra mitad en su casa-estudio en el casco antiguo de Horta. Allí, confesaba, en una entrevista en el ACN, había encontrar la inspiración para producir como ningún sitio.

Mel Ramos transportó el Pop Art que Warhol y Linchtenstein habían engendrado en Nueva York hasta la costa oeste de los Estados Unidos, en California, donde residía. Confesaba que decidió ser artista cuando descubrió la obra de Salvador Dalí, con 14 años. Su primer reconocimiento profesional, inspirado por Kooning, lo encontró en el movimiento del expresionismo abstracto pero lo abandonó para ilustrar sus mitos de juventud, los superhéroes y las superheroínas de los cómics.

Más tarde, a los inicios de los años 60, decidió pintar «personalidades fuertes», por las mujeres, apostando por los desnudos femeninos idealizados con rostros, primero de Wonder Woman, Phantom Lady o Sheena, y más tarde de 'celebreties' que lo han dado a conocer por todas partes. Marilyn Monroe (el gran icono del Pop Art) o Ava Garner fueron siendo sustituidas en las obras de Ramos por otros grandes nombres del cine y la ficción más actuales, como Scarlett Johansson, Jennifer Aniston, Uma Thurman o Pamela Anderson.

Su primera exposición individual la hizo en la Galería Bianchini de Nova York, en 1964. En Barcelona, expuso a la Galería Cadaqués en 1979, y el año 2013, el Convento de la Virgen de los Ángeles de Horta de Sant Joan acogía una de sus últimas exposiciones, una muestra compartida con su mujer Leta Ramos, también pintora, y su gran musa.

Ramos y Horta

A pesar de no tenerlo entre los suyos pintor españoles predilectos – admiraba Goya, Velázquez, Murillo, Zurbaran y Dalí-, la necesidad de conocer el pueblo donde Picasso descubrió el cubismo y donde Ramos estaba convencido de que se había revolucionado el mundo del arte, lo hizo descubrir Horta de Sant Joan. Decía que el pueblo le aportaba un ambiente festivo y una diversión diaria que lo inspiraban y lo hacían producir como en ningún otro lugar. Su lección pendiente fue aprender el catalán, lengua de la cual se confesaba enamorado para ser «suave y romántica».

Mel Ramos estuvo al punto de mira de los movimientos feministas en los años 60, pero el pintor norteamericano prodigaba amor incondicional a las mujeres y defendía que los cuerpos desnudos femeninos siempre han estado objeto de los artistas en la historia del arte por la «belleza que representan».