Arranca la campaña de los cítricos en el Ebro pendientes de que no se pudran las variedades tempranas después de la llevantada
El principal quebradero de cabeza pero es recuperar los accesos a las fincas y las infraestructuras estropeadas
La campaña de cítricos en las Terres de l'Ebre acababa de empezar con la cosecha de las variedades más «ultratempranas» de clementina en el Baix Ebre y el Montsià, cuando llegó la fuerte llevantada, la semana pasada. La principal preocupación del sector ahora es recuperar los caminos y viales para acceder a las fincas y no tener que detener la recolección, pero habrá que seguir con atención la evolución de la fruta que se mojó con el agua que corrió por campos y barrancos. Esta agua lleva hongos y puede hacer pudrir las clementinas los próximos días, en las cámaras de maduración o ya en destino, en los supermercados. Si hace viento y llega el frío ayudará a paliar los posibles daños por humedad en la clementina pero todavía habrá que esperar a uno días para saber cómo evoluciona el fruto. La previsión inicial antes de las tormentas era que la producción de cítricos aumentara un 25% respecto del año pasado.
La cosecha de cítricos ha empezado con las variedad más tempranas de clementina como la clemenrubí, la satsuma o la marisol. Estas clementinas se cogen a punto por la maduración pero después de las fuertes lluvias de la llevantada del viernes, mucha de esta fruta se ha mojado por el agua que bajaba e inundaba campos y barrancos y ahora hará falta estar atentos a si ennegrece y se pudre, un hecho que no se sabrá hasta de aquí unos días.
Ahora bien, el principal quebradero de cabeza de los citricultores este lunes es poder acceder a las fincas. Un 80% de los caminos de las zonas más bajas del Montsià, están «impracticables». Así lo aseguraba Eloi Caudet, responsable de campo de la cooperativa de Alcanar, uno de los municipios donde más litros por metro cuadrado dejaron las intensas lluvias el viernes. «En muchas fincas que teníamos que coger esta semana no se puede acceder», ha alertado. También desde Unió de Pagesos, el responsable del sector de los cítricos, Carlos Roig, ha apuntado que la principal preocupación se recuperar «caminos, viales y accesos». «A día hoy tenemos complicado llegar en condiciones a las fincas. Esta es la consecuencia directa de la llevantada. Eso nos pasa al pleno del verano y no sería problema grave pero ahora empieza la campaña y los camiones y la maquinaria no puede ir a las fincas», ha apuntado Roig.
Los ayuntamientos ya han empezado a trabajar justamente priorizando la recuperación de los caminos agrícolas y desde el sindicato agrario es pide que se busquen soluciones todavía que sean «provisionales» para no interrumpir la campaña ahora que acaba de empezar y sobre todo estar a plena capacidad las próximas semanas cuando se tienen que coger variedades «reinas» como la nules.
También habrá que hacer frente a los costes de reparación de los sistemas de riego y otras infraestructuras agrícolas que el temporal estropeó. «Tenemos que limpiar anteras y poner tierra nueva en las fincas, que se la llevó y algunas renglones han quedado con grava y piedra», ha detallado el responsable de campo de la cooperativa de Alcanar.
Roig ha rebajado la preocupación por las posibles pérdidas por el pudrimiento de las variedades más tempranas. «Una afectación grave no se espera. La fruta está muy verde pero sí que el agua que pasó corriente la puede pudrir. Tienen que pasar unos días, no se puede saber todavía», ha explicado.
El agua que pasa en corriente, a diferencia del agua de la lluvia directa, lleva hongos en suspensión y se este quedan a las porosidades del fruto y este no se seca rápido, se puede acabar pudriendo. Las fincas que se han quedado inundadas serán las más perjudicadas. «En las que tienen más fondo y han quedado anegadas, los árboles pueden sufrir asfixia radicular y se morirán o quedarán mal. Todas las fincas donde ha pasado agua a medio metro de altura, tendrán pérdidas de producción», ha previsto Eloi Caudet, de la cooperativa de Alcanar.
De entrada es preveía una campaña en las Terres de l'Ebrecon un 25% más de producción que el año pasado y «incertidumbre» en los precios. En concreto, Unió de Pagesos preveía una cosecha de 160.000 toneladas de cítricos, 100.000 toneladas de clementinas. Se pronto para evaluar si habrá que modificar las previsiones pero no se sufre por las variedades tardías.